El pasado cambiante

Реклама. ООО «ЛитРес», ИНН: 7719571260.
Оглавление
José María Gómez Herráez. El pasado cambiante
Отрывок из книги
EL PASADO CAMBIANTE
HISTORIOGRAFÍA Y CAPITALISMO SIGLOS XIX Y XX(1875-1909)
.....
Los recursos que el científico utiliza para convencer son numerosos y difieren según la disciplina concreta. No en todas existen, por ejemplo, las mismas reglas en el uso del lenguaje, aunque la voluntad de hacer una ciencia universal hace preferir los estilos austeros y simples, lo que, por otra parte, en la actualidad, constituye una ventaja para los investigadores no angloparlantes dada la usual exigencia, también, de expresarse en inglés. Otras directrices se refieren al modo de presentar los argumentos propios, que deben conectarse a los parámetros generales establecidos, aunque ello pueda suponer su deformación y, por tanto, un alejamiento de lo que verdaderamente se desearía transmitir. En relación con esto, las citas se convierten en uno de los factores más característicos. Preferentemente, se convocan en el trabajo a grandes autoridades, a nombres de prestigio, aunque sus ideas sólo de forma marginal se relacionen con las expresadas o no se basen en profundas indagaciones personales sobre el tema. Como manifiesta B. Latour (1992: 33), especialmente interesado en estas estrategias técnicas, las citas pueden ser rutinarias, de mera identificación con un colectivo, o pueden resultar erróneas, estar mal interpretadas o no tener otro fin fundamental que el de alardear. En esa línea que, quizá, halla su culmen de artificiosidad si se usan algunos títulos sólo para el engrosamiento de la bibliografía final, también pueden actuar otros móviles sobrevenidos, como las relaciones de camaradería, la mayor difusión de determinados escritos o el mero azar. Al criticar los métodos bibliométricos de evaluación de la investigación, E. Primo (1994: 246), que también apunta el simple formulismo o la mera búsqueda de prestigio que a menudo orientan las citas, considera asimismo un elemento disuasorio: no se mencionan aquellos trabajos que pueden ensombrecer la originalidad del propio. También aquí se pueden sumar otros aspectos de carácter repelente: se eluden productos de desconocidos, no validados a través de los cauces «normales» del colectivo correspondiente, ni tampoco aquéllos que contrarían de forma contundente las ideas defendidas.
Pero, además de estas pautas y de esta colección de referencias, el texto debe venir a matizar o a aportar algo nuevo a lo ya acatado, sin contradecirlo de forma flagrante. Un cambio de tonalidad o de perspectiva puede ser suficiente y mucho más aceptable por la comunidad científica que un intento de fuerte ruptura. La labor es difícil por su paradoja interna: es necesario aportar algo y conviene parecer novedoso, pero, en el fondo, no se deben alterar sustancial-mente las verdades básicas vigentes. Además, la posibilidad de refutaciones, sobre todo al poder convocar a menos nombres de prestigio y apelar a menos pruebas, hace transitar al científico con cautela entre algunos argumentos y, en consecuencia, lo lleva a exponer varias ideas como hipótesis susceptibles de contraste o como fenómenos abiertos a una indagación posterior. De este modo, el investigador suscribe un seguro contra las críticas inevitables que aparecerán de ser tenido en consideración. La prudencia y la modestia se cargan, así, de un claro sentido racional.
.....