Entre el azadón y el smartphone
Реклама. ООО «ЛитРес», ИНН: 7719571260.
Оглавление
Cristina Giraldo Prieto. Entre el azadón y el smartphone
INTRODUCCIÓN
PRELUDIO: TRÍPTICO DE ESPEJOS
DESDE PALOMAR: RURALIDAD, CULTURA Y DIFERENCIA. Actores del “sector cultural”: ¿puentes sin abrazos?
Bajo el manto democrático. de la diversidad
Y, ¿qué de lo rural en la política de la diversidad?: violencia, pobreza y desarraigo
Reproducir las diferencias: colonialidad y subalternidad
HACIA LA DOCTRINA: JUVENTUD, IDENTIDAD Y PRODUCCIÓN DEL PASADO. De jóvenes, músicas y “tradiciones”
¿Cómo se es joven en zonas rurales?
“Van al colegio a que les enseñen un montón. de cosas que no van a poder ser”
Oralidad, lectura y escritura: quién y cómo se autoriza la producción del pasado
Identidad, diferencia y poder
UN LUGAR LLAMADO GUANACAS: CORRESPONDENCIAS, LOCALIZACIONES. Y MOVILIZACIONES. Identidad desde la negatividad: ¿aún es posible producir desde allí nuevas. formas de movilización?
De la negatividad de las diferencias hacia. la positividad de las correspondencias
Un espacio, unas prácticas, un territorio: movilidad y emplazamiento
Localizar las luchas políticas: memorias con conciencia y en defensa del lugar
De la autoridad de la cultura escrita a la. nueva autoridad de la “cultura audiovisual”: ¿poscolonialidad?
REFLEJOS:
REFERENCIAS
Notas
Отрывок из книги
A todos los que han hecho un alto en el camino y han vibrado.
A todo aquel que ha sabido que sus pasos se cimientan
.....
Souldes Maestre es el coordinador de la Biblioteca Kankuaka, ubicada en Atánquez, un corregimiento de Valledupar, así como el mayor asentamiento de la etnia de los kankuamos en la Sierra Nevada de Santa Marta. Es un joven lector, líder comunitario y partícipe de diferentes procesos del Resguardo Indígena Kankuamo. Con él había estado trabajando Marisel, una joven historiadora cartagenera, pasante en bibliotecas públicas en 2014, en el proyecto de recuperación de los saberes relacionados con la práctica del tejido con jóvenes y niños de la zona, a través de las dinámicas de la biblioteca pública. Cuando llegué a Atánquez, me sorprendí con la vitalidad de las personas, de los procesos y de quienes los lideraban. Venía con todos los cuestionamientos sobre la incidencia de las bibliotecas en comunidades indígenas y, allí, en otra parte de la majestuosa Sierra Nevada, comprendí la diversidad de situaciones que enfrentaba ese territorio: pude pensar junto con ellos en los procesos de tránsito que atraviesa el modelo social, cultural y organizativo que han estado construyendo y en el que venía articulándose la biblioteca pública.
En Atánquez hace bastante calor de día, pero en las noches el frío que baja de la Sierra refresca el alma e insufla nueva energía… ese respiro nocturno se siente en el cuerpo y en la palabra dinámica de sus habitantes. Desde el momento de mi llegada, me encontré con los jóvenes que habían formado parte del proceso de la pasantía, quienes estaban ávidos de contar sus historias y de conocer a la “tutora” de Marisel. Los jóvenes esperaban y me miraban al entrar en la biblioteca, como queriendo descifrar si efectivamente yo correspondía a la imagen de la tutora que habían creado en su cabeza a partir de los relatos que escuchaban de Marisel. Por su cara de sorpresa, y las risas que compartían entre susurros mientras yo los saludaba y les preguntaba cómo iba todo, supe que alguna cosa surgía como novedad en ese momento. Instantes después, descubrí que yo no era para nada lo que esperaban: les divertía mucho pensar que se habían asustado al imaginar que venía la tutora desde Bogotá y que debía ser una señora mayor, seria y brava, que llegaba a “inspeccionar” si efectivamente Marisel había realizado su trabajo tal y como debía. Me lo contaron todo después de un par de chistes que les hice, cuando sintieron que efectivamente no era el ogro que imaginaron. Entre burlas, decían que Marisel estaba asustada y que había dicho que yo era muy exigente, así que el grupo no sabía qué esperar de la visita. Esto pasa a menudo; presumo que la imagen que se tiene del representante del Estado es esa persona que va a supervisar y a decir qué está bien, qué está mal y cómo debería hacerse todo, sin preguntar mucho y sin inmiscuirse demasiado en la vida de los lugareños.
.....