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INTRODUCCIÓN

LOS PRIMEROS PASOS

Cómo transformar tu pasión por la música rock en un proyecto realizable

La música rock ha conseguido enamorar una generación tras otra. Subirse a un escenario y tocar este estilo musical ha sido desde hace décadas el sueño de miles de jóvenes y no tan jóvenes. ¡Hora de empezar nuestro viaje en la senda del rock!

El rock es un estilo de música hijo de otros géneros que lo precedieron, como el blues o el country, capaz de mover masas. Este hecho no es ningún misterio y tampoco es de extrañar. Es un estilo tan versátil que tanto puede levantarte de la silla como hacerte llorar. Es el padre, ade­más, de muchos otros estilos de música ahora novedosos, y sin él, seguramente, la historia de la humanidad no hubiera sido la que es. Por lo que sabemos, el rock no es tan solo música, se trata también de una actitud, una marca de una generación entera que se rebeló contra el orden preestablecido para decir basta, desmadrarse, perder la vergüenza y poner en común sentimientos personales que, en realidad, siempre fueron colectivos. El rock ha creado monstruos tales como el camaleónico David Bowie, la incontestable Tina Turner o dos de los mejores grupos de la historia: Pink Floyd y Led Zeppelin, ambos inigualables. Y con ellos, muchos otros artistas que no mencionaremos porque este libro se nos quedaría corto.

El rock despierta emociones. Eso nos ha quedado claro y además tú ya lo sabes. Ya lo has experimentado, conoces de qué manera se te puede erizar la piel o sentirte capaz de todo con una sola canción. Llegar a tocar una canción compuesta por uno mismo delante de otras personas o una versión de otro artista es uno de los mayores placeres que un músico puede experimentar. Subirse al escenario por primera vez genera un estrés y una adrenalina incomparables, es algo que no se ha sentido antes. Es el vértigo de vernos juzgados por la calidad de nuestro arte, juzgados por lo que compartimos, juzgados por regalar una parte de nosotros. Y eso es uno de los actos más bonitos que existen, porque se es vulnerable delante de los demás. En ese momento, estamos desnudos. El músico que se sube a un escenario regala una parte de sí mismo, la comparte con la audiencia y espera, expectante, a que le llegue la recompensa: esa sensación de conectar con algo que le hace salir de su cuerpo. Es un momento precioso, pletórico, un tobogán de sensaciones indescriptibles con el que se puede tocar el cielo.

Subirse a un escenario va a ser el objetivo principal de este manual. Sentir este torrente de emociones va a ser la meta final, más allá del éxito que cosechemos antes o después con el grupo, ya que el éxito como tal es subjetivo, se puede medir de muchas formas. ¿Qué sentido tendría vender muchas maquetas si nuestra música no nos llena? ¿Cómo soportaríamos tocar sobre el escenario una canción con la que no disfrutamos? ¿Cómo podríamos tocarla si ni siquiera nosotros creemos en ella? Por eso, el objetivo del manual que tienes entre tus manos va a ser conseguir una familia cohesionada, un grupo de música que disfrute, con pasión, con ganas, y delante de los demás. Vamos a buscar integrantes que se quieran involucrar en un proyecto serio y quieran escalar con nosotros el abrupto camino del compromiso y el esfuerzo, todo ello disfrutando como solo los músicos pueden hacerlo. Cuando hayamos encontrado nuestra familia vamos a establecer una serie de prioridades y objetivos en común, vamos a pasarlo bien y vamos a hacer música de manera cohesionada, que se entienda. Y sobre todo, música con la que podamos disfrutar cuando la toquemos, tanto para nosotros como para los demás.

Subirse a un escenario va a ser el objetivo principal de este manual, no «alcanzar el éxito», porque esto siempre es subjetivo. Perseguiremos la meta que todo músico debería alcanzar al menos una vez en su vida: tocar en directo.

A medida que pases las páginas de este manual aprenderás una serie de trucos y técnicas para formar tu propio grupo de rock, aunque tienes que tener muy presente que no existe un procedimiento concreto a seguir. No existe una manera infalible de conseguir que un grupo de cualquier estilo funcione. Lo que sí tienes que pensar es que va a requerir mucho esfuerzo, mucho tiempo y tal vez un dinero que no tenías previsto. Lo importante es que los instrumentos que tengáis formen una canción comprensible, limpia y que transmita algo. En todo este proceso, que va más allá de especificaciones técnicas de amplificadores y la situación geográfica del instrumento en la sala de ensayo, va a ser esencial que todos los músicos practiquen en su casa. Todos, sin excepción, tendréis que encontrar un momento cada semana, cada día tal vez, para tocar las canciones que queréis tocar en conjunto. Hablaremos largo y tendido de la práctica personal, ya que va a ser, junto con los ensayos en grupo, uno de los pilares esenciales para crear un grupo funcional.

