Описание книги
Ante la enfermedad la vida cambia el sentido. Ver morir a una hija es duro, pero verla sufrir es desgarrador. ¿Cómo sobrevivir ante tanto dolor? La autora nos narra como su hija mayor es una niña sana hasta que a la edad de 9 años empieza a presentar diferentes síntomas. Tardarán 10 años en saber de que enfermedad se trata, Lafora, un tipo de Epilepsia mioclónica progresiva, sin tratamiento conocido ni cura, con un deterioro progresivo a nivel neurológico hasta que se produce la muerte.Cuando la enfermedad se agrava Aurora deja de trabajar para cuidar de su hija. Idoia fallece a los 25 años. Con este libro la autora comparte sus vivencias más íntimas ante la enfermedad, la búsqueda de respuestas, el acompañamiento, las herramientas que la ayudaron a sobrevivir y el proceso del duelo. Es sobre todo una historia de superación ante la mayor dificultad que una madre puede encontrar, la enfermedad y la muerte de una hija. Durante el proceso Aurora descubrirá que la vida tiene un sentido más allá de la apariencia, que el dolor se puede transformar y que la muerte es la puerta al amor infinito.Un verdadero regalo La Vida es un largo, aunque a veces corto, viaje. Un con tinuo devenir de experiencias, sucesos, que en muchas ocasiones no entendemos. El dolor, las pérdidas, el sufri miento, forman muchas veces parte del equipaje, donde el dolor de la enfermedad y de la pérdida de un hijo, son de los más intensos, que no elegimos, pero que la vida trae. Vida y muerte una indisoluble unidad fusionada. Transformar ese dolor en comprensión, en aceptación, en compasión. Ser capaz de transmutarlo, para ver el Amor con mayúsculas que se encuentra detrás; hacer el viaje en la consciencia, para al final del camino ver y vivir una nue va Vida, donde el dolor se transforma en Amor Infinito, es una enorme labor, una Maestría. Gracias por el viaje, el proceso, la autenticidad, un ver dadero «presente», un gran regalo. Con tu nombre, con tu ejemplo, Aurora, realizas que podamos comprender un poco más que la Muerte es un Amanecer, una nueva Aurora. Gracias, Idoia. Gracias, Aurora. Gracias a las dos. Dra. Inma Nogué