La locura rev/belada
Реклама. ООО «ЛитРес», ИНН: 7719571260.
Оглавление
Asun Pié Balaguer. La locura rev/belada
La locura rev/belada. Bases para un acompañamiento socioeducativo en salud mental
Índice de contenidos
Prólogo
Introducción
Capítulo 1. La experiencia como material cultural problematizable
El modelo dialógico. Entre la antropología médica y la educación
¿Cuál es el potencial socioeducativo de la estrategia etnográfico-dialógica en salud mental?
¿Qué nos proponen los relatos que presentamos?
Capítulo 2. Saberes hechos de experiencia
Capítulo 3. Hacia una pedagogía del acontecimiento
Síntomas: otras miradas, otras gestiones posibles desde la educación social
Cruce de rutinas
Un juego de proximidades
Construyendo en común
Un nuevo comienzo
Hasta siempre compañera
Bibliografía
Отрывок из книги
Tenemos libros de Trabajo Social, Educación, Psicología, Salud Mental, Filosofía, Literatura.
Consúltanos por otros títulos y por publicaciones.
.....
2. El segundo eje que articula la perspectiva dialógica consiste en la bidireccionalidad o el intercambio de saberes. El criterio de bidireccionalidad no presupone la aplicación monológica y unidireccional de cualquier saber experto a expensas de lo que las personas «legas» con quienes se interactúa tengan que decir; más bien al contrario, exige un intercambio de saberes, representaciones, valores, informaciones, etc., entre sujetos, del que siempre resulta algo novedoso (Veiga, 2010). También desde ámbitos de investigación como la psicología clínica, se ha insistido en la conveniencia de contar con el punto de vista de las personas principalmente concernidas por la experiencia de la locura (Geekie y Read, 2012; Bentall, 2011; Read, Mosher y Bentall, 2006), en un plano de horizontalidad o simetría respecto del punto de vista de otros agentes expertos. Subraya Mosher (2006:424) que «esto requiere la aceptación incondicional de que la experiencia de los demás es válida y comprensible dentro del contexto histórico de la vida de cada persona, incluso cuando no pueda ser validada por consenso». Es decir, resulta necesario tomar con cierta precaución la permanente vocación de acuerdo, así como la persecución de la situación ideal de habla (Habermas, 2007) propuesta por algunas metodologías comunicativas (Gómez, Latorre y Sánchez, 2006), a tenor de las dispares experiencias vitales de que parten las personas y las diferentes posiciones de poder en el enfrentamiento de un verdadero diálogo. Para que haya bidireccionalidad e intercambio, no es siempre y en todo caso imprescindible el consenso.
3. Íntimamente relacionado se encuentra el último de los criterios que comprende el modelo dialógico, el cual supone, precisamente, el establecimiento de una relación simétrica entre profesionales y los grupos sociales con quienes se investiga y/o interactúa. Se busca de esta manera, no la neutralización de los saberes expertos, sino más bien la complicidad con aquellos otros, legos o profanos (Correa, 2010), sin relegar ninguno a posiciones de inferioridad o incluso al silencio. Coincidiendo con Celigueta y Solé (2013), se trata de practicar la tradicional actitud de extrañamiento en el acercamiento a las realidades que se busca acompañar y/o transformar desde la perspectiva socioeducativa. En cualquier caso, se destaca la fundamental diferencia que existe a nivel epistemológico entre la posición del profesional que «detenta el saber», para quien el código de quien vive la realidad de la «enfermedad mental» es irrelevante o en última instancia doblegable, y la postura que aquí se adopta. Es la nuestra una aproximación interpretativa al fenómeno particular de la locura, donde «el investigador es el que no sabe porque el código para entender una narrativa de aflicción se encuentra en el afligido y no en una determinada jerga médica» (Martínez, 2011:113) o de cualquier otro tipo.
.....