La madurez del cine mexicano
Реклама. ООО «ЛитРес», ИНН: 7719571260.
Оглавление
Jorge Ayala Blanco. La madurez del cine mexicano
Prólogo
1. La madurez summa
La madurez vanguardista
La madurez paródica
La madurez ambientadora
La madurez merenguera
La madurez macabrona
La madurez burlobviota
La madurez correlativa
La madurez adúltera
La madurez repetitiva
Lado A: La madurez repetitiva acogedora
Lado B: La madurez repetitiva duplicada
La madurez exasperada
La madurez suplantadora
La madurez jamona
2. La madurez prima
La madurez desmadrosa
La madurez pederasta
La madurez fugitiva
La madurez zoomórfica
La madurez gangrenada
La madurez asfixiada
La madurez retornante
La madurez energuménica
La madurez medular
La madurez expiatoria
La madurez weblevantisca
La madurez apropiadora
La madurez poseída
La madurez rompecabezas
La madurez inexplicable
La madurez fenoménica
Lado A: La madurez fenoménica infinita
Lado B: La madurez fenoménica similar
La madurez sensorial
La madurez multiaceptante
La madurez antiprofética
La madurez nómada
La madurez entredevoradora
La madurez clasista
La madurez malaventurada
La madurez bañista
La madurez sugerente
La madurez acústica
La madurez armamentista
La madurez asaltabancos
3. La madurez secunda
La madurez desolada
Lado A: La madurez desolada laboral
Lado B: La madurez desolada deambulatoria
La madurez solitaria
La madurez remordida
La madurez desamorosa
La madurez insatisfecha
La madurez sustitutiva
Lado A: La madurez sustitutiva amorosa
Lado B: La madurez sustitutiva plañidera
La madurez esquelética
La madurez chavorruca
La madurez gerontófila
La madurez culpable
La madurez autoaceptante
La madurez afligiente
La madurez muxesensual
La madurez sibilina
4. La madurez documenta
La madurez fotográfica
La madurez futbolera
La madurez mitotera
La madurez idólatra
La madurez menesterosa
Lado A: La madurez menesterosa vagabunda
Lado B: La madurez menesterosa sitiada
La madurez narcocorrida
La madurez intrafronteriza
La madurez preapocalíptica
La madurez abestiada
La madurez suprasórdida
La madurez albergadora
La madurez reivindicadora
La madurez varada
La madurez incomprensiva
La madurez cautivante
5. La madurez mínima
La madurez horrorífica
La madurez persistente
La madurez silenciosa
La madurez estremecida
La madurez acuciante
Lado A: La madurez acuciante embarazada
Lado B: La madurez acuciante transubjetiva
6. La madurez feminea
La madurez feminocentona
La madurez femicunera
La madurez femiaberrante
La madurez femicasadera
La madurez femicabrona
La madurez femideteriorante
La madurez femibélica
La madurez femiobesa
La madurez femihipócrita
La madurez femipotencial
La madurez femindómita
La madurez femirreactivante
La madurez femiexpósita
La madurez femihipertricótica
La madurez femitaimada
El contenido en una ojeada. Directores
Películas
Aviso legal
Отрывок из книги
La madurez del cine mexicano
Miradas en la Oscuridad
.....
La madurez macabrona sólo conoce como formas relacionales posibles a la cogida soft que siempre parece perversión así sea entre tres o entre aparentemente sólo dos (en el plano del acercamiento y contacto físicos) y al pendejeo neto y excluyente (en el plano del acercamiento y el contacto verbales), lo cual replantea una presencia inminente e impositiva de los personajes, siempre reducidos conductual, behaviourista y antipsicológicamente, porque han sido construidos sobre una inminencia casi abstracta, transparente y fugitiva a la vez, una inminencia que se solaza contemplando a ese chavo visiblemente perturbado cual héroe labordiano perfecto al refugiarse de pronto y por mero instinto adolorido en la asfixiante soledad mentalista de Cu4tro paredes (Laborde, 2010) y materialmente atrincherarse tras la exasperación de ellas, una inminencia de mosca entre las moscas que surcan por turno el rostro del chavo abrazando a su muñeca de labios purpurinos también hollados o las extremidades de su fornido cuerpo continuamente al desnudo (esas moscas que merecen figurar entre los mejores intérpretes del establo labordiano), una inminencia que prefiere comunicarse y sentir apego hacia un maniquí desmontable por encima de los seres vivos al cortejarlo y apapacharlo y recibir de su pasta un tieso afecto corporal y destruirlo en un arrebato y envolverlo furioso bajo desfiguradoras tiras pegajosas de cinta canela en la boca y por todas partes que lo deshacen y roen y degradan de inmediato hasta un nivel rojicorroído y putrefacto, una inminencia cuya consistencia misteriosa e inquietante proviene del inclasificable Sin destino (1999) del mismo realizador y se ha sostenido a lo largo de sus numerosas cintas posteriores, aún en sus recodos más entrañables (Un secreto de Esperanza, 2002-2004) o sus devaneos más cienciaficcionales o abiertamente fantásticos (Angeluz, 1997-2001), una inminencia que se descubre invariable y maltrecha a imagen y semejanza de su protagonista-pivote de la ficción.
La madurez macabrona resume y rezuma, padece y disfruta los peores defectos y los mejores aciertos (¿o eran los mejores defectos y los peores aciertos?) del cine intuitivo del salvajemente autodidacta Laborde capaz de caer en pavorosos desbarrancaderos formales, así como de explotar provechosamente sus ideas geniales: expresivas, dramáticas, brillantes dentro de una búsqueda quasi hiriente de la opacidad y la miniatura desmesurada, contándose entre los primeros ese constante recurso de la cámara más o menos borracha pero siempre en la mano como sinónimo de inquietud permanente o inmitigable zozobra interior de los personajes socavados, ese empleo indiscriminado de disolvencias y cadenas de disolvencias y sobreimpresiones ad nauseam (ante todo al principio, en el relamido arranque inflasecuencias) que no permiten ver la película ni disfrutar de la efusión de los cuerpos así escamoteados (ímpetus calenturientos, recorrido de pieles ardorosas, enhiestas tetas duras como piedras, coitos con el calzón puesto) ni apreciar apenas la exactitud de encuadres y visiones, y al último pero no lo más insignificante, ese uso súbito de facilonas hiperfragmentaciones amorperrunas en las escenas clave de violencia (sobre todo en la ultimación matricida), y así, de manera delicuescente, amén.
.....