El regreso del circo

El regreso del circo
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Описание книги

El verano ha regresado, y con él, Miguel, Horacio, Delia y Camila aguardan con ansias la llegada del circo y el reencuentro con las gemelas acróbatas. En esta ocasión, sin embargo, todo será diferente. Tras dos años de espera, mucho han cambiado sus intereses desde que se conocieran en El anillo mágico. Adentrándose en la adolescencia, las vacaciones de los amigos no transcurren en escapadas de casa para hacer travesuras, sino entre fiestas, viajes a la playa y fogatas nocturnas, durante las cuales tendrán sus primeros escarceos con el amor, los celos y las relaciones de pareja, un paso necesario para iniciar su camino hacia la madurez.

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Alfredo Gaete Briseño. El regreso del circo

EL REGRESO DEL CIRCO

Alfredo Gaete Briseño

A mis preciosas cinco nietas,

AGRADECIMIENTOS

Agradezco a las escritoras del Taller Literario Cementerio Metropolitano por darse el tiempo de leer y comentar el último borrador de esta novela. En especial a Alicia Medina, Érika Hermosilla, Eva Morgado, Helena Herrera, Patricia Herrera, Rita De La Fuente, Sonia Muñoz y Yohana Rojas. Vayan también mis agradecimientos para la agencia Aguja Literaria, en particular para la editora Zorayda Coello, quien realizó la revisión final del texto, y Josefina Gaete, por la imagen y el diseño de portada

ÍNDICE

Capítulo 1. Desde la ventana. Miguel, asomado a la ventana de su dormitorio, recordaba con detalles aquella despedida, hacía casi dos años, temprano en la mañana, cuando el sol aún no hacía su aparición por el este

Capítulo 2. Nueva fisonomía del circo. Cuando llegaron al lugar en que se instalaba el circo, se quedaron parados mirando cómo terminaban de descargar camiones y camionetas, mientras algunos instalaban los carros y otros iniciaban las faenas de levantar las carpas más pequeñas que servirían para disponer algunos servicios necesarios en el desarrollo adecuado de la vida de sus artistas y otros trabajadores

Capítulo 3. El nuevo club

Capítulo 4. Arriba de las bicis. Las ruedas, luego de derrapar unos centímetros debido a las frenadas sobre el polvo, dejaron de rodar

Capítulo 5. El encuentro. Sofía, su hermana y los primos llegaron pasadas las ocho. Tenían permiso solo por dos horas

Capítulo 6. Aprovechando el jueves. Camila se levantó temprano, agradecida de que sus papás se encontraran conversando muy animados con varios amigos cuando llegó la noche anterior. Se acostó de inmediato sin siquiera pasar por la cocina. Por eso despertó con mucha hambre, de modo que se duchó y vistió con rapidez para bajar a tomar desayuno

Capítulo 7. Un día más ―Te noto muy entusiasmado, y también bueno para llegar tarde. Parece que esos bailoteos se han puesto muy entretenidos. ¿Hay algo que quieras contarme?

Capítulo 8. La fogata. A las nueve de la noche, aunque aún no oscurecía, había bastante movimiento de jóvenes en esa parte de la playa. Unos cavaban un hoyo en la arena mientras otros buscaban ramas secas tiradas en el bosque al otro lado de la duna. Había quienes conversaban animados y algunas parejas de pololos buscaban ahí un poco de intimidad, alejados de las miradas de sus padres y hermanos. Serían unos treinta en total. Entre ellos estaban Camila, Delia, Miguel y Horacio, sentados frente a la excavación donde más tarde las llamas iluminarían el cielo. Al poco rato aparecieron las gemelas acompañadas de Juan. Camila, que se había asegurado de quedar sentada junto a Horacio, quien estaba muy cerca de Miguel, a la vez junto a Delia, comprendió que su estrategia tenía un talón de Aquiles. Porque él, con un atlético salto se puso de pie para saludar a los recién llegados, en especial a Sofía, con lo cual el lugar quedó peligrosamente disponible

Capítulo 9. Función inaugural. Desde temprano, en la boletería, la encargada no paraba de vender entradas. Era la mamá de Juan, quien además de acompañar a las gemelas y sus dos hijos en el adecuado desarrollo de sus estudios, cumplía diversas funciones de confianza que Gonzalo le encargaba

Capítulo 10. Un día más. Juan se levantó antes de las ocho, tomó desayuno y se presentó ante su tío para saber en qué podía ser útil

Capítulo 11. Gajes de la comunicación. Patricia observaba a Miguel con agrado al ver que esa tarde había decidido no salir, al mismo tiempo con curiosidad, eran pocas las ocasiones en que siendo época de vacaciones se quedaba a compartir con ellos. Normalmente, cuando estaba en casa era para almorzar o porque entraba al baño o a buscar algo puntual, y en cualquiera de esos casos, pronto salía. A ella le irritaba pensar que se hubiera transformado en una especie de pensionista y cada vez que podía se lo refregaba, pero aparte de una reacción indolente en ocasiones y agresiva en otras, no lograba más que quedar con un amargo sabor

