Políticas culturales: acumulación, desarrollo y crítica cultural
Реклама. ООО «ЛитРес», ИНН: 7719571260.
Оглавление
John Kraniauskas. Políticas culturales: acumulación, desarrollo y crítica cultural
Índice
Introducción
1. La globalización es ordinaria: la transnacionalización de los estudios culturales[*]
El consumo sin producción
La “cultura crítica”
El circuito de la cultura
El “giro cultural”: la globalización y la transnacionalización de los estudios culturales
2. La “hibridez” en un marco transnacional: perspectivas latinoamericanistas y poscoloniales en los estudios culturales[*] Otros tiempos
Tiempo híbrido
Enunciación y disyunción
Disyunción y negación
Desfase temporal
Tiempo histórico diferencial
Heterogeneidad multitemporal
Tiempos fronterizos
3. El “trabajo” de la transculturación: cultivar, traducir, acumular[*]
El “trabajo” de la transculturación
Traducción y reducción
4. Imperio, o multitud[*] Imperio
Valor y rechazo
Valor y éxodo
Valor y afecto
¿Crítica desde abajo?
5. Diferencia y desarrollo: sobre la acumulación espiritual y la política de la libertad[*]
Desarrollo
Inversiones materialistas
La interrupción de Althusser
Coyuntura y disyunción
6. El (pos)marxismo político: notas sobre Ernesto Laclau[*]
Epílogo. Desarrollos anómalos, retóricas populistas: Ernesto Laclau (1935-2014)[*]
Retórica
Populismo
Lucha Obrera
Fuentes
Agradecimientos
Notas. Introducción
1. La globalización es ordinaria..
2. La “hibridez” en un marco transnacional..
3. El “trabajo” de la transculturación..
4. Imperio, o multitud
5. Diferencia y desarrollo..
6. El (pos)marxismo político..
Epílogo
Créditos
Catalogación en la fuente
Producción
Отрывок из книги
Acumulación, desarrollo y crítica cultural
.....
Los capítulos siguientes en el volumen se enfocan en una gran variedad de prácticas significantes regulativas, concentrándose mayoritariamente en formas visuales icónicas de alocución (address) —tan importantes para el psicoanálisis— y cuestiones relativas a la mirada y la exhibición (display) en la fotografía francesa de la posguerra (Peter Hamilton), museos (Henrietta Lidchi), telenovelas (Christine Gledhill), publicidad para el “nuevo hombre” (Sean Nixon) y espectáculos de “raza” coloniales y poscoloniales (Hall). En “The Body and Difference” (Woodward, 1997: 63-107), Chris Shilling destaca la extraordinaria importancia que ha tenido para los estudios culturales contemporáneos la antropología social de Pierre Bourdieu con sus reflexiones sobre el “capital físico”, y nos aconseja que no olvidemos las configuraciones históricas y sociales de la “encarnación” más allá de lo puramente semiótico. De esta manera, además de las investigaciones específicas contenidas en la serie, también está evocando una historia intelectual de los estudios culturales: desde Williams y Barthes en las décadas de 1960 y 1970, hasta Bourdieu y Foucault en la de 1980.[19]
En un sentido muy real, las críticas tanto feminista como antirracista dejaron al descubierto que el concepto crítico de cultura era, a su manera, completamente ideológico —en consecuencia, no lo suficientemente crítico de la concepción dominante, con la cual, ahora, se veía coludido—, en la medida en que reificaba relaciones de poder constituidas históricamente —el paradigma del blanco, varón e inglés— como algo natural (Gilroy, 1987; McRobbie, 1980). De forma que, aunque mantenían una actitud crítica contra la ceguera ideológica del marxismo occidental, aun así compartían su preocupación por las distorsiones que la ideología generaba; y esta última ahora se veía como un indicador del dominio basado en género, etnia y clase. De forma similar, si bien criticaban la identidad monolítica implícita de la cultura —por ejemplo, “el pueblo”, “la nación”, “la comunidad”— evocada por el culturalismo británico, no dejaban de compartir su afán democratizante por rescatar experiencias que habían sido borradas del registro histórico. En este sentido, cuando fue desvelada la ideología de su concepto de cultura, los estudios culturales se radicalizaron potencialmente dentro de un paradigma transformado (que llegaría a incluir la crítica antirracista del feminismo y la crítica feminista del antirracismo). Pero está claro que ambas formas de crítica, como era lógico, desmontaron el concepto crítico de cultura dando origen a una política académica de la identidad centrada en las reivindicaciones étnicas y de género. Éste sigue siendo el paradigma dominante en la disciplina, sobre todo en Estados Unidos.[21] Curiosamente, la serie de tomos de nuevo se resiste a adoptarlo, en parte por la invocación de la multideterminación compleja y la contingencia, hecha a través del circuito de la cultura, y en parte debido a las transformaciones percibidas en el paradigma de la identidad, a su vez asociado con la idea de la globalización, incluyendo la suya propia, que se produce bajo la forma de “hibridez”.
.....