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LAS TRADUCCIONES DE SCHILLER AL VASCO

Ibon Uribarri Zenekorta

UPV/EHU

INTRODUCCIÓN

Este artículo presenta los resultados de una investigación sobre las traducciones de Schiller al vasco con ocasión del bicentenario de su muerte. Esta investigación se enmarca en otra más amplia que está catalogando y estudiando las traducciones del alemán al vasco en general.1 Éste es el primer trabajo específico sobre un autor concreto dentro de esa investigación más amplia, al que seguirá otro sobre Heine, en preparación. Este trabajo tiene un carácter descriptivo de las traducciones que se han podido identificar y del contexto de su génesis como aportación a la historia de la traducción al vasco. De hecho, en este estudio aparecen como traductores de Schiller algunos de los personajes clave de la cultura vasca del siglo XX, como Azkue, Mirande y Labaien. El análisis textual en profundidad de estas traducciones queda para otra ocasión en un futuro próximo.

LA PRIMERA TRADUCCIÓN

La primera traducción de Schiller vino de la mano de R. M. Azkue (1864-1951), y es seguramente el primer texto que se ha traducido directamente del alemán al vasco.2 El interés de Azkue, fundador de Euskaltzaindia, la Academia Vasca de la Lengua, por la Ode an die Freude (Himno a la alegría) no fue directo, sino mediado por la novena sinfonía de Beethoven. Antes de hablar de esta traducción, vamos a presentar brevemente el camino que lleva al padre Azkue hasta la misma.

Azkue fue un lingüista y folclorista importantísimo, que ocupó la primera cátedra sobre euskara en Bilbao (superando en la oposición a Sabino Arana y a Miguel Unamuno). Fue también el fundador y primer presidente de la Academia Vasca de la Lengua. Y, finalmente, fue también músico, compositor de muchísimas piezas, incluidas dos óperas en vasco. Sin embargo, las biografías de un personaje tan señalado de la cultura vasca apenas mencionan su labor como traductor. Ahora se tratará de suplir brevemente esa carencia en relación con el asunto que nos interesa, las traducciones del alemán al vasco.

Azkue aprendió algo de alemán antes de sus primeros viajes al extranjero, y la afición le vino a través de la música, ya que había visto una representación de Lohengrin en Bilbao y se convirtió en un admirador de Wagner. Ya en época temprana escribió textos periodísticos sobre temas alemanes: «Alemaniako agintarien ibilerak», 1897; «Bismarck-en iazoera bat», 1898 e «Iru Lohengrin», 1898.

Luego tuvo oportunidad de mejorar sus conocimientos en los viajes que hizo para acabar y publicar su famoso diccionario vasco. Primero estuvo en Tours y París, donde estudió música al tiempo que trabajaba en su diccionario, y luego estuvo en Bruselas, donde se dedicó a aprender alemán (parece que llegó a rezar el rosario en alemán), que perfeccionó en la estancia de casi dos años que hizo en Colonia a partir de 1907. En Colonia se dedicó a la música (estudio y composición) y a la investigación lingüística. También redactó un texto en alemán que publicó a su vuelta a Bilbao, Kommersnacht oder ein heimisches Konzilium in der Bibliothek von Kölnischen Priesterseminar (tiene fecha de febrero de 1909). También participó en una inspección del sistema escolar alemán, del que dio cuenta a su vuelta a través de una conferencia (12 de abril de 1916) y una publicación en plena Primera Guerra Mundial, «La escuela elemental alemana» (Euskalerriaren alde 132-133 de 1916, pp. 342-348).

Esa primera estancia en Alemania, la más larga, tuvo otras consecuencias. A la vuelta se granjeó la amistad del cónsul alemán en Bilbao, Wilhelm Eichhoff, que luego le llamaría para participar en la corrección de los exámenes de alemán en la Academia Alemana. Además, estrechó contactos con Linschmann y Hannemann, que habían creado unos años antes en Berlín la sociedad Baskische Gesellschaft y la revista Euskera (1886-1896); también trabó amistad con el lingüista Hugo Schuchardt.3

Más tarde hizo otros viajes a Alemania. En 1922 fue a Hamburgo en barco, y desde allí viajó a Berlín y Múnich. En Berlín recopiló escritos de Wilhelm von Humboldt sobre el idioma vasco. Después hizo otro viaje en 1928, siguiendo la llamada del franciscano Beda Kleinschmidt, para visitar a Teresa Neumann en Konnersreuth. Se trataba de un caso famoso de estigmas milagrosos, y como consecuencia de la visita escribió un libro en castellano, La estigmatizada de Konnersreuth (Barcelona, 1929).

En la Biblioteca Azkue de la Academia Vasca de la Lengua se han podido consultar gran cantidad de manuscritos de Azkue, en especial los relacionados con la lengua alemana. Se trata de material producido en el aprendizaje del alemán, con ejercicios, glosarios para leer textos religiosos, casi siempre en alemán-español, pero teniendo en cuenta el vasco a veces; postales, programas de conciertos, copias de textos, modelos de cartas y versiones previas, el diploma de participación en el XX Internationaler Eucharistischer Kongress en Colonia, un agradecimiento y diploma de honor de la Cruz Roja alemana, etc. Sin embargo, hay otros materiales más relevantes que reflejan sus intereses culturales y lingüísticos:

- Un breve texto titulado «Los Vascos» en dos versiones a máquina, texto que aparentemente Gerhard Bähr tradujo al alemán para publicar en un libro en Alemania.

- Versiones previas de los libros Kommersnacht y Konnersreuth.

- Un texto con el título «Die Basken und ihre Heimat», ocho hojas escritas a máquina; tiene una anotación a mano en la cabecera, Rundfunkvortrag. Parece ser por tanto una charla para la radio.

- Anotaciones sobre la obra de von der Gabelentz Die Verwandschaft des Baskischen mit den Berbersprachen.

- Un texto llamado Balada, escena 3a de In hoc signo, en vasco y con versión alemana.

