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Santiago Roncagliolo. Diario de la pandemia
Tiempo de virus
Desde el Carnaval de Venecia 2020 (La máscara)
El reino ermitaño
No hay nadie en casa
El baile de los. que sobran
Funámbulo sin cable de protección
Ministros, comisionistas y vagabundos
Los náufragos
Butman
Viruses, marzo 31
La plaga número 11
El Poble Sec vacío y límpido
Del verbo tocar: Las manos de la pandemia
Un estruendo silencioso
primera entrega de mi cuaderno de confinamiento. si quieren más, paguen, porque si no es a cambio de dinero, yo no tengo ninguna necesidad de expresar literariamente estos días de juerga autoritaria, ni de mantener con respiración asistida ninguna comunidad de consumo cultural
Exilio en la calle principal
Jair Bolsonaro: masas, virus y poder
La ansiedad
Final del viaje
Otro afuera
Querida Eula Biss
El conejo encabeza la encuesta
Wounda
A una niña le duele el costado
Leve memoria
La cuarentena de mi madre. y el virus de la impunidad
Miedo y cybersexo
La máquina paró
Aquí
Marzo-Abril 2020
La imposible dedicatoria
Más se perdió en la guerra
Jugar a los neandertales
Pst… Eso ya estaba allí
No dejaremos nunca más. que nos roben nuestra vida
Respiraciones
Silencio
El algoritmo detenido
Miedo
Síntomas
Allá afuera hay monstruos
Mi abuela de 104 años. no quiere saber nada. de ninguna pandemia
El patio y el pueblo
Allá afuera
El año de la rata
Duelos
Nada parece tan antiguo. como el pasado reciente
Multitud
Sobre vivir juntos
El tiempo suspendido
El mejor año. para iniciar una editorial
¿Qué hay de postre, papá?
Caduco mientras escribo
Cartón corrugado
Prefiero no pensar en eso. por el momento
Un rayo de sol
Contrainforme del coronavirus
Oídos sordos
Guayaquil
Mapas negros
Escenas de un mundo hospitalario
Yo, Pájaro
Corona
El retorno de los viejos
La covid-19 en Blanco Trópico
Miedo derretido
El alma del señor. Yoshio Tateishi
Del correcto aseo de los dientes
Visión del enclaustrado
Por el gusto de fastidiar/divertirme
Minidiario de pandemia en tres actos
Nadie es una isla
¿El futuro será esto?
Ultrafalso
Mis días felices en el infierno
Lo que cabe en un paréntesis
La cola del tigre
Pandemónium
Carta de Boston (desde el encierro)
Charleston/México: una realidad alterna
¡Próspero año nuevo para todos!
En la covid19
La naturaleza como Grand Finale
Cuatro escenas de una cuarentena en Montevideo
Tuitcciones
Travesías inmóviles
El curioso caso de dos niñas, tres aeropuertos y una pandemia
El halcón y el perrito
Cotidiano interruptus
No puedo respirar
De las cosas que dejamos
Aunque no lloren
Manuscrito encontrado. en una sesión Zoom
jueves, lunes
El último pinguero
Hemos perdido a un amigo, y todo sigue igual
La medida de lo posible
A las ocho y veinte
Encierro
Fragmentos desde el encierro
Más de cuarenta días
Último viaje
La voz pública en tiempos del covid-19
Un refugio durante. la pandemia
Juntos en casa
El pianista
Día 1455
Primera jornada
No playa
Los poetas y la ciudad. de los leprosos
Infancias virtuales
Incertidumbre
Desescalar
La generación de las plazas vacías
Crisis de humanidad
Un deseo al aire
Entender lo inentendible
Del Cauca y sus silencios
(…)
Detén tu tiempo, Ratón
El deseo, las muertes
Catorce cuadernos. de una actriz encerrada
Libro de las Lamentaciones
El hastío. de la palabra nariz
Tratamiento. contra el polvo
Un pan recién horneado en la pantalla
Una cuarentena verde
Noticia de mis cosas
Andar a tientas en la oscuridad
Capitalopandemia
Hora de comer
Semblanzas
AVISO LEGAL
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