El siglo de los dictadores
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Olivier Guez. El siglo de los dictadores
Prefacio. Olivier Guez
1. Lenin, el profeta del totalitarismo. Stéphane Courtois
El nacimiento de un revolucionario
Lenin, el bolchevique
La “divina” sorpresa
La “dictadura del proletariado”
El primer régimen totalitario
Últimas crueldades
Final de juego
Entierro y moraleja de la fábula
Bibliografía
2. Mussolini, del rojo al negro. Frédéric Le Moal
Socialista, luego fascista, pero siempre revolucionario
El poder a la medida de una marcha
Dictador, pero poco a poco
Mussolini en el trabajo
¿El fascismo fue un mussolinismo?
El giro fatal
La hora final
Bibliografía
3. Stalin, el “Lenin de hoy”, o cómo Stalin se convirtió en Stalin. Nicolas Werth
El ascenso
Los cinco factores de la victoria de Stalin
El “mejor discípulo”
Jaque mate
El funcionamiento de la dictadura estalinista: una lógica de clan
El vencedor de Stalingrado, el hombre fuerte de Yalta
El “Padre de los pueblos”
Bibliografía
4. Adolf Hitler, el demonio de Alemania. Éric Branca
Un monstruo muy corriente…
El austríaco que odiaba a los Habsburgo
El despertar del demonio
Un ascenso fulgurante
Un año para construir el Estado totalitario
A la sombra del Führerprinzip
¿Una dictadura “policrática”?
Bibliografía
5. Franco, el indestructible. Éric Roussel
De la sombra a la luz
La guerra civil
El equilibrista
El arte del rebote
El crepúsculo
Bibliografía
6. Philippe Pétain, dictator est qui dictat. Bénédicte Vergez-Chaignon
El Mariscal
Un régimen de encuentro
Una dictadura pluralista
Pero ¿fue realmente una dictadura?
La Historia solo me juzgará a mí
Bibliografía
7. Tōjō Hideki, ¿dictador o chivo emisario? Pierre François Souyri
Un oficial común en las más altas funciones
¿Tōjō, jefe de guerra?
Un ejército atravesado por innumerables luchas de facciones
¿A quién hacerle la guerra?
La monarquía y la cuestión de la responsabilidad
Bibliografía
8. Tito o el gran bluf. Jean-Christophe Buisson
Viajes, viajes
Revolucionario profesional
Una historia de pactos
Entrada en resistencia
Aterrorizar para reinar
Aires de sátrapa oriental
Con Stalin, una lucha entre jefes
Heraldo del Tercer Mundo
Un final que anunció un futuro trágico
Bibliografía
9. En el país de los tres Kim. Pascal Dayez-Burgeon
Kim Il-sung, Augusto
El hábil Kim Jong-il
Kim Jong-un, el fanfarrón
El sistema Kim
La Corea eterna
La dictadura-máquina
Bibliografía
10. Mao, la tiranía de la sinrazón. Rémi Kauffer
El surgimiento del “presidente Mao”
El poder está al final del terror
Que cien flores se cubran de sangre
La utopía asesina
Un “gran caos” bajo el cielo
Del Pequeño Timonel al nuevo emperador de China
Bibliografía
11. Enver Hoxha, el último estalinista. François-Guillaume Lorrain
En el nombre de Robespierre
Ascenso por default
El estalinista
El maoísta
El encierro
Bibliografía
12. Alfredo Stroessner, el patriarca autárquico. Emmanuel Hecht
El Plan Cóndor
El gran encierro
La herencia de la violencia
El poder discrecional de “don Alfredo”
Últimas piruetas del “Tiranosaurio”
Bibliografía
13. Los Duvalier, la tentación de lo peor. Catherine Ève Roupert
Papa Doc: itinerario de una fiera
Los primeros pasos de un asesino
La era del terror
La era del plomo
Baby Doc, el zombi de la República
Haití sin Papa
Luna de miel
Luna de hiel
Piti-pitit Duvalier,84 enterrador de memorias
Bibliografía
14. Fidel Castro: la obsesión del poder. Elizabeth Burgos y Laurence Debray
El rebelde
El revolucionario
La epopeya
El dominio
El conquistador rojo
El fiasco
Bibliografía
15. Joseph-Désiré Mobutu, el depredador de Zaire. Jean-Pierre Langellier
De padre desconocido
Joseph y Patrice
Lumumba, muerto sin sepultura
El amigo de la CIA
Los mártires de Pentecostés
Cadáveres río abajo
Masacres y fosas comunes
“¡Abajo el traje!”
El gran depredador
Un aliado convertido en una molestia
La caída y el exilio
Bibliografía
Filmografía
16. Muamar el Gadafi: el naufragio del beduino. Vincent Hugeux
Los caprichos del libio
La infancia de un jefe
Había una vez su Revolución
Sigan al Guía
La providencia de los asesinos
El Dorian Gray de los sirtes
Un Guía sin brújula
Venganza póstuma
Bibliografía
17. Erich Honecker, el Gran Timonel de la República Democrática Alemana. Patrick Moreau
El último testigo
“Fui comunista, soy comunista y seguiré siendo comunista” (Honecker, 1992)
La marcha hacia el poder
El Gran Timonel
El derrumbe
La huida a Moscú
El hombre que amaba a las mujeres
Bibliografía
18. Augusto Pinochet, tirano liberal. Michel Faure
La violencia
La imitación de la democracia
Una Constitución “escrita con la punta de una bayoneta”
El tirano liberal
“Una contrarrevolución”
¡Voy a decir que no!
El caballero de arriba
Bibliografía
19. Pol Pot: Camboya rojo sangre. Jean-Louis Margolin
¿Personalidad mediocre u orfebre del disimulo?
El comunismo en veinticuatro horas
Las razones del genocidio
Veinte años y ningún remordimiento
Bibliografía
20. Jomeini: al servicio de Dios. Christian Destremau
De Jomein a Teherán
Entrada a la “política”
El gran retorno
Paranoia
Bibliografía
21. Sadam Husein, el bandido de Bagdad. Jérémy André
El amigo de Francia
El bastardo
El asesino
El joven lobo
El agresor
El paria
El chivo emisario
Bibliografía
22. Los Ásad, padre e hijo. Bernard Bajolet
El lento ascenso de los alauitas
La toma del poder
Háfez al-Ásad: el león y el zorro
Bashar al-Ásad: el azar y la necesidad
Bibliografía
Cronología comentada. Jérémy André
Acerca de los autores
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El 7 de marzo de 1923, un nuevo ataque dejó a Lenin definitivamente fuera de juego: lejos de las estampas embellecidas y las fotos retocadas de la propaganda soviética, los archivos secretos abiertos después de 1991 muestran a un hombre destrozado, aturdido, en silla de ruedas, que parecía de noventa años. Tenía apenas cincuenta y tres cuando falleció, el 21 de enero de 1924.
Tan cínico como su mentor, Stalin se dedicó a organizar un funeral grandioso y mandó embalsamar su cuerpo para exhibirlo en un mausoleo sobre la plaza Roja, para ser adorado por los pueblos de la Unión Soviética y los comunistas de todo el mundo. Lenin había muerto y Stalin inauguró su culto –al que asoció su propia persona–, que deslumbraría al siglo XX. Sobre todo cuando en 1956 Nikita Jruschov hizo caer de su pedestal al “malvado” Stalin para honrar mejor al “buen” Lenin. Sin embargo, el discípulo no había hecho más que perpetuar a su maestro.
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