- Anotaciones para un artículo, «De Neologismos formados a imitación de otras lenguas». Contiene ideas que se recogen luego en el artículo publicado en la revista Euskera de la Academia Vasca de la Lengua: «Hermann Riegel, Deutscher Sprachverein: Kein Fremdwort für das, was Deutsch gut ausgedrückt werden kann = ningún vocablo extraño para lo que pueda ser bien expresado en alemán». Y se adjunta un pequeño glosario muy interesante, ya que muestra la productividad del modelo alemán para generar nuevas palabras en vasco: Bigamia: birrezkontza = Doppelehe; Jaculatoria: ziri-otoitz = Schussgebet. Más tarde escribió un artículo sobre las conexiones y similitudes entre el alemán y el vasco, «Coincidencias del euskera con el alemán», en el marco de un trabajo más ambicioso, Estudio comparativo entre el vascuence y varias lenguas cultas (1949). Hay que decir que la conexión entre el alemán y el vasco es la que más atención le reclama.

– También hay una copia de una carta enviada al rector de la Universidad de Salamanca el 16 de julio de 1929 desde Lekeitio. Encuentra en el Reichspost de Viena, del 11 de julio, el artículo «Auf der Suche nach der Ursprache der Menschheit», donde se menciona el trabajo de Iñigo Echeverría, profesor en Salamanca (que supuestamente había encontrado el texto más antiguo del Caucazo, que al parecer tenía similitudes con el vasco), y le pide al rector información sobre el asunto. Adjunta copia del artículo original y una traducción al castellano.

En la biblioteca también se encuentran algunas versiones previas de la música que compuso en Colonia, con letra alemana. Así, hay documentación sobre el oratorio Daniel, que se estrenó en 1907 en Colonia, y que recoge una versión en vasco de las 5 primeras hojas de las 12 totales; la partitura de Der Ritter, con 15 páginas; una segunda copia del mismo que lleva la anotación «En Colonia, marzo de 1908»; un Ave María de 1907 con letra en latín y alemán, y la copia de un motete de un autor llamado Müller.

Y además hay versiones previas de las dos grandes óperas que compuso en 1911 y 1914. La versión de Ortz-zuri, con la introducción y las cinco primeras páginas en vasco, castellano y alemán, y también otra versión de Ortzuri, cuya portada dice: «Oper in drei Akten In Baskischer Sprache geschrieben. Text und Musik von Dr. R. M. Azkue, Übersetzung von Herrn Isidro Alkorta». El texto está en alemán y vasco al principio, luego en vasco; también hay una partitura de la ópera Urlo, una versión previa, con algunas partes en alemán y vasco. Y también hay una versión más amplia, que llena tres libros y que se desarrolla en los tres idiomas. Parece que la versión alemana de Urlo llegó a publicarse, según esta ficha bibliográfica: «Urlo. R. M. Azkue apaizak iru ataletan egindako opera / Urlo. Comedia lírica en tres actos / Urlo. Komische Oper in drei Akten, 1914 (trad. Melania Fischer)».

Entre los manuscritos de Azkue se ha encontrado información que aclara algunas cosas sobre su actividad como traductor. Se trata de una carta al censor (14-02-1936) con la petición de publicación de algunos textos (que se adjuntan), y un breve texto en alemán, «Kurze Chronik der Salvatorianner in Spanien». Parece que hizo de guía de unos salvatorianos que viajaban a Calahorra, y como consecuencia de ello tradujo algunas obras del miembro de la orden Willibrord Menke, Apaiz osteguna eta aurrak y Apaiz osteguneko elizkizun ta otoitzak. En las bibliotecas aparecen sin datar, pero dado que se mencionan en la carta al censor, deben de ser de 1936. Además, ese año tradujo también un texto parecido al castellano, Jueves sacerdotal en el año eclesiástico de M. Schmidtmayer.

Ya hemos indicado que Azkue llega a Schiller a través de la música. Schiller escribió su Ode an die Freude en 1785 con 26 años, y luego realizó otra versión en 1803. La oda iba a ser originalmente una Ode an die Freiheit (en la época revolucionaria los estudiantes la cantaban con la música de La Marsellesa), pero luego se convirtió en la Ode an die Freude definitiva, para ampliar su significado: aunque el destino del hombre es la libertad, el desarrollo completo de ese destino debe desembocar en la alegría. Beethoven conoció la obra cuando tenía 22 años, en 1792, y de inmediato quiso musicar el texto. Aunque esa intención tiene su origen antes de la primera sinfonía, finalmente la recogió en la novena, compuesta entre 1822 y 1824. Se interpretó por primera vez el 7 de mayo de 1824, y se publicó en Maguncia en 1828.4 Beethoven usó la segunda versión de Schiller, con una introducción suya, y reescribió algunas partes (ver el anexo).

Está claro que la traducción de Azkue tiene que ver con la versión de Beethoven, y lo mismo va a suceder en las otras dos traducciones de la Oda que vamos a tratar después. Azkue trajo la orquesta de Barcelona a Bilbao para representar su ópera Urlo, y para amortizar el viaje la orquesta tocó durante varias noches. En una de ellas interpretó la novena sinfonía de Beethoven, y Azkue tradujo la Oda al vasco para que el orfeón Euskeria la cantara en ese idioma. La representación de Urlo fue un estrepitoso fracaso, como es sabido, con consecuencias económicas, de tal modo que Azkue se planteó seriamente hacerse jesuita y retirarse a Loiola, aunque en el último momento le convencieron para que no lo hiciera.

La traducción de Azkue se publicó en la revista Euskadi, el año 1914, número 26, página 166. La introducción dice así:

Himno An die Freude del gran poeta alemán Schiller, que constituye la letra de la Novena Sinfonía de Beethoven, traducido al euskera por D. Resurrección María de Azkue, para los próximos conciertos de la gran Orquesta Sinfónica de Barcelona, en que tomará también parte el Orfeón Euskeria.

