Las luchas del deseo
Реклама. ООО «ЛитРес», ИНН: 7719571260.
Оглавление
Felix Guattari. Las luchas del deseo
Отрывок из книги
Sobre esta edición
Félix Guattari en Chile:Sobre transiciones y captura, a más de treinta años
.....
En ese escenario, en un Chile todavía completamente sensibilizado por las heridas dictatoriales, no parece extraño que uno de los textos reunidos en Cartografías, precisamente el más extenso y quizá el que más apelaba a un registro estratégico, “Las nuevas alianzas” (coescrito junto a Toni Negri, por ese entonces exiliado en Francia y todavía acusado en Italia de ser el autor ser el autor intelectual del asesinato del primer ministro italiano Aldo Moro a manos de las Brigadas Rojas), haya omitido el subtítulo de su primer capítulo. La borradura sobre “Nous appellons communisme…” (“Llamamos comunismo…”) podría haber sido una toma de resguardo, pero no únicamente frente a los poderes, que todavía mantenían hacia finales de los años 1980 al nombre “comunismo” bajo un veto y una interdicción. También podrían haber buscado separar —puesto que hacían falta nombres en el Chile de fines de los ’80 para indicar eso que con “comunismo” se quería decir en los textos de Guattari— ese significante de sí mismo, y se haya buscado con eso preparar una circulación y recepción de sus ideas, a distancia tanto del régimen militar como del tejido de los Partidos.22
Ya en 1991, Guattari hablaba a sus interlocutores sobre la necesidad, en este escenario de fomentar el disconsenso, como modo de producir y liberar la alteridad, dado que las luchas en curso puestas en el CMI son luchas de subjetividades. Ese disconsenso sería “no sólo aceptar la diferencia del otro, sino que además desearle, trabajar para que esa diferencia se acentúe”.23 Eso sería parte de una política a la vez coherente y deseosa de la diferencia, de la singularización de las posiciones del otro”.24 El deseo de consenso habría sido, a sus ojos, una clara señal de un riesgo totalitario patente. Dado que “la subjetividad capitalista lo homogeneiza todo” se requiere “una revolución molecular [que] implica una heterogénesis de los valores”25 y de un análisis de los procesos de producción de la subjetividad que aspiren a construir “territorios existenciales”. Estos territorios existenciales no serían otra cosa que el objeto de una ecología que, ahora política, tendría que darse las condiciones de inventar su propia ecología social y mental, atenta a las microprácticas de todo tipo. Una ecología que no pasa únicamente por marcar el trazado de las relaciones entre especies y entornos, sino que también requiere la integración de una dimensión virtual e incorporal, de los acontecimientos que difícilmente se dejan captar en entramados relacionales entre individuos constituidos.
.....