Читать книгу Versos Breves Sobre Sirenas - Juan Moisés De La Serna, Dr. Juan Moisés De La Serna, Paul Valent - Страница 7

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2. PONIÉNDOSE AL SOL ESTABA

Poniéndose al sol estaba

en un día de calor

sobre una roca sentada

mirando el resplandor.

Ese reflejo en el agua

que hace el rayo de sol

cuando se está marchando

con un bonito color.

La sirenita miraba

no se quería bañar

aburrida se encontraba

buscaba la soledad.

Dos delfines juguetones

aparecieron allí

y mirando a la sirena

la dijeron pronto así.

―Sirenita, ¿Por qué miras

con aburrimiento el mar?

vente corriendo ligera

con nosotros a nadar.

La sirena no contesta

parece que no ha escuchado

sigue subida en la piedra

y ni se ha inmutado.

Los delfines van saltando

y agua salpicarán

a la sirenita triste

y así la mojarán.

Ella sigue en silencio

aunque el agua la mojó

no les dice nada a ellos

y mirando al mar siguió.

―Dinos sirena, el problema

que tú debes de tener

pues tienes cara de pena

y no te quiere meter.

La sirena que miraba

el reflejo en el mar

de ese sol se despide

y pronto responderá.

―Pena no tengo por nada

sólo aburrida yo estaba

y la estela en el agua

de esa luz yo miraba.

―Pero te hemos hablado

y no nos contestabas

ni siquiera has escuchado

cuando se te preguntaba.

―Es que estaba entretenida

pensaba en ese sol

en su vida aburrida

aunque da luz y calor.

―¿Aburrida?, sirenita―,

el delfín la preguntó.

Ella contesta ligero

―Todo esto pienso yo.

»¿Por qué su vida es así?

¿Por qué solo siempre está?,

no se puede divertir

ni se puede alegrar.

»A diario anda caminos

pero siempre en soledad

no llega a ningún destino

ni nadie le esperará.

Los delfines que escuchaban

no supieron contestar

ya la sirena nadaba

y uno la fue a preguntar.

―Sirena, ¿Por qué estas triste?

―No, sólo estaba aburrida

imaginando al sol

lo solo que está allí arriba.

El delfín dio un gran salto

y a su lado se paró

y dijo ―Sígueme sirena―,

y nadando le siguió.

Llegaron los tres a nado

allí al fondo del mar

donde no ha llegado el hombre

donde pueden habitar.

Viven allí caracolas

en su casa acostadas

y estrellas que caminan

aunque parecen cansadas.

Pulpos que mueven sus patas

y la manta dormilona

que se esconde en la arena

y allí pasa muchas horas.

La sardina se pasea

preguntando al calamar

―Dónde está hoy la tortuga

que no la ha visto nadar.

La vida que hay aquí

nunca la ha visto el sol

eso dice la sirena

y el delfín comprendió.

Cada uno en su sitio

es donde tiene que estar

unos fuera de las aguas

o en el fondo del mar.

La vida es muy distinta

pero hay que ser feliz

viviendo con alegría

donde te toque vivir.

AMOR

Versos Breves Sobre Sirenas

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