Pozari Sorkuraren bularretik
O adiskide, ez ots motel ori; Poza edoskitzen degu;
entzun dezagun ozenago baten On ta gaizto, orren egarriz
durundia ta pozgarriagoa Beti bizi gera gu.
Poza, Jainkotsinpart eder Musuak eman zizkigun
Eliseoko alaba Masti, lagun ta indarra:
gogo beroz gijoatzin Berea da arren zoria
ire Jaurestegira. Ta aingeruen poz-garra.
Ire tseraz biltzen ditun ¡Ots! So eki eder oyek
Apetaz banatuak, Oskoroan kurika,
Ire egapean anaitzen bizkor zabilz anaika
Gozarotsu gizonak. pozik garai-zale legez.
Adiskide on bat duela Diru-metak guk besarka
Zinez zoritsu dana, Izadiaren musuz
Emazte ederdun batekin Izar-gainean goituz
Ager bedi iregana. Aita samur bat bizi da.
Maite bakar bat gaberik ¿Zer?¿Ondatu, diru-metak?
Bizi oi aizen ori ¿Izargina nai aldek?
Pozezko baltzu ontarik Oskoroan galde zak,
Negartsu ostu adi. goyan zoritsu an dukek.

Adjunto, contiene un glosario que explicita el sentido de algunas palabras usadas en la traducción, y también hay una nota a pie en la que se explica el uso de legez en lugar de bezala, por razones fonéticas. Se detecta un error claro en la traducción de Azkue, cuando habla de «diru-metak» por Millionen. Azkue interpretó que se trataba de dinero, no de cantidades ingentes de personas.

El texto se recogió también en otro artículo de J. R. Belausteguibeitia, «La campaña artística del orfeón Euskeria», en Euskal-erria (1914), pp. 548-549. La traducción de la Oda es la misma (en la introducción está mal escrito el nombre original). En este caso se presenta también otro texto surgido en el mismo contexto, y que se debe al interés de Azkue por Wagner. En la página 547 se encuentra la traducción de un fragmento del Parsifal.

UNA OBRA DE TEATRO

Existe una traducción al vasco del Wilhelm Tell de 1934-35, la primera traducción de una obra dramática escrita en alemán, realizada por Iñaki Goenaga Sistiya (1905-2005). Nacido cerca del santuario de Loiola, siguió estudios para convertirse en jesuita, aunque después dejó la orden. Se exilió joven a Latinoamérica para evitar el servicio militar, y después volvió a Europa. En Marneff (Bélgica) siguió sus estudios de teología, junto con otros conocidos autores vascos, como el traductor de Platón Jokin Zaitegi y Andima Ibiñagabeitia. Goenaga tradujo el Wilhelm Tell de Schiller en su estancia en Bélgica,5 seguramente animado a ello por algunos compañeros (jesuitas expulsados de España por la República). Sin embargo, dejó los estudios y regresó al País Vasco para trabajar como periodista y político, justo antes del estallido de la Guerra Civil. Participó en la guerra, fue apresado y estuvo en la cárcel algún tiempo. Tras la guerra no pudo retomar la actividad cultural.6

No hay mucha información sobre esta traducción. El año 2004, la asociación de traductores vascos EIZIE reeditó la obra en edición bilingüe, pero no se hizo la necesaria investigación sobre el origen de la traducción. Ésa fue una de las razones que nos animó a realizar este trabajo. Sabiendo que Goenaga, casi centenario, vivía aún en Azpeitia, nos pusimos en contacto con su familia y conseguimos conversar un poco con él por teléfono, lo cual no fue muy productivo. Después mandamos a su familia una lista de preguntas, de donde conseguimos bastante información. Y estuvimos a punto de entrevistarnos con él, aunque el encuentro se suspendió a última hora por razones de salud, y luego, sin tiempo para preparar otra cita, Goenaga murió. De nuestras pesquisas se deduce que conservó algunos documentos relacionados con la traducción, escondidos en una casa que tenía en Irún, pero que se perdió todo en unas obras que se hicieron allí. Parece que aprendió alemán en su estancia en Bélgica, como parte de sus estudios, y que tuvo allí la ayuda de muchos otros intelectuales vascos: Ibiñagabeitia, Zaitegi, Sarobe, Argarate, Ariztimuño. Hizo la traducción a mano, y luego una copia en limpio con un máquina Remington, y la fue mandando por partes al País Vasco, aprovechando el viaje de algún compañero.

En cuanto a la traducción, hay que decir que sigue el original con mucho detalle, eso sí, en prosa y no en la forma versificada original; y como era habitual en la época, introduce algunas adaptaciones culturales (se mencionan instrumentos musicales típicos del País Vasco, por ejemplo; pero se muestra más moderado que otras traducciones contemporáneas, como la de los hermanos Grimm por Larrakoetxea).

Si nos preguntamos por las razones para la elección de esta obra, entonces nos tendremos que preguntar por los rasgos más característicos del texto. No está claro si Tell fue un personaje histórico. De acuerdo con los primeros testimonios, vivió en Uri a finales del siglo XIII o principios del XIV.7 Según la tradición fue el cabecilla de una revuelta contra los austriacos y ayudó a conservar la independencia suiza. Tuvo que disparar con la ballesta contra una manzana puesta sobre la cabeza de su hijo, obligado por el gobernador, y después de algunas peripecias acabó matando al gobernador usando la misma ballesta.

El Wilhelm Tell de Schiller es la versión más conocida de ese mito nacional, se considera incluso parte de la literatura suiza.8 Un aspecto fundamental de la obra es la lucha contra la represión extranjera. La misma gestación del drama explica ese hecho: el tema lo encontró Goethe en su tercer viaje a Suiza en 1797, en un momento revolucionario, pero pasaban los años y no acababa de escribir nada, así que ofreció el tema a Schiller, que tampoco hizo nada al principio, pero en 1802, debido a la amenaza napoleónica, retomó el asunto y escribió el drama. Así, la defensa de la nación frente al invasor se convierte en tema clave. Hay que decir, sin embargo, que Schiller no olvida los ideales burgueses ilustrados de fraternidad, libertad, derechos ciudadanos, crítica de la nobleza, etc. («Der brave Mann denkt an sich selbst zuletzt», I 1 [«El hombre valiente piensa en sí mismo al final»]; o cuando habla del comienzo de una nueva época, dice: «Der Adel steigt von seinen alten Burgen / Und schwört den Städten seinen Bürgereid», IV 2 [«La nobleza baja de sus antiguas fortalezas / y presta juramento a las ciudades»]).