Asimismo, más allá de la práctica, otro de los factores importantes va a ser el feeling. ¿Te imaginas a Mick Jagger hartándose de Charlie Watts nada más empezar el proyecto? The Rolling Stones no hubieran sido lo mismo sin la potente y enérgica batería de Watts. El entendimiento y la complicidad entre los miembros son cruciales para tocar encima del escenario como lo hacen ellos, por ejemplo. Resulta decisivo, y más en un arte como es la música, entenderse y apoyarse entre miembros. Cuanto mejor cultivemos las relaciones con nuestros compañeros, más fácil será el camino. Todo rodará cuesta abajo con facilidad. Es verdad también que ha habido grupos que han ido cambiando sus integrantes con el tiempo, no vamos a mentir. No suenan bien solo los grupos que han estado siempre en armonía. Unos se han ido y otros llegan, y el cambio puede resultar tan justo y exitoso como el relevo de Bon Scott por Brian Johnson, pero la mayoría de las veces no es así. Sin ir más lejos, Pink Floyd perdió unos años maravillosos por culpa de las discrepancias y diferencias (algunos lo llaman «choque de egos») entre David Gilmour y Roger Waters. A Supertramp le pasó lo mismo. Sí, está claro que, por separado, muchos músicos han logrado cosas increíbles, pero... ¿qué hubiera pasado si hubieran seguido juntos? Seguramente, cosas maravillosas. De todas formas, no podemos predecir lo que pasará y muchas veces la dirección de los acontecimientos no se encuentra en nuestras manos. Sabiendo esto, aun así, intentaremos cohesionar nuestro grupo de la mejor manera posible y crear vínculos fuertes entre sus integrantes.

La cohesión, el trabajo en equipo, el respeto y la empatía serán cruciales si queremos mantener un grupo que trabaje, se entienda y que avance. No dejaremos de ser una familia que escoge a sus miembros, pero una familia al fin y al cabo.

Años atrás, tenía que venir un cazatalentos a decirte que tú sí que vales, que tu grupo suena bien y que puedes tener una oportunidad en el mundo de la música. Algunos grupos no buscaban necesariamente hacerse famosos, sino disfrutar tocando en locales pequeños de su ciudad, pero cuando alguien que parece saber de lo que habla se te acerca con un contrato y una promesa, es muy difícil decir que no. Sin embargo, todos sabemos que el número de grupos que se han quedado en un par de conciertos y no han ido más allá es más grande que el número de grupos de rock que han tenido un triunfo palpable de cara a la audiencia y al público. Hoy en día, el cazatalentos ya no viene a buscarte a casa, a la sala de ensayo o en un concierto, sino por Internet, a través de las redes sociales y en Youtube. Ahora ya no es necesario pasearse por la ciudad y mostrar el talento al mayor número de personas posible para ver si algún representante oye hablar de nosotros. Hoy en día es suficiente con colgar un vídeo en Youtube o hacerse viral en Twitter, Facebook, Instagram. Internet nos ha hecho un favor enorme a los músicos. La Red cuenta con toda una ristra de ventajas que tenemos que aprender a explotar. Es un pozo de conocimientos: cualquier cosa se puede aprender navegando por él. Además, actúa como eliminador de barreras físicas y favorece la comunicación entre músicos, estén en la parte del mundo que estén. Facilita el trabajo en línea, ahorra recursos en papel y ofrece programas y herramientas de libre acceso. Está claro, y no hay discusión, que Internet ha favorecido en las comunicaciones y en el conocimiento. Sí, también hay desventajas: las discográficas han tenido que estrujarse la cabeza para no tener pérdidas millonarias cada vez mayores «por culpa» de las reproducciones online y la piratería.


Cuando Internet aún era joven nadie podía predecir que estos cambios también nos harían daño, como el exceso de información (que genera desinformación), la copia fácil por encima de la ley (piratería) y las fake news. Podríamos buscar otros tantos, pero tenemos claro que las desventajas de Internet existen y que, como las ventajas, han llegado para quedarse. El debate está servido, pero para lo que a nosotros nos ocupa, las ventajas nos van a venir de gran ayuda. Incuestionable es que, gracias a la Red, la comunicación y el conocimiento han pasado a otro nivel, y eso es precisamente lo que vamos a necesitar para localizar a los integrantes de nuestro grupo, aprender las canciones que no nos sepamos en caso de querer tocar versiones, presentarnos delante de una determinada audiencia y darnos a conocer más allá de nuestra ciudad. En definitiva, poder formar y mantener un grupo de rock que pueda tener posibilidades de tocar en garitos y festivales y generar una audiencia fiel, además de dinero online por reproducciones (aquí es donde entran nuestras amigas distribuidoras como Spotify).

Paso por paso

Los capítulos de este libro están ordenados de manera secuencial, de principio a fin. Empezaremos buscando nuestros compañeros de viaje en sitios como Internet, la vida real y tiraremos de contactos: a veces, la mejor manera de encontrar a tu guitarrista es hacer correr la voz entre los músicos del mundillo. Cuando ya tengamos nuestro equipo iremos a buscar juntos una sala de ensayo donde podamos hacer ruido del bueno y del malo sin molestar a nadie. Es imprescindible encontrar un lugar fijo en el que todos los miembros del grupo se sientan cómodos, como en casa, para poder ensayar y tener un espacio de referencia que consideremos nuestro templo, nuestro santuario. Este paso es posible que cueste porque se ve involucrado el dinero, y muchas veces es aquí donde conocemos de verdad cuáles son las aspiraciones y el compromiso de los miembros de nuestro grupo. Contribuir con dinero es un hecho que siempre comporta una responsabilidad y un deber, como el pagar cada mes de manera religiosa. Lo ideal sería poder habilitar un espacio nuestro: un garaje o sala de ensayo en casa de alguno de nosotros, pero eso puede salir incluso más caro. Por ello ajustaremos nuestra búsqueda al nivel de compromiso de las personas del grupo, a la comodidad que nos podamos permitir y a las necesidades que tengamos.

