Las maletas del olvido

Реклама. ООО «ЛитРес», ИНН: 7719571260.
Оглавление
Pilar Mayo. Las maletas del olvido
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
Agradecimientos
Отрывок из книги
A mi hijo Daniel, por hacer mi mundo un poco mejor.
Miedo. Leo el horóscopo del día y es lo que siento, un miedo irracional porque desde que me desperté tengo la sensación de que algo malo me ronda y pienso que la predicción para mi signo no puede ser más certera. La persona que lo ha escrito parece haberse inspirado en mí. Cierro el periódico, lo doblo por la mitad y lo pongo en el cubo del reciclaje, ¿a qué se referirá cuando dice que arregle una situación? ¿Y eso de que mi vida puede complicarse más? Ahí se equivoca, creo que eso es imposible. Como si no fuera bastante complicado ya convivir con una hija amargada y resentida y saber que tu otra hija es una infeliz, aunque de cara a la galería tenga una familia casi perfecta. Y digo casi porque mi nieta es la adolescente más rebelde y desdichada que conozco y eso no se puede esconder.
.....
Ya en el taxi, llamo a Muriel; no lo coge. Ya me lo esperaba, pero aun así, esa manera de ignorarme me duele. Espero que se le pase la rabieta pronto, aunque si está con mi madre no tengo que pasarme el día discutiendo con ella por cualquier cosa, es agotador. Seguramente ahora estarán cenando las tres en la salita, como la llama mi madre, con dos barras de la estufa eléctrica encendidas, nunca una ni tres.
¿Desde cuándo tiene esas manías? No sabría decirlo. El día que mi padre se largó para no volver nunca más, Inés y yo éramos muy pequeñas, quizá empezaron a raíz del abandono. Qué paradoja, mi madre y mi hermana abandonadas por sus parejas y yo, que pagaría lo que fuera por quitarme de encima a Santiago, tengo que cargar con él. Sé que sería más feliz sola. No lo soporto. Me irrita todo lo que hace: leer el diario por las mañanas mientras desayunamos sin dignarse a dirigirme la palabra, la manera de ajustarse las gafas continuamente y, lo peor de todo, cuando se equivoca al dirigirse a mí y confunde mi nombre con el de su amante, porque sé que lo hace a propósito. Le tengo tanta manía que me saca de quicio hasta que respire, suerte que la casa es enorme y coincidimos poco. A veces me sorprendo imaginando que tiene un accidente y ya no tengo que aguantarlo más, después me siento una arpía por desearle la muerte. Sería mucho más sencillo separarme, pero me aterra tener que empezar de cero y sé que me dejaría sin nada.
.....