***En la lista de los Mejores Libros del Año 2019 según NPR*** Cuando Liz Phair irrumpió en la escena musical independiente a principios de los noventa con su controvertido doble álbum «Exile in Guyville» —su particular respuesta, tema a tema, al célebre «Exile on Main St.» de los Rolling Stones—, su sinceridad descarnada, sexualidad sin tapujos y talento como escritora de canciones lo convirtieron en un disco fundamental del rock alternativo y en manifiesto generacional. Siguiendo la estela de otros iconos del rock como Patti Smith o Kim Gordon, Phair compone una original autobiografía a partir de diecisiete momentos clave de su vida a modo de cuentos morales que transpiran miedo, dolor, rabia, humor, sentimiento de culpa o patetismo a partes iguales. Sin hacer concesiones y dejando de lado la habitual autocomplacencia de las estrellas del rock, Phair hurga en las cicatrices que ha dejado una vida consagrada a la creación para concluir que son las traiciones —padecidas o infligidas— las que nos conforman como seres humanos.
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Liz Phair. Historias de terror
Prólogo
Capítulo 1 Tirada
Capítulo 2 Abajo
Capítulo 3 Red Bird Hollow
Capítulo 4 Magdalena
Capítulo 5 Tres malos augurios
Capítulo 6 Obra de amor
Capítulo 7 Apagón en Nueva York
Capítulo 8 Allanamiento en la Casa Azul
Capítulo 9 Sujétame esto
Capítulo 10 La amante del Diablo
Capítulo 11 Tormenta de nieve en Nueva York
Capítulo 12 Trifulca en Shanghái
Capítulo 13 Terapia surf
Capítulo 14 Hashtag
Capítulo 15 En voz baja
Capítulo 16 Experiencia como clienta
Capítulo 17 Despedidas
Nota de la autora
Agradecimientos
Notas
Índice
Отрывок из книги
EDGAR ALLAN POE
El día que murió Prince me llamó mi mánager. Yo había salido de gira con los Smashing Pumpkins y estaba haciendo de telonera en solitario en óperas de todo el país. Él y yo teníamos otros temas que tratar, pero como es natural la conversación derivó hacia Prince y todos los demás artistas a los que habíamos perdido en 2016. Aquel pareció ser un año en el que se extinguieron un número desproporcionado de estrellas del firmamento musical. En cierto momento, bromeamos diciendo que había llegado la Ascensión de los Justos y que Dios estaba montando un supergrupo. Pero por debajo de nuestra ligereza, tamborileaba una sensación de apremio.
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Empiezo a desplazarme por la rama, estirando cuidadosamente un pie hacia la rama que tengo debajo. Cuesta mucho más bajar que subir.