Gracias al big data ahora son los libros e incluso los deberes los que aprenden de los estudiantes, detectan sus puntos débiles y se adaptan a sus necesidades, mejorando los resultados de todo el grupo… y de los grupos futuros. Pero no todo es positivo ni siempre ni para todos. La circulación circula en ambos sentidos. ¿Queremos que nuestros datos se conserven, hasta el último detalle, para siempre? ¿Estamos dispuestos a aceptar las consecuencias de la entrada del big data en nuestras vidas?
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Viktor Mayer-Schonberger. Aprender con big data
A nuestros maestros y a nuestros alumnos
Título original
ÍNDICE
i. CREPÚSCULO
ii. CAMBIO
retroalimentación
individualización
predicciones probabilísticas
iii. PLATAFORMAS
iv. CONSECUENCIAS
la permanencia del pasado
futuros prefijados
mitigando la angustia
v. AMANECER
NOTAS
Отрывок из книги
–V. M.-S y K. N. C.
ii Cambio
.....
Esta historia no trata sobre los mooc, “cursos online masivos y abiertos” por sus siglas en inglés, como el del profesor Ng en Stanford, que fueron noticia hace unos años. Las posibilidades de estas clases han cautivado al mundo, pues han democratizado el acceso a la educación. Son ciertamente un adelanto maravilloso. Pero en ciertos aspectos, se trata de la misma enseñanza de toda la vida –“el magistrado en el estrado”–, solo que más accesible.
Sin embargo, los mooc tienen algo que sí es realmente nuevo y poderoso: los datos que generan. Estos datos pueden indicarnos qué es más efectivo; pueden decirnos cosas que antes no podíamos saber, pues no había modo de desvelar sus secretos. Pero ahora con los big data sí podemos.