Capítulo 12. El pícnic. Luego de haber avisado en sus casas y conseguido algunos emparedados, huevos duros y bebidas, se reunieron en la playa, en el mismo lugar en que la noche anterior hicieran la fogata. Esta vez sin fuego y solo Camila, Delia, Alicia, Sofía, Miguel, Horacio, Juan y Marco, quien había conseguido que su hermano y las primas aceptaran llevarlo. Condición, por lo demás, que habían impuesto Marta y Gonzalo para dejarlos hacer unos sándwiches y bajar a la playa

Capítulo 13. En busca de un remedio. Cuando Horacio llegó de vuelta del pícnic, encontró a su mamá en la cocina. Laboriosa, con dos cajas de remedios abiertas sobre el mesón y sus cápsulas afuera, sacaba el contenido de las rojas y las introducía en las verdes. El polvillo de estas últimas se iba acumulando en un pequeño cerro

Capítulo 14. En casa de Horacio. Mientras bailaba con Camila, Horacio pensó que al día siguiente sería domingo. Lo había invitado a almorzar Miguel, echó de menos que no estuviera presente. Se sintió molesto, si era su mejor amigo, ¿acaso no era lógico que estuviera ahí? ¿Por qué había preferido quedarse en su casa lamentándose por no poder ver a Sofía? ¿Por qué su atado con ella los alejaba? En cambio, él, que no tenía compromisos, podía estar con sus amigos… y con Camila

Capítulo 15. En el carro de las gemelas. Terminada la función, las gemelas fueron hasta su carro

Capítulo 16. En casa de Horacio ―Mejor no salgas

Capítulo 17. Al día siguiente. La mañana siguiente al entierro, cuando despertó, pareció a Horacio que la ciudad había olvidado los acontecimientos del día anterior. Además, sentía un extraño cansancio, como si lo hubieran cubierto con una pesada sustancia invisible. Incluso su mente parecía tener los pensamientos flotando en un líquido espeso, como si soñara aquel estar despierto. Recordó algunos episodios del día anterior, borrosos, como si en cualquier momento fuera a despertar y descubrir con alegría que lo ocurrido durante la noche no era más que una vulgar pesadilla, como le había sucedido tantas veces. Pero los segundos continuaron avanzando, alargándose como si fueran minutos y la realidad se le hacía cada vez más cercana. De pronto experimentó una sensación de vacío en el estómago, primero la asoció con su pena, pero pronto detectó que era hambre. Se enderezó y puso los pies en el suelo. Ahí se quedó quieto durante algunos momentos, temeroso de no ser capaz de pararse y mantener equilibrado el cuerpo. Luego se animó a abandonar la seguridad de la cama y bajó en pijama, sin siquiera ir al baño para lavarse la cara. Entró a la cocina refregando con los dedos sus lagañosos ojos. De inmediato vio que su madre afanaba. A pesar del cansancio que exhibía su deslavada cara, acompañada por profundas ojeras, la encontró hermosa. Su pelo rubio, tan liso como el de él, caía hasta los hombros con una chasquilla que amenazaba con cegarle los ojos. A pesar de la enorme pena que la embargaba, fue capaz de exhibir una alegre sonrisa

Capítulo 18. La camioneta. El mes de febrero anduvo muy rápido y el 15 de marzo se acercaba también deprisa, apenas faltaba una semana para desarmar las carpas y ponerse en movimiento con la mirada puesta en una de las cálidas ciudades del norte del país, como había sido costumbre del circo durante los últimos años. Esta vez se hablaba mucho acerca de conversaciones sostenidas entre Gonzalo y la Municipalidad de Arica. La estadía en el pueblo había sido fructífera y los integrantes se veían contentos

Capítulo 19. En la playa ―Espérame, voy a entregarle las llaves a mi mamá y vengo

Capítulo 20. La partida. Por fin llegó la víspera de la partida. Durante todo el día, la totalidad de los integrantes del circo trabajaron en desmontarlo, ayudados por el animado grupo de amigos cercanos. Por segunda vez colaboraban en dichas actividades, incluido el desarme de la carpa grande

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quienes me han motivado

para escribir El anillo mágico,

.....

Era un muchacho algo mayor que ellos, Delia calculó que tendría quince años, tal vez dieciséis; así y todo, a primera vista parecía tímido.

Para Miguel no pasó desapercibido que Sofía, al acercarlo a ellos, le había tomado la mano y demorado un buen rato en soltarla, lo que le pareció innecesario. Notó una molestia desconocida en su estómago.

.....

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