Primera persona
Реклама. ООО «ЛитРес», ИНН: 7719571260.
Оглавление
Margarita García Robayo. Primera persona
Contents
Landmarks
Отрывок из книги
EL MAR
El primer recuerdo es molesto: el escozor de la sal en las heridas de infancia. Primero te sacude, después te anestesia y el cuerpo queda como curado y limpio. Me caía mucho, me raspaba y encontraba gran placer en sacarme la costra seca de la herida. Mis rodillas son un mapa de cicatrices microscópicas. Entonces había una casa pequeña: paredes de madera húmeda, techo de chapa y piso de arena. Íbamos los domingos, los caseros sacaban las hamacas, un balde de ostras frescas —lo mismo que comían los cerdos por esa época— y cocinaban el pescado. Los adultos se echaban a dormir y a los niños nos mandaban al mar. Jugábamos a pasar largos ratos bajo el agua con los ojos abiertos, irritados y curiosos: peces de colores, corales, aguamalas, algas verdes atravesadas por puñales de luz que caían implacables desde la superficie. Era el cine 3D que todavía no existía. Nunca aprendí a nadar, pero siempre tuve la sensación de que jamás me ahogaría.
.....
M. veraneó en Pinamar toda su infancia y parte de la adolescencia. No le gusta especialmente, más bien todo lo contrario. A mí me gusta menos porque ni siquiera tengo el gustito agridulce de la nostalgia. Me resultan incomprensibles los motivos de su existencia —y supongo que la de cualquier otro balneario de la costa argentina—; el mar es oscuro y helado, por lo tanto nadie lo usa del modo convencional —¿darse chapuzones?—, lo que lo deja como un mero lavapiés; hay un viento bestial, la gastronomía y otras alternativas de entretenimiento son de muy bajo estándar, pero se paga como en Saint-Tropez. ¿Por qué estamos acá? Porque resulta la opción más cercana y amable —es decir segura y conservadora— para que un varoncito de dos años descargue la energía que condensa en su pequeño cuerpo nuclear. A su corta edad, V. ya recorrió varias costas y en todas su reacción fue la misma: fascinación total. Cada mañana corre hacia el agua con desparpajo salvaje y yo me lanzo, endemoniada, a atajarlo. Él se ríe, piensa que es un juego.
Y así se la pasan: jugando.
.....