Lecciones sobre la Analítica de lo sublime: (Kant, Crítica de la facultad de juzgar, § 23-29)
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Jean-Francois Lyotard. Lecciones sobre la Analítica de lo sublime: (Kant, Crítica de la facultad de juzgar, § 23-29)
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Prefacio del autor
Abreviaturas utilizadas
I. La reflexión estética. 1. El sistema y el sentimiento
2. La sensación como tautegoría
3. Lo «subjetivo»
4. La temporalidad estética
5. La heurística
6. La anamnesis
7. Reflexión y categoría en los dominios teórico y práctico
8. Reflexión y categoría en el territorio estético
II. Comparación de lo sublime con el gusto. 1. ¿Por qué una Analítica de lo sublime?
2. Lo bello y lo sublime comparados por la cualidad. y la cantidad del juicio
3. La animación
4. Lo bello y lo sublime comparados por la relación (finalidad) y la modalidad del juicio
5. Continuidad y discontinuidad entre lo bello y lo sublime
III. Examen categorial de lo sublime. 1. Cantidad y magnitud
2. De la cantidad a la modalidad por la relación
3. Matemático y dinámico
4. La cualidad, nuevamente
IV. Lo sublime como síntesis matemática. 1. La «comprensión» es «medida»
2. La «composición» es infinita
3. El infinito no es «comprensible» como un todo: el miedo
4. Lo infinito es pensable como un todo: la exaltación
V. Lo sublime como síntesis dinámica. 1. Intento de resolución del diferendo por la mediación ética
2. Intento de resolución del diferendo por una «dialéctica»
3. La síntesis dinámica de la causa y de lo condicionado
4. Necesidad de la síntesis de las sensaciones. en el sentimiento sublime
5. Heterogeneidad de las sensaciones del tiempo. en la síntesis sublime
VI.Algunos signos de la heterogeneidad. 1. La resistencia
2. La presentación negativa
3. El entusiasmo
4. La simplicidad
VII. Estética y ética en lo bello y lo sublime. 1. Las satisfacciones
2. Lo bello, símbolo del bien
3. La analogía de lo bello con el bien argumentada lógicamente
4. El nervio de la argumentación teleológica
5. Interés de facultad y primado de lo práctico
6. Una novela de familia de lo sublime
7. La teleología en lo bello y lo sublime
8. El sacrificio sublime
VIII. La compartición del gusto16. 1. Exigencia de compartición universal
2. Exigencia de compartición necesaria
3. Vacilación sobre la exigencia
4. Localización del principio que fundamenta la exigencia
5. Solución de la antinomia del gusto
6. Las Ideas-límites
7. El sustrato supra-sensible
8. El procedimiento de la compartición
IX. La compartición del sentimiento sublime. 1. Una compartición mediatizada
2. El otro sentimiento
3. El otro objeto
4. El sentimiento estético que inspira el juicio moral
Índice
Отрывок из книги
Catherine Malabou
Era otro tiempo. Un tiempo donde Kant aún ejercía sobre la comunidad filosófica un real poder de sideración. Durante los años 80, Kant ya no era solamente el filósofo de lo sublime, sino el filósofo sublime, capaz de transportar el espíritu más allá o más acá del umbral de la racionalidad hasta confrontarlo con su otro, es decir consigo mismo en tanto que otro consigo mismo, otro de sí mismo. Y capaz de asegurar en ese transporte un porvenir histórico casi infinito. En efecto, cada época ahora sería libre, después de Kant y gracias a él, de determinar el sentido de lo sublime a la luz de su actualidad específica.
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Conviene ahora examinar las consecuencias para el pensamiento y para el texto críticos del otro rasgo característico de la reflexión, aquel que he llamado heurístico. Es poco decir que la reflexión acompaña, en calidad de sensación, todos los actos del pensamiento: ella los guía. Poco decir, también, que ella transita a través de la tópica de las esferas de las facultades: ella la elabora. Y todavía poco decir que ella se elabora a sí misma de manera transparente en la estética en lo que esta tiene de subjetiva: la reflexión es también el laboratorio (subjetivo) de todas las objetividades. Bajo su aspecto heurístico, la reflexión parece entonces ser el nervio del pensamiento crítico en tanto que tal.
Es bajo el aspecto heurístico que Kant la introduce desde la primera Crítica, en el Apéndice de la Analítica de los principios (KRV, 232-249; 309-331). Llama reflexión, Ueberlegung, «el estado del espíritu en el que nos preparamos primero a descubrir, ausfinding zu machen, las condiciones subjetivas que nos permiten llegar a conceptos» (ibid., 232; 309). El texto está ampliamente dedicado a la crítica de la filosofía intelectualista, la de Leibniz momentáneamente. Manteniéndose fiel a la inspiración que gobierna la Estética transcendental, Kant recuerda aquí que los fenómenos no son objetos en sí y que es necesario repatriar en el territorio que pertenece a la sensibilidad un cierto uso de «conceptos» que Leibniz atribuye por error al puro entendimiento.
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