Читать книгу Permiso - Roxana Hatzikián - Страница 9

“Empoderarse”, palabra de moda

Оглавление

Hoy el empoderamiento está en auge. Empoderamiento del ser, empoderamiento femenino, empoderamiento de clases, empoderamiento de países, empoderamiento individual, empoderamiento económico…

Pero… ¿qué es empoderarse?

Aquí, una posible definición: “proceso mediante el cual las personas fortalecen sus capacidades, confianza, visión y protagonismo en cuanto forman parte de un grupo social para impulsar cambios positivos en las situaciones en las que viven” (Diccionario de Acción Humanitaria).

Y resalto “cambios positivos” y me centro y enfoco en esto.

Entonces, empoderarse es ir en busca de un bien común mayor al actual, y no tiene que ver con enfrentamientos. Si es tan simple, ¿por qué se complica y una parte de la sociedad resulta herida cuando la otra se está empoderando?

Será que el Ser Humano como tal no necesita empoderarse, sino tomar consciencia de la acción (no pensamiento) de su Poder.

O, al menos, tomar consciencia de dónde está depositando ese poder, en mentes de quiénes está dejando ciertas decisiones relevantes que son su responsabilidad y, tal vez inconscientemente (o no), está dejando en manos de otros ese hacer. Delegando lo suyo, su territorio, su dignidad, su destino y misión.

Será por eso de quedarse sin ganas y sin energías que considera que debe empoderarse y, en realidad, hace tiempo viene perdiendo poder esencial, que lo deja escapar sin detenerse a pensar dónde está mal invirtiendo esa energía.

Tampoco es cuestión de alquimia, magia o hechizos, ni de implementar técnicas ultra novedosas o conectar con las altas esferas para crear, hacer o ser. Como ser humano, estás creando todo el tiempo, como cocreador con el Gran Creador estás constantemente creando todo lo que deseas, solo que, usualmente, no tienes consciencia de lo que realmente deseas.

Si crees que no tienes poder, pues no lo tienes. Y si crees que lo tienes… lo tienes, y eres poderoso/a.

Lo que tú creas es lo que define tu creación.

Si aún después de leer y aprehender esto sigues creyendo que no tienes poder o no tienes tiempo para todo lo que quieres o deseas hacer o ser ni energía para crear tu vida, o te sientes incapaz de crear tu paso a paso en este camino, pregúntate: ¿a quién le estás cediendo tu PODER? Piénsalo, en serio, tienes la respuesta, y lo sabes.

Estás a tiempo de que ese Poder regrese a ti.

Ese poder es tuyo, no es del gobierno de turno ni de la economía del país ni de tu padre o tu madre ni de tu pareja ni de tu familia ni de tu jefe ni de tu vecino. ¡Es tuyo, ya reclámalo!

Y reclama con responsabilidad, con compromiso.

Pregúntate si estás repitiendo ideas de otros, si estás viviendo sueños de otros.

Si tienes pensamientos “enlatados” por no animarte a pensar diferente.

Pregúntate, cuestiona, repregunta si es necesario, pero define tú el próximo paso.

¡El tiempo, tan valioso, el tiempo! Ese que inviertes en hacer, ¿es para tu logro o es para el logro de otro?

¿Estás siguiendo tus deseos del corazón o el de otros?

¿Inviertes tiempo en TU sueño, en tu propósito?

¿Inviertes en ti? ¿En capacitarte, en disfrutar? ¿Disfrutas realmente o solo trabajas y acumulas?

¿Cuántas veces has estado inmerso en ese tiempo sin reloj de sostener desde cosas hasta personas y situaciones que ya sabes que no deseas y que no aportan a tu misión?

Si hoy sientes que te falta energía… ¿te preguntaste dónde la estás perdiendo?

Ya es tiempo de empezar a hacerse estos interrogantes; frena un poco el mundo y no te bajes.

Empieza a observar y observarte.

¿Estás viviendo en automático o estás realmente viviendo y disfrutando de tomar tus decisiones de cada día? ¿Estás asumiendo riesgos?

¿Estás haciendo algo diferente para obtener otros resultados? ¿Estás conociendo lugares nuevos, personas con otras miradas?

¿Sabes realmente lo que quieres, lo que deseas? ¿Y qué estás haciendo para llegar a eso, para materializarlo?

¿Quieres empoderarte?

Empieza a reconocer tu poder, reconoce tu Ser como creador, con esa capacidad inagotable de idear y materializar. Si reconoces tu capacidad creadora, podrás construir tu propio camino hacia tu propósito con autoliderazgo.

Y así podrás invertir tu tiempo y energía con sabiduría para hacer lo que hay que hacer y no malgastar.

Confía en ti y en tu poder.

Y, cuando lo hayas creado, aquello que sueñas y deseas, serás feliz de haberlo logrado.

Y ya nada podrá frenar tu andar empoderado.

Permiso

Подняться наверх