Описание книги
Este libro es una invitación a distanciarse de las posiciones más generalizadas en el ámbito escolar, y también en la opinión pública, acerca de la lectura de literatura, la comprensión lectora y el placer de la lectura. «Distanciarse» significa poner en suspenso dichas perspectivas para analizarlas como creencias arraigadas en torno a las dificultades que los alumnos de la escuela media tendrían a la hora de leer textos literarios. La propuesta es que los lectores de este libro, los profesores, se hagan otras preguntas sobre las lecturas efectivas de sus alumnos, las que realmente se escuchan en las aulas y no aquellas que tan sólo los conducen a abandonar cada vez la apuesta de enseñar literatura a los jóvenes. Pues, de eso se trata: leer literatura es la práctica que articula y da sentido a su enseñanza; por lo tanto, cambiar las preguntas lleva a conocer nuevos marcos de referencia que permiten depositar la atención en la dimensión sociocultural e histórica de la lectura de textos literarios. No se trata de presentar «la receta que faltaba» sino de escuchar, a partir del relato de prácticas efectivas realizadas por jóvenes en diversas escuelas públicas, la pertinencia de los diferentes modos de lectura. De alguna manera, serán esos mismos jóvenes los que exigirán abandonar las dicotomías entre los «buenos» y los «malos» lectores para así repensar la enseñanza de la literatura desde el quehacer cotidiano del aula.