Aferrada a la vida
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Giovanna Valls Galfetti. Aferrada a la vida
PRÓLOGO
CARTA AL DOCTOR XAVIER FÀBREGAS. Horta, 3 de diciembre de 2008
CARTA DEL DOCTOR XAVIER FÀBREGAS. Mas Ferriol, 19 de enero de 2009
POEMA QUE ME HA ACOMPAÑADO. DURANTE MUCHOS AÑOS
DIARIO
CARTA DEDICADA A MIS PADRES, XAVIER Y LUISA. Mas Mia-Dosrius, octubre de 2004
CARTA DE LUISA. París, 2 de noviembre de 2004
CARTA DE XAVIER. París, noviembre de 2004
NOTA A LUISA TRAS DECIDIR. QUE GIOVANNA SE VA A BRASIL. Horta, 3 de marzo de 2005
POEMA ELEGIDO AL AZAR. EN CASA DE ALBERT DURALL
CARTA A SANTI GONZÁLEZ. Dosrius, abril de 2005
CARTA DE XAVIER. París, 14 de abril de 2005
CARTA A XAVIER. Dosrius, 16 de abril de 2005
CARTA DE LUISA. París, abril de 2005
CARTA DE RAFA*3. 25 de abril de 2005
DIARIO
CARTA DE ALFRED* 6 de mayo de 2005
DIARIO
CARTA AL DOCTOR JOSEP MARIA FÀBREGAS. Prato Raso, 21 de mayo de 2005
CARTA A RAFA GIMÉNEZ* Prato Raso, 11 de mayo de 2005
INTEGRACIÓN DE UN TRABAJO* Prato Raso, 13 de junio de 2005
CARTA A LUISA. Prato Raso, 23 de junio de 2005
CARTA A JOSEP MARIA FÀBREGAS. Prato Raso, 12 de julio de 2005
CARTA DE ALBERT DURALL* Barcelona, 16 de julio de 2005
CARTA DE LUISA. Barcelona, 18 de julio de 2005
DIARIO DE LUISA. CUANDO GIOVANNA SE FUE A BRASIL
CARTA A MIA. Barcelona, 28 de agosto de 2005
CARTA A MIA. Prato Raso, 26 de septiembre de 2005
DIARIO*
INTEGRACIÓN DE UN TRABAJO (ESCRITO DEDICADO A MIS PADRES) Prato Raso, 14 de octubre de 2005
CARTA DE AFRA FOZ. Barcelona, octubre de 2005
CARTA DE RAFA* Prato Raso, 18 de octubre de 2005
CARTA A LILIANA PROVENZANO* Prato Raso, 31 de octubre de 2005
CARTA A LUISA. Prato Raso, 8 de noviembre de 2005
INTEGRACIÓN DE UN TRABAJO* Prato Raso, 10 de noviembre de 2005
CARTA DE RAFA* 19 de noviembre de 2005
CARTA A JOSEP MARIA FÀBREGAS. Prato Raso, 20 de noviembre de 2005
CARTA DE LUISA. París, diciembre de 2005
CARTA A LILIANA PROVENZANO* (EPÍLOGO A PRATO RASO) Amazonas, diciembre de 2005
LA TORRE DEL PUTXET. Barcelona, 8 de enero de 2006
CARTA A JORDI PALAU* (EPÍLOGO A LA ETAPA EN LA TORRE) Barcelona, 9 de marzo de 2006
CARTA A LUISA. París, 16 de febrero de 2006
DIARIO DE LUISA*
CARTA A JOSEP MARIA FÀBREGAS. Canyamars, 5 de abril de 2006
CARTA A JOSEP MARIA FÀBREGAS. Canyamars, 16 de abril de 2006
CARTA A JOSEP MARIA FÀBREGAS. Canyamars, 11 de mayo de 2006
CARTA A JOSEP MARIA FÀBREGAS. Canyamars, 24 de mayo de 2006
CARTA A LILIANA PROVENZANO* Canyamars, 10 de junio de 2006
CARTA A JOSEP MARIA FÀBREGAS. Canyamars, julio de 2006
CARTA A MARTA CUTCHET. Canyamars, agosto de 2006
CARTA A JOSEP MARIA FÀBREGAS. Canyamars, 20 de septiembre de 2006
CARTA A JOSEP MARIA FÀBREGAS. Canyamars, 11 de noviembre de 2006
CARTA A JOSEP MARIA FÀBREGAS. Canyamars, 7 de enero de 2007
CARTA A JOSEP MARIA FÀBREGAS. Canyamars, 5 de febrero de 2007
CARTA DE LUISA A LOS AMIGOS DE GIOVANNA. Febrero de 2007
CARTA A JOSEP MARIA FÀBREGAS. Canyamars, 19 de marzo de 2007
CORREO ELECTRÓNICO A JOSEP MARIA FÀBREGAS. Canyamars, 28 de marzo de 2007
CORREO ELECTRÓNICO DE PEP CUÑAT* Canyamars, 29 de marzo de 2007
CARTA A PEP CUÑAT Y OLGA CARBÓ (EPÍLOGO DE UNA ETAPA) Barcelona, 21 de abril de 2007
CARTA A JAVI* Horta, 2 de mayo de 2007
CARTA A LUISA. Horta, 20 de junio de 2007
INTEGRACIÓN DE UN TRABAJO UN AÑO. DESPUÉS DE LA MUERTE DE MI PADRE* Verano de 2007