Por eso, según las épocas y las circunstancias, las representaciones han destacado el aspecto nacionalista o el aspecto liberal. Así, en el territorio ocupado por Napoleón se prohibió inmediatamente y en el territorio no ocupado se representaba mucho, para atizar el espíritu nacionalista («Dem Kaiser selbst versagen wir Gehorsam», [«Al mismo Emperador negamos obediencia», II 2]; «Wir wollen frei sein, wie die Väter waren, / Eher den Tod, als in der Knechtschaft leben», [«Queremos ser libres, como lo fueron los padres, / antes morir que vivir sojuzgados», II 2]). Cuando franceses y belgas ocuparon Renania en 1922 para obligar a Alemania a cumplir el Tratado de Versalles, se prohibieron las representaciones de la obra. Por el contrario, los nazis la utilizaron en un primer momento como acicate del espíritu nacional, pero después llegaron a prohibir la obra, para evitar la mera presencia de los elementos liberales, que chocaban con la deriva del régimen.

En un contexto muy agitado en Europa y sobre todo en España en 1934, con una inminente autonomía para el País Vasco, el texto cumplía los requisitos para una recepción en el sistema cultural vasco en ese momento. De hecho, uno de los aspectos del drama es la discusión sobre los límites del uso político de la violencia. «Nein eine Grenze hat Tyrannenmacht: Wenn der Gedrückte nirgends Recht kann finden, Wenn unerträglich wird die Last– (...) Zum letzten Mittel, wenn kein andres mehr Verfangen will, ist ihm das Schwert gegeben», («No, la tiranía tiene un límite: cuando el oprimido no encuentra justicia en ninguna parte, cuando la carga se vuelve insoportable... (...) Como último medio, cuando ya no hay más, le queda la espada», II 2). Schiller acepta el uso de la violencia, pero solamente para defender lo que es de uno, y en especial, para defender la libertad. «Eu’r Walten hat ein Ende. Der Tyrann Des Landes ist gefallen. Wir erdulden Keine Gewalt mehr. Wir sind freie Menschen» («Vuestro reinado tiene un final. El tirano del país ha caído. No toleramos más violencia. Somos hombres libres», IV 3).

Finalmente, hay un aspecto relacionado con la traducción que quisiera mencionar. Goenaga estaba preparándose para ingresar en los jesuitas cuando traducía a Schiller, y dejó los estudios para volver al País Vasco e implicarse en la política del momento. En un momento muy conocido de la obra, en la escena segunda del segundo acto, se dice que no se obedecerá al Kaiser, y la siguiente línea ofrece el motivo: los austriacos han pisado las libertades suizas por hacer un favor al clero austriaco. «Dem Kaiser selbst versagten wir den Gehorsam, Da er das Recht zu Gunst der Pfaffen bog» («Al mismo Emperador negamos obediencia, puesto que doblegó el poder a favor de los curas», II 2). Quizá Goenaga actuó como lo hizo influido por un conflicto contemporáneo similar entre religión y política.

La obra teatral Wilhelm Tell ha sido traducida y también, especialmente, adaptada a muchos idiomas, sobre todo en versiones para jóvenes y niños. También se han hecho este tipo de adaptaciones al vasco. Jacinto Fernandorena Setién escribió Gillen Tell, una adaptación (seguramente una traducción, aunque no se menciona la adaptación original) de 1979, de la que hay segunda edición en 1985. Hay otra adaptación más moderna de Iñaki Zubeldia, Gillen Tell: kondaira suitzarra (1984, con varias reediciones en 1987, 1990, etc.). Y también hemos encontrado dos adaptaciones en formato cómic, una de Miguel Ángel Unanua en 1988 y otra de Ismael Román en 1999. Y, además, hay una grabación en casete de otra adaptación, Gillen Tell nobela euskaraz, realizada en Lazkao en los años ochenta.

Y además de todo ello, hemos encontrado un producto indirecto, una adaptación libre escrita por Alfonso Sastre en 1959, Guillermo Tell tiene los ojos tristes. Se trata de una reescritura con gran carga política, en la que Tell mata a su hijo, y fue prohibida en un primer momento. Esta adaptación ha conocido dos traducciones al vasco. La primera es de 1979, Gillen Tell-ek begiak triste, y aparece como traductor un colectivo llamado Barkaiztegiko taldea. Y la segunda es de 1990, edición bilingüe en la editorial Hiru, Gillermo Tellek triste ditu begiak / Guillermo Tell tiene los ojos tristes. Los traductores son Beatriz Zabalondo y J. L. Aranguren, Txiliku.

Se puede decir, por tanto, que el Wilhelm Tell de Schiller ha sido muy productivo en la cultura vasca, sobre todo por la diversidad de tipos textuales que ha generado.

OTROS POEMAS: MIRANDE

El variado trabajo del escritor parisino Jon Mirande (1925-1972) como traductor es muy conocido, y de hecho tradujo bastantes textos del alemán al vasco. Tuvo un enorme interés por las lenguas, se convirtió en un gran políglota autodidacta y dedicó una atención especial a lenguas minoritarias como el bretón y el gaélico. De ahí le vino también su interés por la traducción, que entiende como un elemento clave en el desarrollo del idioma. En su artículo de 1961 «Kultura eta folklorea» confronta esos dos conceptos, y subraya el valor de la traducción (Mirande, 1999: 464-465). Mirande aprendió alemán de forma autodidacta e hizo varios viajes a Viena (1952), Múnich (1963) y Sajonia (1971). Llegaba a usar palabras alemanas en sus cartas. Así, en una carta a Xabier Kintana, del 17 de octubre de 1971, le llama «gogaide» (camarada) y entre paréntesis escribe Meinungsgenosse (Mirande, 1976: 9). También desde el punto de vista de su pensamiento estuvo muy influido por algunos autores alemanes (sobre todo Nietzsche, Schopenhauer, Spengler), como ha destacado Joxe Azurmendi (1989).

