DISCIPLINAS PARA LA VIDA está diseñado para uso individual y grupal. La serie es la exposición lógica de cuatro convicciones firmes:La Biblia es nuestro estándar infalible de fe, doctrina y práctica. Aquellos que resisten Su autoridad serán desviados de su curso por sus propios sentimientos y las tendencias culturales.El conocimiento sin aplicación no tiene vida. Para poder ser transformados, necesitamos aplicar y practicar la verdad de la Palabra de Dios en la vida diaria.Aplicar estos principios es imposible aparte de la obra y el poder del Espíritu Santo. Aunque necesitamos participar en el cambio, Él es la fuente de nuestro poder.La iglesia de Dios es el contexto ordenado para el cambio. Dios nunca quiso que viviéramos independientes o aislados de otros cristianos. A través de la participación comprometida en la iglesia local, encontramos instrucción, aliento, corrección y oportunidades para llegar a ser maduros en Cristo.Este libro tiene su origen en nuestras búsquedas personales por acercarnos más a Dios y encontrar nuestro más grande deleite en Él. Mientras hemos buscado crecer en nuestro conocimiento de nuestro Señor y experimentar Su verdad y amor, nos hemos convencido de que las disciplinas espirituales son un medio esencial de gracia. Dios está listo para dar, pero nosotros necesitamos estar en la posición de recibir.
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C. J. Mahaney. Disciplinas para la vida
CÓMO USAR ESTE LIBRO
PRÓLOGO A LA VERSIÓN REVISADA
CAPÍTULO UNO. SÓLO UNA COSA ES NECESARIA
CAPÍTULO DOS. EJERCÍTATE PARA LA PIEDAD
CAPÍTULO TRES ORACIÓN: LÍNEADIRECTA AL CIELO
CAPÍTULO CUATRO. MEDITACIÓN: NO SÓLO PARA GURÚS
CAPÍTULO CINCO. AYUNO: CUANDO EL. HAMBRE = PODER
CAPÍTULO SEIS. CONFESIÓN: LA PUERTA A LA VIDA
CAPÍTULO SIETE. SOLEDAD: ESTAR A SOLAS CON DIOS
CAPÍTULO OCHO. UN DESEO POR DIOS
OTROS TÍTULOS DE. PUBLICACIONES FARO DE GRACIA
Notas
Отрывок из книги
CÓMO USAR ESTE LIBRO
PRÓLOGO A LA VERSIÓN REVISADA
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Si no estás escuchando regularmente la voz de Dios, pregúntate a ti mismo, «¿Estoy haciendo tiempo para escuchar?» Si tu horario revela que no has hecho el escuchar una prioridad, no te debería sorprender que no tengas encuentros frescos e íntimos con Dios.
Escuchar requiere pasar tiempo sin prisas, sin interrupciones, sin distracciones, esperando en Él (Jesús nos enseñó a buscar un cuarto donde podamos ir y cerrar la puerta). Sin embargo, muchos cristianos consideran orar un tiempo para hablar con Dios, sin escuchar. Pero Él tiene mucho que decirnos, y sólo podemos oírlo si escuchamos en vez de hablar.