LA MIRADA DE XAVIER VALLS* Barcelona, septiembre de 2007
CARTA A JUANITO* Horta, 22 de mayo de 2008
CARTA A JAVI* Horta, 27 de agosto de 2008
CARTA A LUISA. Horta, 16 de octubre de 2008
CARTA A MARGA* Horta, 13 de abril de 2009
CARTA A LUISA. Horta, 13 de abril de 2009
CARTA A LUISA. Horta, mayo de 2009
CARTA A MANUEL VALLS. Horta, mayo de 2009
EPÍLOGO. de. LUISA GALFETTI
ANEXO. Marzo de 2011
Отрывок из книги
Dedicatoria
Prólogo, del doctor Josep Maria Fàbregas
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Corría el año 1999, todavía no estaba fichada por la policía, todavía no cometía hurtos, todavía tenía ánimo para seguir adelante. Y mis padres me convencieron para que fuese a una comunidad, cerca de Manresa, Can Solà de la Vall. Lo acepté porque quería huir de una superficie vacía. Allí me encontré con gente como yo, con los mismos problemas, y poco a poco, con terapias y buena voluntad, disciplina y constancia, me renové, me reencontré, disfruté de la calidad de vida que necesitaba. Pasé allí cuatro meses, a menudo entraba y salía del hospital, todo giraba alrededor de mis enfermedades. Pero pensaba que había vencido al dolor. Estábamos en plenas navidades, ya me habían diagnosticado mediante una biopsia la hepatitis C y sabía que en las entrañas llevaba las sentencias pendientes. Veía a mi familia cuando podía, y siempre, siempre fueron partidarios de todo lo que decidía hacer con mi vida. Pero en una comunidad hay que ir para curarse, dejarse ayudar y no quejarse. Sobre todo, si tienes unos padres que se dejan la piel para pagarte una comunidad privada y que no abandonan la lucha contra la droga. Solo mis padres podían dar armonía a mi vida. Ellos asintieron, crearon cohesión. También sufrieron mucho. Pero nunca me abandonaron, pues confiaban en que yo amaba la vida y me aferraba a ella. Pues la voluntad y la fe tampoco me abandonaron.
Sin embargo, me equivoqué de nuevo. Aprovechando la nieve que había dejado la masía sin calefacción ni agua caliente, con los pacientes alterados porque los terapeutas estaban de vacaciones, nos sentimos solos, a ocho grados de temperatura, y unos cuantos nos fugamos, siete u ocho personas; fue un fallo por parte de los responsables y una debilidad de quienes huimos. Además, me marché medio enamorada de un hombre que ya había salido pero que no había recuperado el norte. Aun así, en mi casa siguieron proporcionándome lo que necesitaba. Volvieron a arreglarme el piso de Petritxol, le hicieron un buen lavado de cara. Y allí me instalé de nuevo con un compañero, ex alcohólico pero noble y trabajador, que era ingeniero. El primer mes nos fue muy bien y entramos en el año 2000 juntos y limpios. Entonces empecé con el interferón para la hepatitis C. Él viajaba mucho y de repente me encontré sola, enferma, sufriendo la quimioterapia, y mi debilidad me llevó de nuevo a Can Tunis. En el barrio no había cambiado nada. Los yonquis, con una falsa ternura, empezaron a llamar al timbre de mi casa. Se veía venir. Debilitada, después de cuatro meses limpia, la mezcla de heroína y cocaína entró en mis venas inquietas, sentí en la sangre una mezcla de complacencia, de incógnita, de secesión, de efusividad y euforia. Fui yo quien tomó la decisión y a partir de ese momento el descenso a los infiernos también lo provoqué yo.
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