Описание книги
A. A. Carrizo
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El 3ro
AGRADECIMIENTOS
PRÓLOGO
CAPÍTULO 1. Una historia irreal
CAPÍTULO 2. Un día más
CAPÍTULO 3. La oscuridad del gran final
CAPÍTULO 4. And the winner is… Round #1. El que golpea primero, golpea dos veces
Round #2. Hoy no te vas de aquí
Round #3. La felicidad duró poco
Round #4. Estoy limpiando el piso
Round #5. Usando las nuevas tecnologías
Round #6. Tiempo de quiebre
Round #7. A todo o nada
Round #8. Suvenir
CAPÍTULO 5. El Bien, el Mal y la Mentira
CAPÍTULO 6. Dios… cómo amo esta vida
CAPÍTULO 7. Global Defensionen Societatis
CAPÍTULO 8. Sociedades diferentes
CAPÍTULO 9. El dragón vuelve a rugir. Jueves 17 de noviembre en China
Sábado 19 de noviembre en China
Lunes 21 de noviembre en China-Europa / Domingo 20. de noviembre en América
Lunes 21 de noviembre en el mundo
Miércoles 23 de noviembre en China - Europa / Martes 22. de noviembre en América
Martes 22 de noviembre en América
Jueves 24 de noviembre en China
Sábado 26 de noviembre en América / Domingo 27 de noviembre en China
Lunes 28 de noviembre en China
Lunes 29 / Martes 30 de noviembre en el Mundo
CAPÍTULO 10. Una nueva historia es un negocio peligroso
Reglas de combate
CAPÍTULO 11. Identificado
CAPÍTULO 12. Mi última reflexión
Sinopsis
Índice de contenido
Hitos
A. A. CARRIZO
Y no puedo olvidarme de Dámaris y Marcelo (Tacho) un gran amigo, ambos con su paciencia y ánimo, hicieron que esta aventura de escribir fuese divertida y desafiante.
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Llegué al piso de mi departamento, ambas puertas del ascensor se abrieron, y caminé por el pasillo iluminado en medio de un silencio absoluto. Abrí la puerta y la cerré rápidamente con llave. Prendí la luz y fui directo a la mesa donde se encuentra el control remoto para prender el televisor y que comience a haber un poco de ruido en esa tarde-noche silenciosa.
Después me dirigí al dormitorio y me senté en la cama. Por primera vez en el día sentí algo de alivio al descalzarme. Volví al living donde se encontraba la televisión prendida, me desabroché el cinturón y me desplomé en el sillón. Cerré los ojos por un momento y al abrirlos miré la hora en la pantalla: eran las 22:10 y no tenía nada para cenar. Tuve una regresión a la infancia e hice lo que tenía que hacer. Agarré el pan y saqué la manteca de la heladera, me senté a la mesa mirando la televisión y comencé a partir el pan con el cuchillo para luego untarle manteca y le agregué azúcar, “este es un placer que nunca cambia”.
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