A pesar de que existen algunos estudios y ediciones de la obra difusa de Mirande, hay algunos aspectos de su obra como traductor que no se han estudiado correctamente. En el libro preparado por Txema Larrea Poemak, 1950-1966, en las páginas 19 y 20 aparece una «especie de introducción» de Mirande donde habla de «nire poemak» (mis poemas), pero en la edición se ha colado al menos una traducción, ya que en la página 135 tenemos Hirur lili / Drei Lilien. Se trata de una antigua canción alemana, canción de guerra que los soldados alemanes han cantado en varias campañas. Parece que tiene su origen en 1830 y se basa en una balada de Nachtjäger.

Además, Andolin Eguzkitza dice en su libro recopilatorio de la obra de Mirande, Orhoituz, que se trata de la colección de su obra poética original. Sin embargo, en la página 25 nos encontramos «Ba nin adiskide bat» (Euzko-Gogoa, 1950, 5-6, p. 5). También en el libro Jon Mirande. Obra osoa no se recoge ninguna traducción explícitamente dentro de la poesía, pero en la página 149 se incluye ese mismo poema. Sin embargo, es patente que se trata de la traducción de un poema de Ludwig Uhland, «Ich hatt’ einen Kameraden» («Yo tenía un camarada»).

Mirande tradujo, además, poemas de Hofmannsthal, Uhland y Nietzsche, y también breves textos en prosa de Nietzsche y Kafka (Vor dem Gesetz – Ante la ley).

Ya en 1952, en concreto el 18 de diciembre, Mirande hace referencia a la intención de traducir un poema de Schiller en una carta que envía a Andima Ibiñagabeitia, «Wohlauf, Kameraden». Dice no haberlo logrado aún, pero que seguirá intentándolo. Sin embargo, no hemos encontrado rastro alguno de esa traducción. Unos años más tarde, en 1959, sí aparecen los dos poemas de Schiller que tradujo: «Das Mädchen aus der Fremde», en la revista Egan (1959, 1-4, p.

DAS MÄDCHEN AUS DER FREMDE ATZERRIKO NESKATILLA
In einem Tal bei armen Hirten Erschien mit jedem jungen Jahr, Sobald die ersten Lerchen schwirrten, Ein Mädchen, schön und wunderbar. Aran baten, artzain-artean, Agertzen zan urte-berriz, Lehengo larratxoriekin, Neska bat, ederra guztiz.
Sie war nicht in dem Tal geboren, Man wußte nicht, woher sie kam, Und schnell war ihre Spur verloren, Sobald das Mädchen Abschied nahm. Ez zan aran hartan jaioa, Iñork ez zekin nongo zen. Galtzen ziran haren oiñatzak, Neskak aldegin ondoren.
Beseligend war ihre Nähe, Und alle Herzen wurden weit, Doch eine Würde, eine Höhe Entfernte die Vertraulichkeit. Haren ondoan pozez zegon Biotz oro irigia; Andraurenak urrundu arren Lasaitasun larregia.
Sie brachte Blumen mit und Früchte, Gereift auf einer andern Flur, In einem andern Sonnenlichte, In einer glücklicher Natur. Ba zekarzkin lore eta frutu Beste lur batek emanak, Beste eguzki batek ondurik, Izadi obe batenak.
Und teilte jedem eine Gabe, Dem Früchte, jenem Blumen aus; Der Jüngling und der Greis am Stabe, Ein jeder ging beschenkt nach Haus. Bakoitzi zerbait zemakion, Nori frutu, nori lore; Doaiturik zijoan etxera, Naiz mutiko, naiz agure.
Willkommen waren alle Gäste, Doch nahte sich ein liebend Paar, Dem reichte sie der Gaben beste, Der Blumen allerschönste dar. Arrotz denak ongi-etorri Zitun; baiñan maitariei Zemakien emai onena: Lili ederrenak haiei.
SEHNSUCHT ERRI-MIN
Ach, aus dieses Tales Gründen, Die der kalte Nebel drückt, Könnt ich doch den Ausgang fi nden, Ach wie fühlt ich mich beglückt! Dort erblick ich schöne Hügel, Ewig jung und ewig grün! Hätt ich Schwingen, hätt ich Flügel, Nach den Hügeln zög ich hin. Harmonieen hör ich klingen, Töne süßer Himmelsruh, Und die leichten Winde bringen Mir der Düfte Balsam zu, Goldne Früchte seh ich glühen Winkend zwischen dunkelm Laub, Laño otzak estaliko Ibar honen zolatik Irtetzeko ba nu bide, Zer poza nenduke nik! Muño ederrik han dakust, Beti gazte eta musker! Baldin egorik ba neuka, Egaz joan neinte laster. Zeru-bake gozo baten Harmonia ba dantzut, Aize ariñak dakarren Baltsamua sendi dut, Osto ilunen artetik Irriz urre-frutuak...
Und die Blumen, die dort blühen, Werden keines Winters Raub. Ach wie schön muß sichs ergehen Dort im ewgen Sonnenschein, Und die Luft auf jenen Höhen O wie labend muß sie sein! Doch mir wehrt des Stromes Toben, Der ergrimmt dazwischen braust, Seine Wellen sind gehoben, Daß die Seele mir ergraust. Einen Nachen seh ich schwanken, Aber ach! der Fährmann fehlt. Han loratzen den lorerik Ez du ozten Neguak. Zein den eder ibiltzea Han, beti eguzkitan, Aizea zein freskagarri Dela gaillur haietan! Baiñan ez nau uzten joaten Artean den ibaiak, Ur gora ozena gatik Ditut biotz-ezbaiak. Ontzi bat dakust zabuka, Ez, oi! Ontzi-maixurik.
Frisch hinein und ohne Wanken, Seine Segel sind beseelt. Du mußt glauben, du mußt wagen, Denn die Götter leihn kein Pfand, Nur ein Wunder kann dich tragen In das schöne Wunderland -Bihotz euki! Utz ezbaiak! Velak arima bat dik, Siñeta ezak, ausart adi, Naiz Jainkoak ez berma: Mirazko Errira soilki Mira batek arama.

