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Miguel Álvarez-Fernández. La radio ante el micrófono
LA RADIO. ANTE EL MICRÓFONO
INTRODUCCIÓN
HENRI CHOPIN: HACIA LE CORPSBIS
EL AGNOSTICISMO DEL MICRÓFONO
CONTRA LA ESCRITURA
CHARLES CHAPLIN: HACIA EL GRAN DICTADOR
LA AMBIGÜEDAD DE LA ESCUCHA RADIOFÓNICA
CENSURA Y DEMOCRACIA
WALTER RUTTMANN: HACIA WOCHENENDE
LA RADIO Y LA MASA
MONTAJE RADIOFÓNICO SIN ENCUADRE NI RODAJE
INTERFERENCIA 1: DELEUZE, BACHELARD, BARTHES: EROTISMO Y DOMINACIÓN EN LA INMENSA INTIMIDAD RADIOFÓNICA
MAURICIO KAGEL: HACIA EL TRIBUNO
LA PREGUNTA POR EL GUION
LA ESCUCHA (MUSICAL) Y SU OBEDIENCIA
INTERFERENCIA 2: PALABRA Y MÚSICA, DEL GREGORIANO A LA CREACIÓN RADIOFÓNICA
JULIO ESTRADA: HACIA DOLORITAS, QUASI UNA ÓPERA RADIOFÓNICA
LA PREGUNTA POR LOS PERSONAJES
LA MUJER Y LA MUERTE
ANNA RAIMONDO: HACIA MEDITERRÁNEO
VOCALIDAD Y BOCALIDAD
VERACIDAD, FICCIÓN, INTERPRETACIÓN Y MANIPULACIÓN
INTERFERENCIA 3: AMBIGÜEDADES, CREENCIAS Y PERSUASIÓN EN EL DOMINIO DE LO VIRTUAL (ANTECEDENTES ESQUIZOFÓNICOS DE LA RADIOFONÍA EN SU DESTRUCTIVA RELACIÓN CON LA RACIONALIDAD)
GERHARD RÜHM/KLAUS SCHÖNING: HACIA OFELIA Y LAS PALABRAS
EL TEXTO, LA DUDA Y EL TIEMPO
EL GENO-CANTO, KARLHEINZ STOCKHAUSEN Y MORTON FELDMAN
ESTHER FERRER: HACIA AL RITMO DEL TIEMPO
EL LENGUAJE TICTAC, JOHN CAGE Y LA AUSENCIA DE INTIMIDAD RADIOFÓNICA
ESQUIZOFRENIA DE LA ESCUCHA RADIOFÓNICA, GLOSOLALIA Y ACUSMASERES CONTRA LA INTERPRETACIÓN
MARÍA DE ALVEAR: HACIA TRUENO
EL ZAPEO RADIOFÓNICO COMO MURMULLO DE LA MASA Y EL RITO COMO ORDENACIÓN DEL TIEMPO Y DEL ESPACIO
COLLAGE Y TRADICIÓN, CLASICISMO Y RUIDO, ORALIDAD Y ESCRITURA, CONSTELACIÓN Y RITO
ÍNDICE ONOMÁSTICO
SOBRE EL AUTOR
Отрывок из книги
VOZ, EROTISMO Y SOCIEDAD DE MASAS
MIGUEL ÁLVAREZ-FERNÁNDEZ
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[…] no hace distinciones entre la flema en la garganta y las palabras de la canción. El agnosticismo del micrófono permite al cantante que se recree en los detalles de la voz: sibilancia, distorsiones, suspiros, susurros, el clic y el crujido de determinadas consonantes, la emisión hueca de las vocales. El característico estilo de Waters emana de la parte posterior de la garganta, y hace un uso audible de todos los componentes carnosos de la boca, la lengua, las mejillas, la úvula y los labios.
Quizá nuestros tímpanos estén demasiado cerca de nuestro cerebro. Este discrimina, a la velocidad de la luz —y conforme a un sutil aprendizaje subterráneo desarrollado desde que el lenguaje deviene su sistema operativo— entre categorías como «sonido», «voz», «música», «canto», «habla», «ruido», «silencio»… Pero el micrófono es insensible ante estas distinciones de evidente carácter cultural. Su membrana vibra de la misma manera cuando cada una de esas «cosas» le alcanza (sí, también lo que percibimos como silencio… porque, como sabemos, tal cosa no existe). Es un instrumento agnóstico, pues no practica ninguna creencia en particular acerca de la calidad ni el origen de cualquiera de las señales que recibe.
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