El color de la decisión
Описание книги
Un joven y estructurado traumatólogo, Juan Pablo Camus y una impulsiva diseñadora, Bárbara García, sin ser parecidos en carácter o condición social, intentan ingresar juntos a un mundo de romance, aventuras y desencuentros, poniendo en juego sus capacidades de seducción, convencimiento y aceptación mutua.
El contexto social donde se ambientan sus conflictos, es el presente en el Chile inasible y frenético, que logra integrarse a la perfección en esta historia apasionante y desequilibrante a la vez.
Este relato de amor y su contracara, el desamor, problemático y febril, según la óptica de Beatriz Navarro, con su estilo al mismo tiempo coloquial y reflexivo, envolvente y seductor, no es más que una de las tantas radiografías de una incipiente vida en pareja, que bien podría terminar en una aproximación conforme se suscitan los acontecimientos o en una lejanía irremediable.
¿Serán vinculantes sus deseos de permanecer juntos con sus formas de pensar?
Отрывок из книги
A mi querido Sebastián. Por las muchas horas que robé de un tiempo que nos pertenecía. Por involucrarte en mis sueños al creer en mí. Por el inmenso amor que me demuestras. Te dedico mi primer libro. Con amor, la autora.
Estaba esquivando el agua que llegaba sin cesar a sus pies producto del oleaje, cuando escuchó los sollozos de una mujer que estaba sentada a metros de la orilla. Bárbara se acercó a ella sin saber qué hacer en esa situación, pero no preguntar qué le pasaba le parecía incorrecto. Era joven, de estatura y contextura media, su pelo negro y largo caía sobre los hombros enmarcando un rostro blanco y pecoso. Sus ojos destacaban, tanto por el intenso verde que los teñía, como por la capa de rímel que se había formado en el contorno debido a las lágrimas. Tenía un lindo perfil y los labios eran de mediano grosor. Vestía un pantalón de tela oscura, unos botines negros con flores y una chaqueta roja con capucha.
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Bárbara lo miró con frustración, porque con todo lo guapo que era, también tenía una sonrisa seductora. Asintió.
A pesar de cómo comenzó el sábado, las cosas se calmaron durante el día. Bárbara había aceptado que necesitaba ayuda, y JP que quería ayudarla. Disfrutaron del desayuno y el almuerzo, aunque la conversación siempre se centraba en Laura. Durante la tarde, JP anunció que debía salir a ver una paciente, pero que no llegaría tarde. Aquello le dio más libertad a Bárbara para inspeccionar el departamento. Era de unos 130 metros cuadrados y se encontraba en el séptimo piso de un edificio de diez. El extenso living comedor contaba con una luz espectacular, producto de la cantidad de ventanales que daban al balcón. En el living destacaban tres sillones de cuero, color ceniza, acompañados de una lámpara de piso y una mesa de apoyo al costado. Una hermosa mesa de madera de caoba, combinaba muy bien con la mesa del comedor, que tenía una base también de caoba, pero su cubierta era de vidrio templado. La complementaban las seis sillas de un tapizado café oscuro, sin diseño. La cocina quedaba a un costado de la puerta de entrada y era más larga que amplia, pero tenía todos los artefactos eléctricos necesarios para que la vida de una persona fuera más simple. Había tres habitaciones alrededor del salón, la de JP era la más amplia, con baño y acceso al balcón. El decorado del departamento era simple y los colores que predominaban eran los negros, cafés y blancos. Sobre una repisa, cercana al bar, había fotografías de Laura, JP y su tercer hermano, quien compartía con JP el rasgo de los ojos almendrados color ámbar. También había una fotografía que rememoraba su infancia, donde aparecían sus padres sosteniendo a Tomás y a Laura mientras que JP estaba al lado de su madre con una expresión solemne. Cerca de la habitación principal, había una muralla destinada para dibujos que, por los mensajes, debían ser de pacientes que parecían tenerle mucho cariño al doctor. Ella no se lo imaginaba con niños, aunque a esas alturas, no quería imaginárselo en ningún ámbito debido al problema que prometía ser.
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