OTRAS VERSIONES DE LA ODA

Antonio Maria Labaien (1898-1991) hizo otra traducción de la Ode an die Freude en 1959, y es más conocido como traductor de algunas obras de teatro desde el alemán. La búsqueda de información sobre su obra no fue nada fácil, ya que no hay apenas bibliografía secundaria. En cuanto a su conexión con el alemán, además de las traducciones de teatro, al principio no encontré sino un par de textos referidos a la cultura y la lengua alemanas. En el primer número de la revista Yakintza, en el año 1933 (pp. 29-37), hallamos una traducción: Zumalacárregui o la Muerte del héroe: drama alemán en cinco actos por Friedrich Senbold; en la revista Euzko-Gogoa, número 9/10 de 1952 (p. 6), tenemos el poema «Linkeus dorrezaia» (que es un fragmento del Fausto de Goethe), y en 1956 en la revista Egan (pp. 53-54) encontramos un breve texto sobre Mozart con ocasión del segundo centenario de su nacimiento.

Ante la imposibilidad de encontrar más información contextual sobre estos trabajos, nos pusimos en contacto con Ramón Labaien, ex-alcalde de San Sebastián, ya que intuíamos que era hijo de nuestro traductor. La conversación se alargó: su padre aprendió alemán primero en Tolosa (donde era alcalde) y después en el País Vasco francés durante ocho años de exilio tras la Guerra Civil, mediante un intercambio de lenguas con un soldado alemán llamado Hans. También tuvo una estrecha relación con el vascólogo checo Norbert Tauer e incluso fue a visitarlo a Viena (pero Tauer no pudo salir de Checoslovaquia, con lo que no pudieron conocerse personalmente). Además de cartas, se intercambiaban libros: Labaien le mandaba libros vascos y recibía a cambio libros alemanes, sobre todo referidos a la música. Por eso, también en este caso, fue precisamente la música el camino hacia la Oda. Poza’ri oda se publicó en la revista Olerti, II de 1959, pp. 86-88. Como autor firma Ibalan, seudónimo de Labaien. Recogemos el texto de la traducción en el anexo.

Ramón Labaien nos comunicó que lo que quedaba del archivo de su padre estaba en Tolosa (algunas cosas se habían perdido en algún traslado). Y allí nos acercamos. Nos encontramos con una gran biblioteca sobre el tema preferido de Labaien, el teatro. Y además muchos libros sobre religión y filosofía, muchos de ellos en vasco. Y también había muchos libros escritos en francés y alemán, menos en inglés.9 En cuanto al alemán, había libros didácticos, sobre música y muchos clásicos de la literatura: Goethe, Schiller, Stifter, Rilke, Brecht, etc.

Es bien conocido que había traducido a Dürrenmatt (Gizona ta kidea; Der Doppelgänger), Frisch (Su-emailleak; Biedermann und die Brandstifter) y Brecht (Bai esalea, ez esalea; Der Jasager und der Neinsager), así que buscamos los originales de esos libros, pero no los encontramos. Encontramos una de las traducciones, Su-emailleak, como separata, y en la nota al pie de la tercera página dice: «Biedermann und die Brandstifter 1962 Suhrkamp Verlag-Frankfurt am Main. Traducción española de M. González Haba. Los incendiarios. Revista Primer Acto, número 62. Madrid, 1965». Por tanto, no está claro si se trata de traducciones directas o indirectas y no se sabrá hasta completar una comparación entre los textos. En todo caso, es un intento de renovar el teatro escrito en vasco con la introducción de nuevos modelos, hecho por alguien muy interesado en el teatro como autor y estudioso.

Hemos encontrado una última versión de la Oda en un texto sobre didáctica de la música, sin mención del traductor (revista Urrats, 1979, primer número, p. 37). Aquí también se trata de la versión de la novena sinfonía de Beethoven y de una edición bilingüe intercalada (seguramente para la gente que quisiera cantar la versión original). Recogemos también este texto en el anexo.

UN ÚLTIMO POEMA

Finalmente, hemos encontrado la que puede ser la traducción más reciente de Schiller al vasco, «Musa alemana» por Joxe Azurmendi, publicada en el libro Euskera, euskaldunon hizkuntza (Joseba Intxausti, 1990). En este caso, el contexto parece bastante claro. En ese poema, Schiller critica la situación precaria de la lengua alemana y refleja el trabajo de su generación para convertir el alemán, a pesar de todo, en una lengua de cultura. Y aquí, en un libro sobre la lengua vasca, se busca el paralelismo. Hay que mencionar que se trata, una vez más, de una traducción realizada por un autor muy señalado, un catedrático de Filosofía que es al mismo tiempo uno de los ensayistas más prolíficos en lengua vasca.

