Las rumbas de Joan de Sagarra
Реклама. ООО «ЛитРес», ИНН: 7719571260.
Оглавление
Enrique Vila-Matas. Las rumbas de Joan de Sagarra
Отрывок из книги
Las rumbas de Joan de Sagarra
Edición del 50.º aniversario
.....
Poco a poco me fui enterando de su vida. Nació en París el 8 de enero de 1938, en el exilio de sus padres, cuando ya el prodigioso autor de las Memòries y de Vida privada, Josep Maria de Sagarra, tenía cuarenta y cinco años. Al estallar la guerra contra Alemania se refugiaron en el sur, en Banyuls, en San Sulpice, en Prades. Y a los dos o tres años, amnistiado Sagarra por sus títulos de nobleza, regresó la familia a Barcelona, por poco tiempo, porque las dificultades de publicar en catalán hacían muy difícil la existencia material y espiritual. El año 1947 ya volvían a París para una estancia que pudo ser definitiva, pero que en realidad fue solo de unos meses. Joan tenía entonces nueve años, pero pudo vivir intensamente la vida de París con su mundo de noche, sus hoteles, restaurantes, teatros; conoció a Sartre, a Giacometti, a Yolanda, una querida de Faruk, a Stokowsky y a su mujer –una Vanderbilt–, a Marcel, un barman que le enseñó a preparar cócteles y a jugar al póquer, a una modelo de Coco Chanel, a un húngaro judío, amigo de su padre, cabecilla de la resistencia en Buchenwalt, y a muchos exiliados; oyó a la Piaf, y desde el gallinero sufrió su primer shock teatral en la Comédie Française, con el Británico. Yo comprendo muy bien que, en memoria de ese año, capital para él en su experiencia viva, se adorne con guirnaldas de citas francesas en sus representaciones periodísticas, y que diga, más que cualquiera, que Catalunya es una provincia cultural de Francia, y que se vaya a veces por la noche al Pastís y exija a la patrona que le ponga aquel disco, justo aquel disco de la Edith Piaf.
Terminado el bachillerato en el colegio de los jesuitas y la carrera de Derecho, aún volvió una vez más a París, para quedarse. Estudió teatro en la Sorbona, se interesó por Antonin Artaud recién redescubierto por la crítica, hizo su tesis sobre él y trabajó intensamente, como nunca había trabajado, como ya nunca más trabajaría. Fue ayudante de Raymond Rouleau –colaborador de Artaud en el teatro Jarry– en el montaje de un Ubú encadenado y de un Tío Vania de Chéjov, mientras estudiaba los textos artaudianos en la Biblioteca del Arsenal. Se interesaba, al propio tiempo, por la arquitectura teatral, por el cine ruso, francés y americano, por la literatura de la generación beat, por la canción y por cualquier tipo de espectáculo.
.....