Cervantes y el trasfondo jurídico del Quijote

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Luis María Cazorla Prieto. Cervantes y el trasfondo jurídico del Quijote

CERVANTES Y EL TRASFONDO JURÍDICO DEL QUIJOTE

Contenido

Nota de autor

Prólogo

I. Introducción

II. El oficio de las letras frente al de las armas como mecanismo desarrollador de la perspectiva de lo jurídico en el Quijote

I. CONSIDERACIONES INTRODUCTORIAS

1. MUY BREVE REFERENCIA AL PERSPECTIVISMO ORTEGUIANO APLICADO AL QUIJOTE

2. ¿QUÉ CONSTITUYE EL OFICIO DE LAS LETRAS DESDE LA PERSPECTIVA CERVANTINA DEL QUIJOTE?

3. LA OPINIÓN QUE MERECE EL OFICIO DE LAS LETRAS DENTRO DE LA PERSPECTIVA CERVANTINA PLASMADA EN EL QUIJOTE

III. Los numerosos contactos de Cervantes con episodios de carácter jurídico que alimentarán facetas del Quijote

I. INTRODUCCIÓN

1. INTRODUCCIÓN

2. CON RELACIÓN A JUAN DE CERVANTES, SU ABUELO

3. CON RELACIÓN A RODRIGO DE CERVANTES, SU PADRE

4. YA EN MADRID, EL MALHADADO EPISODIO CON ANTONIO DE SIGURA

5. EN SU LARGA ETAPA DE SOLDADO EN ITALIA

6. EN SU LARGA ETAPA EN ARGEL

7. EN LA BÚSQUEDA DE MERCEDES A SU REGRESO A ESPAÑA

8. EN SU ETAPA DE COMISARIO DE ABASTOS PARA LA ARMADA

9. DE NUEVO AMÉRICA EN EL SOÑADO HORIZONTE

10. EN SU ETAPA DE RECAUDADOR DE ALCABALAS Y TERCIAS

IV. El trasfondo jurídico con el que cuenta, además de otros muchos, un Cervantes ya solo escritor

V. El trasfondo jurídico nacido de la trayectoria vital nutre el notable fondo jurídico del Quijote

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Primera Edición

LUIS MARÍA CAZORLA PRIETO

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Cervantes inicia entonces una frenética actividad en busca de oportunidades que den estabilidad a su vida. Resulta un autentico deleite dar lectura a las páginas que Cazorla dedica a contar los muchos oficios que tuvo o pretendió, las ocasiones perdidas, los trabajos frustrados, las deslealtades e incomprensiones, los constantes problemas económicos. Intentó un acercamiento a la Corte. Fue comisario de Abastos para la Armada y cesado. Solicitó «oficio de las Indias» y fue rechazado. Recaudador de alcabalas y tercios, también con fracaso final y cárcel. Siempre entre burocracia y leguleyos, próximo al «oficio de las letras» pero sin abandonar nunca su auténtica vocación: ser hombre de la literatura.

Quizá, como indica Cazorla «tuvieron suerte las letras entendidas literariamente como el posible e hipotético sueño cervantino de incorporarse a los oficiantes de las letras en el sentido empleado en el Quijote» y añade «no es descartable que de haber seguido con éxito el camino triunfador ... el genio cervantino podría no haber llegado a ser literariamente tan jugoso y fructífero, y, si no agostado, habría corrido el riesgo de encanijecerse carente del vivificante alimento de la riquísima experiencia vital de Cervantes».

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