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Vilma Coccoz. Nuevas formas del malestar en la cultura
Nuevas formas del malestar en la cultura
Presentación
Introducción
El enigma de la vida y la sexualidad
El enigma de la esfinge
Teorías infantiles y universales
Hacerse su familia
El niño como objeto
“Al principio no está el origen…” (38)
Malestares en familia
El enigma de la sexualidad
¡Un respeto por los enigmas!
El estallido del género y sus tentaciones
“Un texto de interés verdaderamente monumental”
Sociedad y cultura
Política y poiesis
“No hay segundo sexo”
La utopía de Monique Wittig
Apuntes de la época
Eric Laurent responde a Judith Butler
Clínica psicoanalítica del maltrato
Hacia un amor más digno
Hacia un posible diálogo entre el psicoanálisis y el feminismo *
¿Revolución feminista?
El acontecimiento Freud
Puntuaciones
El último historial freudiano
El enigma renovado
El acontecimiento Lacan
La teoría King Kong y la revolución feminista
Jessa Crispin y su crítica al feminismo
Perspectivas
Tres profesiones imposibles: educar, curar, gobernar
Primera mención en la obra de Freud
Segunda mención
El psicoanálisis: una práctica de palabras diferente
El factor personal, imposible de dominar
Un dispositivo de transformación subjetiva
Una lectura atinada
El respeto por la subjetividad
Tres oficios sociales
Una acción sustentada en principios freudianos
Jaque a los tres oficios educar, gobernar, curar
Clínica freudiana de la guerra
La Gran Guerra
El Congreso de Budapest y sus efectos
El caso excepcional del teniente Kauders
El germen del psicoanálisis en la época de entreguerras
Acción civilizadora de los analistas
Clínica del trauma
El período de Entreguerras
“El texto más político de Freud”
“El lenguaje es más que sangre” (284)
El trauma de la Shoah y sus consecuencias
Clínica del trauma
Memoria y trasmisión
Memoria y saber
Gustavo Tambascio, passeur de Viktor Ullmann
El argumento
Su álgebra secreta y la puesta en escena
La distinción del autismo (349)
El enigma de Bartleby (350)
¿Qué aporta el discurso analítico?
La lección de Naoki
En el autista la palabra “se congela”, afirma Lacan
La dimensión política del autismo
El valor singular de la escritura
Los mundos enlazados del autista y su familia
Clínica del autismo
Un espacio novedoso
La respuesta del psicoanálisis ante los sufrimientos subjetivos en el ámbito del trabajo
Lo subjetivo es también social
Incidencia de lo social
El factor personal y la verdad
Clínica de los sufrimientos en el trabajo
Singularidades
Exigencias del superyó
La invención de un destinatario
Perspectivas
Por un debate necesario
Freud y la psicosis ordinaria o lahermosa multiplicidad del suceder psíquico (453)
La paranoia es lo normal
Casi un siglo y medio después…
Tres momentos de la elaboración freudiana
I. La metapsicología
II. “Una cuestión de intensidad” (482)
III. La unidad de la clínica
Glosario
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Vilma Coccoz
Grama Ediciones
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Pero, a falta de poder discriminar el semblante de lo real –querer ser una chica y ser una mujer– ese goce puede llegar a ser tan nocivo como para atentar contra la propia vida. De ahí la importancia de hacer lugar al decir, a un decir propio, lo cual es distinto de hablar, el decir “hace acto”, pero tiene que haber alguien a la altura para hacer el hueco y dar tiempo de tal modo que el sujeto pueda escucharse a sí mismo hasta construir la solución que convenga a la forma que tomaron los enigmas en su experiencia.
La cuestión trans inaugura un nuevo cogito: “me siento, luego soy”, cuya convicción sorprende por eliminar la distancia entre la verdad y lo real, el cual, en la enseñanza de Lacan se distingue de la biología y, en la tripartición de registros en los que se distribuye nuestra experiencia subjetiva, se anuda a lo simbólico y a lo imaginario. En los años 70 Lacan ya anticipaba el estallido del género al que estamos asistiendo al proponer que el “corte no se hará entre lo físico y lo psíquico sino entre lo psíquico y lo lógico”. (65) Así, hacía trastabillar los universales al afirmar que, en lo relativo al sexo, no funciona el principio de contradicción, como se advierte en la pregunta: ¿todo lo que no es hombre es mujer? Y, si la mujer es no-toda hombre, ¿por qué lo que no es mujer sería hombre? Hace falta otra lógica para captar las singularidades y él puso su empeño en ello, a partir del axioma, vuelto hoy en día una evidencia, de que “la relación entre los sexos no se puede escribir”. Ello no impide la construcción de enlaces, al contrario, es su condición misma. Y Lacan aboga porque un determinado estilo llegue a dominar en el registro de los enlaces, e invita a los analistas a no quedar aferrados como Ulises al mástil del falo evitando ser tentados por el canto de las sirenas que incitan a Otra cosa, pero al precio de reducir y “…afectar las relaciones interesantes, los actos apasionantes, incluso las perturbaciones creadoras que la ausencia de relación entraña”. (66)
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