DIE DEUTSCHE MUSE (1800) MUSA ALEMANA
Kein Augustisch Alter blühte, Keines Mediceers Güte Lächelte der deutschen Kunst, Sie ward nicht gepfl egt vom Ruhme, Sie entfaltete die Blume Nicht am Strahl der Fürstengunst. Ezein antzinaro Augustiar zegoen lore, Ezein eskuzabaltasun Medicitarrek zion Arte alemanari egin irribarre; Loria ez zen haren arduratu, Ez zuen garatu bere lorea Printzeen fabore diztiratan.
Von dem größten deutschen Sohne, Von des großen Friedrichs Throne Ging sie schutzlos, ungeehrt. Rühmend darfs der Deutsche sagen, Höher darf das Herz ihm schlagen, Selbst erschuf er sich den Wert. Amaren seme aleman handienaren Tronuak, Federiko Handiaren, babes Gabe laga zuen, ohorapen gabe; Loriatuz, bada, esan dezake alemanak, Gorakiago diezaioke taupada jo bihotzak Berak sortu zuen bere prezamena.
Darum steigt in höherm Bogen, Darum strömt in vollem Wogen Horregatixe arku hainbat garaiagotan, Horregatik uhin hainbat biribilagotan isuri doa
Deutscher Barden Hochgesang, Und in eigner Fülle schwellend, Und aus Herzens Tiefen quellend Spottet er der Regeln Zwang. Bardo alemanen goikanta; Eta bihotzaren sakon-barnetik iturrika dariola Arauen hertsaduraz burlatzen da.

Seguramente habrá alguna otra referencia que hemos pasado por alto, pero por ahora éstas son las traducciones que hemos encontrado tras una búsqueda exhaustiva. El interés por Schiller se manifiesta muy temprano, en una época (1910-1936) de gran actividad cultural en lengua vasca, con la Oda y una pieza de teatro (que sin embargo queda como única traducción de un drama de Schiller hasta el momento). Schiller tiene cierta presencia en los años de recuperación cultural (1955-1980), sobre todo en poesía. Y en estos últimos años de consolidación de la lengua, parece haber dejado de despertar interés, sólo persisten algunas adaptaciones infantiles y juveniles del Wilhelm Tell, y un poema suelto.

Más adelante aún habrá que hacer un análisis más pausado y exhaustivo de todos estos materiales, en el contexto de un estudio global de la historia de la traducción del alemán al vasco.

ANEXO

Ode an die Freude, Friedrich Schiller Beethoven, IX Sinfonia
(1) Freude, schöner Götterfunken, Tochter aus Elysium, Wir betreten feuertrunken, Himmlische, dein Heiligtum ! O Freunde, nicht diese Töne ! Sondern laßt uns angenehmere anstimmen, und freudenvollere ! Freude !
(2) Deine Zauber binden wieder, Was die Mode streng geteilt ; Alle Menschen werden Brüder, Wo dein sanfter Flügel weilt. CHOR Freude, schöner Götterfunken, Tochter aus Elysium, Wir betreten feuertrunken, Himmlische, dein Heiligtum ! Deine Zauber binden wieder,
(3) Seid umschlungen, Millionen ! Diesen Kuß der ganzen Welt ! Brüder - überm Sternenzelt Muß ein lieber Vater wohnen. Was die Mode streng geteilt ; Alle Menschen werden Brüder, Wo dein sanfter Flügel weilt. Wem der große Wurf gelungen,
(4) Wem der große Wurf gelungen, Eines Freundes Freund zu sein, Wer ein holdes Weib errungen, Mische seinen Jubel ein ! Eines Freundes Freund zu sein, Wer ein holdes Weib errungen, Mische seinen Jubel ein ! Ja - wer auch nur eine Seele
(5) Ja - wer auch nur eine Seele Sein nennt auf dem Erdenrund ! Und wer’s nie gekonnt, der stehle Weinend sich aus diesem Bund. CHOR Sein nennt auf dem Erdenrund ! Und wer’s nie gekonnt, der stehle Weinend sich aus diesem Bund. Freude trinken alle Wesen An den Brüsten der Natur.
(6) Was den großen Ring bewohnet, Huldige der Sympathie ! Zu den Sternen leitet sie, Wo der Unbekannte thronet. Alle Guten, alle Bösen Folgen ihrer Rosenspur. Küsse gab sie uns und Reben, Einen Freund, geprüft im Tod;
(7) Freude trinken alle Wesen An den Brüsten der Natur ; Alle Guten, alle Bösen, Folgen ihrer Rosenspur. Wollust ward dem Wurm gegeben, Und der Cherub steht vor Gott. Und der Cherub steht vor Gott. Froh, wie seine Sonnen fl iegen
(8) Küsse gab sie uns und Reben, Einen Freund, geprüft im Tod ; Wollust ward dem Wurm gegeben, Und der Cherub steht vor Gott. CHOR Durch des Himmels prächt’gen Plan, Laufet Brüder, eure Bahn, Freudig, wie ein Held zum Siegen. *Freude, schöner Götterfunken, **Tochter aus Elysium,
(9) Ihr stürzt nieder, Millionen ? Ahnest Du den Schöpfer, Welt ? Such’ ihn überm Sternenzelt ! Über Sternen muß er wohnen. **Wir betreten feuertrunken, **Himmlische, dein Heiligtum ! **Deine Zauber binden wieder, **Was die Mode streng geteilt;
(10) Freude heißt die starke Feder In der ewigen Natur. Freude, Freude treibt die Räder In der großen Weltenuhr. **Alle Menschen werden Brüder, **Wo dein sanfter Flügel weilt. Seid umschlungen, Millionen ! Diesen Kuß der ganzen Welt !
(11) Blumen lockt sie aus den Keimen, Sonnen aus dem Firmament, Sphären rollt sie in den Räumen, Die des Sehers Rohr nicht kennt. CHOR Brüder - überm Sternenzelt Muß ein lieber Vater wohnen. Ihr stürzt nieder, Millionen ? Ahnest Du den Schöpfer, Welt ? Such’ ihn überm Sternenzelt !
(12) Froh, wie seine Sonnen fl iegen Durch des Himmels prächt’gen Plan, Wandelt, Brüder, eure Bahn, Freudig, wie ein Held zum Siegen. Über Sternen muß er wohnen.
Las tres versiones vascas (1914, 1959, 1979)
O adiskide, ez ots motel ori; entzun dezagun ozenago baten durundia ta pozgarriagoa Poza, Jainkotsinpart eder Eliseoko alaba gogo beroz gijoatzin ire Juarestegira. Ire tseraz biltzen ditun Apetaz banatuak, Ire egapean anaitzen Gozarotsu gizonak. Adiskide on bat duela Zinez zoritsu dana, Emazte ederdun batekin Ager bedi iregana. Maite bakar bat gaberik Bizi oi aizen ori Pozezko baltzu ontarik Negartsu ostu adi. O Poz! Ez eresi itunik Geigo, abots pozgarri ta alaiagorik baizik! Poza! Poza! Jainko txinpart eder, Eliseo’ko alaba, Suz ordiak sartzen gaitun zerutar gaindegira. Ire lilurak berriz din l otu bizkerak etena. Gizon oro anai gatxin ire egak ikututa. Lagunen-lagun irauten Zoria dunak lortu, ta andre laztan bat maitatzen gukin bedi alaitu. Naiz arima soil bat « bere» dei baleza munduan. Ori ezin ba’lu alare, Adiskideok! Ez gaitezen doinu zarata hoietan eror. Beste zerbait alaiago eta atseginagorekin has gaitezen! (Alaitasunaren abestia) Alaitasun, Jainkozko argi eder. Eliseon jaioa. Zure aldareruntz goaz, sutsuki. Gogortasunak zatitua. Zure dizdiraz berriro batua. Zure eragipen ongilea erdietsi arte. Gizon guztiak anai izango dira. Zoriontasunak emandako egiazko zoriontasuna. Eta andra zintzoa aurkituko duenak. Ager dezala bere poza: Lurraren borobiltasunean, anima zoriontsu batean jabe bait da. Eta lortu duenak Zorizgaitzpean negar egin beharko du.
Sorkuraren bularretik Poza edoskitzen degu; On ta gaizto, orren egarriz Beti bizi gera gu. Musuak eman zizkigun Masti, lagun ta indarra: Berea da arren zoria Ta aingeruen poz-garra. ¡Ots! So eki eder oyek Oskoroan kurika, bizkor zabilz anaika pozik garai-zale legez. Diru-metak guk besarka Izadiaren musuz Izar-gainean goituz Bego negarrez atean. Poza edan oi du gizonak Natura bularretik, gaizto ala on diranak doaz aren atzetik. Musu ta ardo eman zigun adiskide il arte. Arrak griña izan zizun, Aingeru’k Jaink-aurre. Alai! Egan, eguzkiak Ortz garbian bezela. Jarrai pozik, anaiak! Garailari antzera. Poza! Jainko-txinpart eder, Eliseo’ko alaba, Izadiaren magalean. Denok dastatzen dugu bere poza Nola gaizto, ala zintzoek Bere bide loretsutik jarraitzen dute. Laztantzen gaitu, asetzen gaitu. Heriotzeraino adiskidetasun zihur bat eskeintzen dugu. Besarkatu zaitezte denok! Lazten honek batu dezala mundu osoa! Izar gainen anaiok. Aita maitagarri bat biziko da! Poz zaitezte bere eguzkia hegaka ikusiaz zeruan
Aita samur bat bizi da. ¿Zer?¿Ondatu, diru-metak? ¿Izargina nai aldek? Oskoroan galde zak, goyan zoritsu an dukek. suz ordiak sartzen gaitun zerutar gaindegira. Ire lilurak berriz din lotu bizkerak etena. Gizon oro anai gatxin ire egak ikututa. Besarka elkar milloika! Musu mundu danari Anaiok! Izar zearka dago Aita’ren jauregi. Auzpez jarririk asmatu Nun ote Jauna izango? Ortze gaiñean billatu, Izar tartean bait-dago. Besarka elkar milloika! Musu mundu danari! Poza! Jainko-txinpart eder, Eliseo’ko alaba, Suz ordiak sartzen gaitun zerutar gaindegira. Jarraitu anaiok jarraitu, zuen bide alaitsuetatik. Mozorroei atsegina ematen die Eta jainkoruntz doa kerubina. Oraindik zalantzan ahal zaudete? Ez al duzue aurkez ikusten Sortzailea? Izan gainean bila zazu. Han aurkitu behar bait da.

