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Gerardo D'Orrico. Dilo Tú Mismo
Índice
Biografia corta
Prefacio
1. Dinero, paz o dolor. Carta de verano, 31.08.2010
2. Mira como mueren los males. Antes es después, 29.09.2010
3. Te lo colorearía. Los aristócratas en el suelo, 02.11.2010
4. Baúles cercanos. Sigues siendo la libertad, 01.12.2010
5. La película que te voy a escribir. Amorosamente nosotros, 02.01.2011
6. Fai, asociación italiana. De nosotros para el resto, 01.02.2011
7. El peso real de las cosas. Letra simétrica, 04.03.2011
8. Demasiados cambios. Pedagógicamente hablando, 02.04.2011
9. Un hombre sin horario. Perpetuamente mayo, 10.05.2011
10. Júpiter, el sol más grande. Permiso o lira, 01.06.2011
11. Justificaciones reales. Julio para decir, 02.07.2011
12. Quién sabe a qué altura vuelan las gaviotas. Leer la lira, 03.08.2011
13. Otras personas. Verano dos mil once, 02.09.2011
14. Siempre las mismas cosas. Atemporalidad literal, 02.10.2011
15. El viento y el otoño son lo mismo. El juego de los espejos temporales, 06.11.2011
16. La mano de Dodi. El silencio del movimiento, 03.12.2011
17. Porque siempre lo es. Ejercicio de hoy, 24.02.2013
18. Dilo tú mismo. Ejercicio para decirlo todo, 29.03.2013
19. La velocidad de las personas. Ejercicio de hoy, 28.04.2013
20. El juego de damas y ajedrez. En marcha perpetua, 21.05.2013
Epílogo
Отрывок из книги
Gerardo D’Orrico nació en Cosenza el 6 de marzo de 1976. Después de terminar los estudios secundarios, asistí a las universidades de Arcavacata y Bolonia pero sin graduarme, tengo un buen conocimiento de informática y algunos instrumentos musicales. Mi juventud fue entre la residencia de Luzzi y Cosenza por estudios o en la ciudad natal de mi madre Villapiana sobre el mar. He hecho muchos viajes a Italia y alguien al extranjero, después de mi servicio militar ayudé a mi padre con su trabajo y me dediqué a escribir en prosa además de continuar con mi pasión por la informática y la programación de software, he creado y administro el sitio web Beneinst.it, donde todos pueden insertar las páginas de su diario en cartas, poemas, dibujos, pinturas o fotos de forma gratuita. Vivo en Luzzi donde entre otras ocupaciones e investigación para el arte tecnológico, continúo con la redacción, revisión o publicación de mis textos, hasta ahora he escrito cuatro libros en forma de diarios: 1. Lo bueno y lo malo, recuerdos 2. Un techo de cenizas 3. Ya estamos en diez minutos y 4. Dilo tú mismo.
Foto GD - 1993
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Hola todo el sol que lloran los niños, todo lo que quieras en nuestra casa ya estará en otro lugar pero incluso aquí, algunas cosas no se pueden guardar en casa, no son nuestras, solo verás lo mal que tienes alrededor de la casa. Lo tenías, entonces tener nuestro futuro parece demasiado ahora o… nunca más volverá a ser, pasa un tren o no hay más estaciones, serán muy pocos los jóvenes que siempre han estado vivos a estas alturas, un recuerdo tu corte favorito. Verás que hay un nerd más, un mal igual con el que nadie se ocupa por falta de eficiencia estatal o mal funcionamiento. Parecemos demasiado grandes o lo somos todo para nosotros y para los demás, en el pasado bastaba con aparecer y ver qué era la realidad, no se debe vivir en el mal, en el mal uno permanece inmóvil. Hoy estás vivo siempre hay el peso adecuado para objetos o personas, no puedes ir a la panadería a comprar un café, me parece mucho más lo que piensas, la gente no se toca, no se ofenden, no se hablan aunque algunos lo ves entre las palabras del discurso que te corta… ya está hecho como si uno fuera o no fuera algo, alguien.
La verdad del dolor no queda la nada, el dolor por encontrar la gente, las medicinas o las filosofías a las que acudir, sí ... aquí nadie se queda, solo nosotros o algún afilan y malvado, tal vez falso invertido e infame fascista, un poco empapado en moco no ve en lo que se convierte la verdadera ausencia de estado, la llama que prende fuego a hoy libera las artes para los próximos dos años o para salir a comer, a la montaña junto a la naturaleza ... que decir de verdad, solo a los que se interesan por su línea de productos, el pobrecito se había lastimado mucho, donde termina esa línea oscura para ingresar los códigos, una verdad para todos en el centro del color, de la vida.
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