Отрывок из книги
Este libro lo dedico a tu vacío, ese que habita en ti… Ahí donde nacen tu pelo, tus uñas, ese que ni conoces. Te lo quiero presentar: es ese “yo” eterno que TODOS somos…
Quiero dedicarle este libro también a unos zapatos, unos mocasines negros, que mi madre me compró por Club, en Medellín, en almacenes Dora, la del Giovanni, en el barrio San Juan. Eran los únicos zapatos que tenía para ir a estudiar, los tenía rotos, sí, pero nadie se daba cuenta. Por encima se veían en perfectas condiciones, pero por debajo estaba el roto. Nunca se me va a olvidar la sensación cuando llovía y el agua se me metía por la media, esa sensación de humedad. No era perceptible a la vista de los demás, como muchas de nuestras heridas o pedazos rotos, esos que a veces duelen o faltan en nuestro interior. Hoy los invito a que recuerden si algún día tuvieron los zapatos rotos, pues esa fue una de mis mayores inspiraciones. Que nunca más en el mundo alguien tenga los zapatos rotos, que nunca más en el mundo nadie tenga que sufrir por caminar descalzo, porque el tesoro sos vos. Vení, vení, ponéte bonito.
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Siempre he creído que estar presente es lo justo contigo mismo y con los demás, estar presente ayuda a generar satisfacción, es el regalo más poderoso de los seres humanos, la presencia, el sentido que le das a las cosas. Cuando estás buscando un regalo para alguien por una ocasion especial, encuentras algo material, lo adquieres y lo envuelves de una manera muy bella, hasta le puedes colocar un moño, cuando ya vas a entregar el detalle a la persona ese regalo se convierte en presente. Materialmente se llama regalo, pero el regalo más grande que le puedes dar a otra persona es estar presente, porque es el momento en el que brillas, es el momento en el que estás en el vacío, es el único momento donde puedes estar con alguien más de manera consciente, lo llaman Mindfulness. Jesucristo lo decía: “No soy yo, es Él “. De igual manera, déjale todo a Él.
Recuerdo perfectamente cuando pasaban los días de haber iniciado este proceso de ser profesor con las clases de indoor cycling.Yo tenía una compañera, una novia de la época, le comenté que la gente hacía fila por recoger una ficha temprano para la clase de los sábados, una que hacíamos de manera especial durante una hora y media, acompañados de un profesor que se llamaba Felipe Zapata. Le dije a mi novia que le quería mostrar porqué la gente hacía fila y le hice una clase personalizada. Terminando la clase, ella me expresó: “A mí esta clase no me gustó”, de una manera muy despectiva. Y ahí aprendí que el miedo a perder lo hace a uno perder. Hoy en día ya no estoy con ella y le deseo lo mejor, y que la vida la proteja y la guarde, pero el ego se encargó de apartarme de ella, se encargó de llenarla de miedos y de celos, y de ahí salio la frase: “El miedo a perder te hace perder”. Es que afuera no hay nadie mejor que vos, tienes que comprenderlo, pero cuando entiendas que no hay nadie a quien le vas a ganar más que a ti mismo, lograrás todo.
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