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Leandro Vesco. Desconocida Buenos Aires. Historias de frontera
Prólogo
Doña Irma. y sus ravioles perfectos
Stella Maris. y las mermeladas de Las Flores
Judith Caldiroli, la bailarina que fundó una biblioteca en una cancha de bochas
Las fabricantes de alfajores de Estaful que endulzan a un pueblo
Karina Graff, la directora de la escuela que mantiene vivo a un pueblo
Betina Álvarez y su panadería de horno a leña que perfuma a Pellegrini
Mónica Tortone, la maestra que vive sola en la frontera
Mira-Mar, la pulpería. de cuatro generaciones
Almacén Vulcano, la esquina que fundó a un pueblo
Posta Pampa, la familia. de los salames perfectos
La pulpería bicentenaria de Mar Chiquita
Sol de Mayo, una pulpería con alma nacional
Pulpería de Payró, una esquina donde los sentimientos mandan
Almacén San Francisco, el boliche de adobe con alma comunitaria
Casa Gallo, el almacén que le gana al mundo moderno
Don Pascual, el comedor de campo de un pueblo perfecto
El Crisol, un almacén de chapa con historias
La Montaña, un viejo galpón serrano que renació como pulpería
Bocayuva, la pulpería donde el Gauchito Gil y Jesús se dan la mano
Lo de Gutiérrez, el almacén de ramos generales sobreviviente
Mauricio Hirsch, viejo almacén de los nuevos pioneros
Lo de Tarugo, un boliche de amistades eternas
Bodegón rutero de Chicote, antigourmet y abundante
El Polaco, un boliche donde el código es disfrutar
Puesto El 17, el alma de los sabores criollos
El Bar de Tato, donde se refugian los recuerdos del Volga
Gonzalo Fuentes, el hombre que apuesta por los pejerreyes
Bar El Cerro, el refugio de los picapedreros
Fredy Fässler, el guardián del secreto del queso gouda
Yamay, una propuesta. de permacultura en la pampa florense
El Churrinche, el hospedaje que quiere ser reserva natural
Adelmar Funk, el hombre que protege a los animales en América
Salliqueló, el pueblo grande que sueña con árboles
Huerta Primitivos, un arca de Noé de verduras en Pigüé
Kurache, el hostel ecológico de Tandil
Granja El Pehuenche, la resistencia agroecológica
Laguna La Salada, el oasis de los atardeceres inolvidables
Laguna La Petrona, el nacimiento de un nuevo paraíso
Oscar Pagliai, el mecánico que decidió dedicarse a la huerta
Villa Lía, un pueblo abierto
Ernestina, un pueblo que no quiere desaparecer
San Emilio, un pueblo pequeño que se despereza
Moctezuma, la cuna del Toro Mouras
Germania, un pueblo modelo de la frontera
Hotel rutero El Bosque, un puerto en tierras de Pellegrini
Arroyo Venado, el pueblo del árbol solo
El monasterio bizantino de Pigüé, donde el tiempo se detuvo en el año 1000
Piñeyro, un pueblo refundado por un club
Bordenave, un espacio de encuentro entre libros y lectores
Tres Picos, un pueblo que vive del sol
Pipinas, un pueblo que late al ritmo de su cooperativa
Aparicio, donde una escuela es el motor del pueblo
Santo Domingo, el pueblo donde fabrican agua
Energía, el pueblo donde una escuela recuperó los sueños
Pontaut, el pueblo orgulloso de su presente
Coronel Suárez. y su último herrero artesanal
El Trigo, donde hay 50 felices habitantes
Cura Malal. y su jinete Mingo Silvera
Pedro Luro. y sus termas de aguas rojas curativas
Juan Nepomuceno Fernández, el pueblo de los mejores cuchillos