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Laura Landra. Cómo conservar fruta y verdura
Introducción
Los métodos de conservación de los alimentos
Desecación
Ahumado
Salazón
Conservar en vinagre
Conservar en aceite
Conservar con frío
Conservar con alcohol
Conservar con calor
Conservar con azúcar
Los utensilios necesarios
Cómo elegir y preparar frutas y verduras
Pequeños trucos para sortear cualquier inconveniente
Los peligros de las conservas
El tomate y sus recetas
Preparaciones especiales
Recetario
Aceite aromatizado
Albahaca en aceite
Albaricoques a la naranja
Alcachofas en aceite
Arándanos al vino
Berenjenas y calabacines ácidos
Castañas al aguardiente perfumado de limón
Cebolletas en aceite
Cebolletas agridulces
Cebolletas en vinagre
Cerezas en alcohol
Cerezas confitadas
Chow-chow
Chutney de hinojo y pasas
Chutney de mango
Ciruelas en alcohol
Ciruelas en almíbar
Coliflor en aceite
Coliflor al zumo de limón
Condimento para pescados
Confitura de albaricoques
Confitura de albaricoques al limón
Confitura de arándanos
Confitura de cerezas
Confitura de cerezas negras
Confitura de cerezas negras al vino tinto
Confitura de ciruelas claudias
Confitura de frambuesas
Confitura de fresas
Confitura de fresones
Confitura de frutos del bosque
Confitura de guindas
Confitura de higos
Confitura de higos negros con almendras
Confitura de manzanas con cítricos
Confitura de manzanas con miel
Confitura de manzanas reinetas
Confitura de melocotones
Confitura de moras
Confitura de moras a la menta
Confitura de naranjas
Confitura de peras
Confitura de peras con piñones
Confitura de picotas
Confitura de piña
Confitura de ruibarbo
Confitura de tomates verdes
Crema de cebollas
Crema de coliflor picante
Crema de hinojo
Espárragos en aceite
Espárragos en vinagre
Fresas al sol
Gelatina de albaricoques
Gelatina de albaricoques borracha
Gelatina de briñones
Gelatina de cerezas
Gelatina delicada con azÚcar de caña
Gelatina de fresas
Gelatina de frutos del bosque
Gelatina de grosellas
Gelatina de guindas
Gelatina de limón
Gelatina de manzana y membrillo
Gelatina de manzanas silvestres
Gelatina de melocotones
Gelatina de membrillo a la canela
Gelatina de menta
Gelatina de naranjas
Gelatina de peras
Gelatina de ruibarbo y manzanas
Guindas al coñac
Guindas al sol
Jarabe de almendras
Jarabe de cidra
Licor de chocolate
Licor de corteza de limón
Licor de frambuesas
Licor de limón
Licor de mandarinas chinas
Licor de menta
Licor de naranja amarga
Macedonia borracha
Mandarinas al sol
Manzanas en almíbar al vino tinto
Melocotones en almíbar
Mermelada de albaricoques
Mermelada de briñones
Mermelada de calabaza
Mermelada de castañas
Mermelada de ciruelas
Mermelada de cuatro frutas
Mermelada de frambuesas
Mermelada de fresas
Mermelada de fresas al aroma de vinagre
Mermelada de limones
Mermelada de limones y pomelos
Mermelada de naranjas al ron
Mermelada de ruibarbo y jengibre
Pasas al aguardiente
Pastelillos de gelatina de albaricoque
Peras al aguardiente
Peras en almíbar
Piccalilli
Piña confitada
Puerros agridulces
Robellones en aceite
Sal aromática a las hierbas
Sal aromática al hinojo silvestre
Sal aromÁtica para pescados a la sal
Salsa agridulce de grosellas y arándanos
Salsa de alcachofas
Salsa de arándanos
Salsa de fresas
Salsa de fresas con cebolletas
Setas a la campera
Uvas en alcohol
Vinagre al ajo
Vinagre a la frambuesa
Vinagre a la menta
Vinagreta dulce de frambuesas
Отрывок из книги
Lo que suele denominarse «arte de las conservas» debería llamarse en realidad «la paciente y esmerada tarea de la conservación». De hecho, el arte presupone creatividad, y en el campo de las conservas es difícil ser creativo, porque el hombre siempre ha tratado de conservar alimentos. Por el contrario, lo que sí es cierto es que requiere mucha paciencia y un método muy escrupuloso en las operaciones para garantizar el resultado final.
Hay diversos factores que pueden echar a perder una preparación: una limpieza deficiente, una cocción apresurada, una mala dosificación de los conservantes o cierta negligencia (por ejemplo, errores en el proceso de enfriamiento o en la elección del lugar adecuado para dejar reposar la conserva). El placer de preparar conservas caseras se debe a la posibilidad que ofrece de recluir en un tarrito aromas y sabores de una estación, para poder degustarlos al cabo del tiempo en buena compañía. Así, este tipo de conservas gratifican tanto a quien las prepara como a quien las consume.
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Pasado el tiempo previsto para las verduras que estamos esterilizando, dejaremos enfriar por completo los tarros en el agua y luego los colocaremos en la estantería.
* en olla normal
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