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Debora Calderon. Había una vez... Un lugar llamado hemisferio Borderline
Había una vez.. Un lugar llamado hemisferio Borderline
PRÓLOGO. No sé cómo empezar
CAPÍTULO 1. Cómo fue, yo no fui
Una chica anormal
Qué es el fracaso
Tres reglas básicas
Permitite en vos desde ahora
Un nombre para cada punto de la historia
Como un cuento sin autor, sin final, ni siquiera un extraño anónimo
Buscando mi propio guía en el centro de mí
Recapacito
Yo conmigo o vos con vos
La libertad
Un mundo desconocido y una hija del rigor
Una luz en el camino, difusa... se olvidó que era luz
Capítulo 2
Siento volver hacia el principio, para tocar el fin
Mil drogas y yo
Buen día, doctor
Uno, dos y tres otra vez
Probemos
La diferencia entre la tristeza y la depresión
Mi borderline y yo
Empezó el otoño
Supongo que a veces sentía eso
Voy con un control del nivel
CAPÍTULO 3. Dispersando las nubes que vuelven
Trabajo por hacer, sí, claro, para vos también
Carta de tus ojos en el espejo al centro de tu alma
Quiero vivir, no quiero morir
“La destrucción” el comienzo. Escribí, tomá un papel y un lápiz e intentalo
Preguntas para reafirmar el destino
¿Qué es el mundo interior?
¿Cómo se realiza una transparencia interior?
Hablar con uno mismo
Entrar en acción
Tomemos esta línea como la referencia que separa
Esta voluntad y otros componentes
Cuando pienso en mí
CAPÍTULO 4. DE 10 EN 10 O DE DIOS EN DIOS, ES MEJOR IR PASO POR PASO. Algunos ítems para seguir
Tres reglas básicas
Cinco cosas que no debo olvidar
La clave perfecta
Esfuerzo espiritual. Esfuerzo de los tres componentes
Tres palabras importantes
CONCLUSIÓN
SINOPSIS
Отрывок из книги
DEBORA CALDERON
Porque no sé fabricar bombas nucleares
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Recordé lo que había sucedido y lo que sucedió siempre (dolor), esa paradójica reacción que se da entre sonido y espacio, que consiste en que el sonido parece aumentar de volumen a medida que la fuente que lo genera se va alejando.
Mientras el doctor me dice de qué hablás… yo respondo, todo en blanco veo las caras de esas personas que me han lastimado, tuvieron que pasar tantos años para que todo se pueda reconstruir y todos puedan perdonar lo vivido. Hablo de nuestro mundo exterior e interior, se trata de la vinculación que tenemos de nuestra actividad cotidiana con el mundo que nos rodea. Las crisis que podemos estar viviendo están en el presente, en el hoy y esto es lo que hay que superar con esfuerzo, con confianza en nosotros mismos y con la profunda convicción de que somos más que todo aquello que nos pasa y que nos queda. Siempre hay un espacio para la reconstrucción de nuestras vidas y para recuperar la alegría de vivir, en el medio de la dificultada está vigente la oportunidad, una palabra optimista a la cual no debemos olvidar nunca, la liberación de saber que hay algo más allá mejor que nos estará esperando, el arte de la vida no se trata de controlar lo que nos sucede, sino en utilizar lo que nos sucede, aprender y modificarlo, aún ante nosotros mismos fingimos siempre ser más simples de lo que somos, de este modo descansamos de la fatiga que nos proporciona el prójimo y cuestionamos desde un lado amoroso la nuestra.
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