Описание книги
Segundo cuaderno de la saga Cartas a Thyrsá, en la que se relata la historia de Thyrsá e Ixhian. En esta segunda parte, el autor da prioridad a Ixhian; quien habrá de sumergirse en un mundo paralelo para despertar a las llamadas Madres Mariposas, aquellas que fueron confinadas a la tierra de Paradiso. Leyendas antiguas que regresan como último reducto de esperanza para una sociedad en plena decadencia y con la amenaza de una gran guerra llamando a sus puertas y la añoranza del retorno del matriarcado que imperaba en la Isla en sus tiempos de esplendor.
Ixhian y el Gris, el caballero errante, se introducirán en un mundo onírico, donde la fantasía superará cualquier atisbo de realidad. Con el encuentro y el amor de fondo, Ixhian intentará estimular con su presencia a cada mariposa para que inicie su regreso a la Isla. Por otro lado, Thyrsá, a través de una relación epistolar, irá relatando sus aventuras al tener que huir de Casalún, el pueblo de las mujeres, e intentar obtener refugio en la selva del Urbián. Siguiendo la línea del primer libro, el mensaje principal es el desgarro que supone la separación y encuentro con quien amamos, tema universal y clásico en la literatura de todos los tiempos. Y es que todos poseemos un lugar en el corazón, una zona que, consciente o inconscientemente, hemos levantado para poder refugiarnos y alejarnos del dolor o la incertidumbre.
Ixhian y el Gris, el caballero errante, se introducirán en un mundo onírico, donde la fantasía superará cualquier atisbo de realidad. Con el encuentro y el amor de fondo, Ixhian intentará estimular con su presencia a cada mariposa para que inicie su regreso a la Isla. Por otro lado, Thyrsá, a través de una relación epistolar, irá relatando sus aventuras al tener que huir de Casalún, el pueblo de las mujeres, e intentar obtener refugio en la selva del Urbián. Siguiendo la línea del primer libro, el mensaje principal es el desgarro que supone la separación y encuentro con quien amamos, tema universal y clásico en la literatura de todos los tiempos. Y es que todos poseemos un lugar en el corazón, una zona que, consciente o inconscientemente, hemos levantado para poder refugiarnos y alejarnos del dolor o la incertidumbre.