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1 Dentro del proyecto de investigación 1/UPV 00103.130-H-15406/2003 dirigido por Ibon Uribarri.

2 Gregorio Arrue había traducido antes Genoveva de Brabante, de Christoph Schmidt, pero no se trataba de una traducción directa del alemán. El título de la obra traducida en 1885 es Bravanteco Genovevaren bicitz arrigarri miragarria, Cristobal Schmid-ec eguiñ eta eusquerara itzulia.

3 Azkue tradujo al vasco un texto que Schuchardt mandó como saludo desde Graz a una reunión académica en Gernika en septiembre de 1922, «Bein da betiko».

4 Otras muchas obras de Schiller tienen versión musical. Quizá las más conocidas sean las óperas de Gioacchino Rossini y Giuseppe Verdi.

5 En la revista Yakintza 8 (marzo/abril de 1934), pp. 89-103; 9 (mayo/junio de 1934), pp. 177-193; 10 (julio/agosto de 1934), pp. 263-275; 11-12 (septiembre/diciembre de 1934), pp. 344-352 y 418-424; 13-14 (enero/abril de 1935), pp. 24-32 y 105-113.

6 Se pueden consultar otros aspectos de su vida en la revista Uztarria 54, agosto de 2004.

7 Vid. Aegidius Tschudi: Chronicon Helveticum, 1550 y Johannes von Müller: Der Geschichten Schweizerischer Eidgenossenschaft, libros 1 y 2, 1786.

8 Esa lectura fue luego discutida por Max Frisch en su obra Wilhelm Tell für die Schule (1971).

9 El archivo de Labaien en Tolosa está en parte bien catalogado y conservado, pero hay otra parte sin catalogar y en un estado deplorable. Llegamos a encontrar una carta manuscrita del conocido intelectual Carlos Santamaría dentro de un libro, animándole a seguir con sus traducciones de teatro contemporáneo.

Friedrich Schiller

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