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Antonella Gattini. Operación Ave
OPERACIÓN AVE
Antonella Gattini
A todas y todos los que día a día toman acción. para crear un mundo mejor
A mi amado Juan Carlos, por alentarme a cumplir mis sueños y a seguir soñando
ÍNDICE
Capítulo I. Capítulo II. Capítulo III. Capítulo IV. Capítulo V. Capítulo VI. Capítulo VII. Capítulo VIII. Capítulo IX. Capítulo X. Capítulo XI. Capítulo XII. Capítulo XIII. Capítulo XIV. Capítulo XV. Capítulo XVI. Capítulo XVII
Capítulo I ¡No puedo creerlo, está a unos metros de nosotros! De su pequeño rostro, diferencio dos diminutas esferas negras a cada lado, mientras que en el centro una discreta boca se extiende en forma de punta. Las plumas marrón oscuro cubren todo su cuerpo, salvo una pequeña mancha blanca en forma de corazón ubicada en el pecho. No entiendo cómo se sostiene, menudas garras negras se asoman bajo su torso, pero me resulta imposible creer que esas extremidades soportan su peso
Capítulo II —¡Arriba, arriba, arriba, mis muchachones!
Capítulo III. El ave me mira y luego a Kay, con un rápido movimiento de cabeza. Descubro que eso colgado de su garra derecha es un pequeño papel. Con lentitud, llevo mi mano hacia su delicada cabeza y lo acaricio usando mi dedo índice con mucho cuidado; es muy suave, nunca había sentido una textura igual
Capítulo IV. Llego con actitud resuelta a la estación. La mañana está soleada. Planeo contarle a Kay lo que decidí y decirle que es libre de acompañarme; en caso de que rehúse, no divulgaré que también vio al pájaro, así lo eximiré de cualquier preocupación
Capítulo V. En medio de los preparativos de la Operación Ave, había olvidado que unas semanas antes del proceso de emigración de invierno se anuncian los ganadores del año. Para esto, se consideran los créditos reunidos entre un proceso de selección y otro a través de pruebas académicas aprobadas por un tutor hasta los dieciséis años, donde termina la E8, y por cumplimiento de metas laborales aprobadas por el supervisor a partir de los diecisiete años, donde comienza la E9, la primera estación laboral. Cada estación abarca dos años en todas las comunidades; en nuestro caso, existen pocas por nivel, ya que somos una de las comunidades más pequeñas del mundo. La OGO policía resta OGO Créditos por conductas inapropiadas y los OGO ministros los otorgan por buenas obras, como ayudar a otros, realizar pasantías en puestos de trabajo durante los tiempos libres y las vacaciones, proponer ideas de innovación, entre otras actividades
Capítulo VI. El tiempo ha transcurrido muy rápido. Sin darnos cuenta, hoy comienza el proceso de emigración, el primero de mayo está aquí
Capítulo VII. Se contrae cada uno de mis músculos mientras doy vuelta con parsimonia. Un hombre que mide cerca de un metro setenta está de pie en el umbral de la puerta, el reflejo de la luz solo permite distinguir su delgada figura. Giro la cabeza con rapidez hacia el niño, considerando que tengo segundos para hablar con él
Capítulo VIII. Se repite el ruido vibrante, sentimos que garras sujetan ambos lados del contenedor; esta vez sé lo que viene y mantengo la calma. Nos levantamos para conservar el equilibrio, pero en esta ocasión el aterrizaje es brusco. Kay alcanza mi brazo con agilidad e impide que me estrelle contra el suelo; le agradezco la ayuda con un movimiento de cabeza
Capítulo IX. Al momento de salir, la luz golpea con fuerza mis ojos y me hace reaccionar, así que recupero el control de mis pensamientos. Alguien me toma del hombro, siento un alivio instantáneo al ver a Kay, lleva ropa limpia y su cara de desconcierto me hace suponer que atravesó un proceso similar al mío
Capítulo X. Kay me mira sorprendido, así me doy cuenta de que eso que escuché fue real. La persona que está al otro lado de la puerta conoce a mi madre y podría ayudarme a encontrarla
Capítulo XI —¡Por el universo, niña! Jamás vuelvas a gritar algo así en público, a menos que quieras desaparecer para siempre. —Melbett me toma del brazo con brusquedad y me empuja hacia el interior de la casa—. ¡Entren, rápido, entren!
Capítulo XII. Salto a raíz del susto
Capítulo XIII. Abro los ojos. Kay está sentado a mi lado y toma mi mano con fuerza, como si evitara mi caída. Estoy acostada en una cama, me cuesta reconocer el lugar al principio. Está oscuro, salvo por una luz tenue proveniente de una pequeña lámpara ubicada al costado de la cama. Gracias a los biombos blancos a cada lado, de pronto me doy cuenta de que estoy en la casa donde Yeux curó nuestras heridas en la mañana
Capítulo XIV. Arribamos en poco tiempo a la orilla, el Hoop queda detenido sobre la arena. Salto con facilidad y comienzo a caminar con determinación hacia nuestro “transporte” para subir y regresar a Esperanza lo antes posible
Capítulo XV. Durante las dos semanas siguiente nos dedicamos a organizar el plan Operación Ave 2.0 y reclutamos a cincuenta personas. Decidimos que solo puede formar parte un integrante por familia en caso de tener hijos menores de edad. Es imposible no ponerme en el lugar de los niños que tendrán que ver a sus padres partir; por mucho que me gustaría creer que todos volverán, es algo que no podemos garantizar. Pensar que otro niño vivirá lo mismo que yo cuando mi madre se fue, me impulsa a abandonar el plan; sin embargo, es nuestra única opción
Capítulo XVI —¡Aquí está el pedazo de mierda que tanto querías ver, Zabina!
Capítulo XVII. Gracias a las indicaciones de Tasz, arribamos a la oficina de Volk en poco tiempo. Me asomo a través de la ventanilla y diviso los monitores gigantes; en el centro se mantiene el gran holograma de Vetrio-Lux, da vueltas y alumbra la sala. Con la tarjeta de acceso que nos facilita Tasz, ingresamos sin problema
