Описание книги
"Al terminar de recorrer el libro, el lector se dará cuenta de que lo que se nos ofrece es, ni más ni menos, el mejor e indispensable fundamento de una auténtica espiritualidad cristiana para nuestros días". De esa espiritualidad, el corazón es el encuentro con Jesús. La realidad humana del encuentro pide la relación, que se afirma en la experiencia del encuentro, que lleva a la comunión y desde ese nuevo horizonte de la vida brota y se cultiva el amor y así se llega al servicio y a la apasionante experiencia mística.
¿Para quién escribe? En primer lugar, los creyentes. En segundo lugar, los monjes. Son evocados con frecuencia en el texto y tanto los de antes como los de ahora. Los varones y las mujeres. No dudo de que ha habido alguna mujer que le ha estado susurrando a Bernardo intuiciones y reflexiones que no es fácil que salgan de la pluma de un varón y de un monje. Está muy bien integrada en el libro la visión femenina de la vida. Los interesados por la antropología; en estas páginas aprendemos mucho y nos trae grandes novedades. Es una maravilla cómo esta antropología relacional se abre hacia la transcendencia y qué bien y qué consistentemente se encuentran interrelacionadas la fe y la cultura, la razón y la afectividad y la voluntad, el espíritu y el alma y el cuerpo." Del Prólogo, por José María Arnaiz, SM
¿Para quién escribe? En primer lugar, los creyentes. En segundo lugar, los monjes. Son evocados con frecuencia en el texto y tanto los de antes como los de ahora. Los varones y las mujeres. No dudo de que ha habido alguna mujer que le ha estado susurrando a Bernardo intuiciones y reflexiones que no es fácil que salgan de la pluma de un varón y de un monje. Está muy bien integrada en el libro la visión femenina de la vida. Los interesados por la antropología; en estas páginas aprendemos mucho y nos trae grandes novedades. Es una maravilla cómo esta antropología relacional se abre hacia la transcendencia y qué bien y qué consistentemente se encuentran interrelacionadas la fe y la cultura, la razón y la afectividad y la voluntad, el espíritu y el alma y el cuerpo." Del Prólogo, por José María Arnaiz, SM