Más adelante hablaremos del primer ensayo, aquella primera vez donde todos nos sentimos como si fuéramos a nuestro peor examen. La primera vez se suele sentir como si estuviéramos hablando delante de cien personas, algo completamente normal. Trabajaremos la confianza y la empatía para poder afrontar este momento de la mejor manera posible. Al fin y al cabo todos (o la mayoría) estaremos empezando, así que tomémoslo con calma. Es en este paso, normalmente, cuando ya llevamos un par de ensayos y estamos seguros de que funcionamos como grupo, que se suelen buscar las salas de ensayo, y no antes. No vamos a comprometernos con el dueño de las salas de ensayo o con la empresa si aún no estamos seguros de nuestro proyecto, ¿no? Es de sentido común.

De individuos a grupo de rock

Dados los primeros pasos, tal vez los más difíciles por el hecho de juntar diversas personas con personalidades, intereses y bagajes distintos, ya será hora de ponerse en marcha y decidir qué rumbo queremos coger como grupo. En este punto, aprenderemos a componer y a formar una estructura a partir de una melodía para que los demás la puedan seguir y empezar a tener canciones propias, algo esencial en un grupo de rock. Si habéis decidido, sin embargo, que en tu grupo se van a tocar solo versiones o covers, eso no es un error ni mucho menos, os podéis saltar este paso. De todas formas, siempre recomendaremos trabajar la composición un poco ya que ayuda a desarrollar la creatividad y a salirnos de aquello que ya conocemos. Componer no es fácil y no es para todo el mundo: algunos componentes tendrán más dificultades que otros, pero hacer una canción y tocarla sabiendo que es vuestra... ese es uno de los mejores sentimientos como músico. Tendréis ganas de enseñársela al mundo, de perfeccionarla, de mejorarla, escuchar críticas, hacerla llegar a todos los rincones de vuestro país y más allá. ¿Y cómo? Sí, a través de los conciertos. Esta va a ser nuestra meta final, y podremos conseguirla en menos de un año. Dar un concierto puede considerarse como la panacea de los músicos. Subirse a un escenario es todo lo que hemos comentado antes: es ser vulnerable, estar desnudo, enseñarle una parte de nosotros al mundo. Es entregarse y disfrutar desde una posición privilegiada. ¿Nos ponemos a ello? ¡Long live rock’n’roll!


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COMPAÑEROS DE VIAJE

EN BUSCA DE LOS INTEGRANTES DEL GRUPO

Busquemos a los que algún día consideraremos parte de nuestra familia musical

Buscar a los miembros de tu grupo puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza si no sabes dónde buscar. Esta tarea puede llevarte meses, sí, pero una vez lo consigas y encuentres a tu familia ya tendrás la mitad del camino hecho.

Tocas un instrumento y ya te has aprendido alguna parte de las canciones de tus grupos favoritos o te estás planteando ponerte a ello y se te ha ocurrido la emocionante idea de empezar un grupo de rock. «Tiene que ser una pasada», piensas, «subirse a un escenario y que todo el mundo esté ahí conmigo, escuchándome» . Pues sí. Pero claro, hay un pequeño, minúsculo problema: solo estás tú. Bien, pues déjame decirte que existen decenas de personas a tu alrededor con la mismas ganas y las mismas inquietudes. ¡Vamos a buscarlas y a proponerles algo a lo que no podrán decir que no!

Primero de todo tenemos que pararnos a pensar cuántas personas necesitamos. Si tocas la guitarra, por ejemplo, tal vez te interese empezar con un bajista, un cantante y un batería. Incluso una de estas personas puede hacer dos cosas a la vez y así te ahorras un integrante: tocar la batería y cantar a la vez, tocar el bajo y cantar a la vez, tocar el bajo y los teclados, etc. Más adelante, cuando ya toquéis un par de canciones podréis incorporar más personas según vuestras necesidades. Tal vez queráis añadir algún instrumento de viento, un teclista que se ocupe solo de los teclados o un segundo bajo para poder hacer auténticas virguerías. También tendrá mucho que ver con el estilo de música que busquemos desarrollar, así que te recomiendo que lleves a cabo estos pasos:

 Haz una lista de algunas de las canciones de otros grupos que te gusten.

 Apunta el número de instrumentos principales que suenan en ellas (si tú no eres el cantante, no te olvides de la voz a menos que quieras formar un grupo instrumental, que puede ser una opción muy interesante).

 Si no te interesa «parecerte» a nadie y prefieres ir probando con diferentes músicos hasta ver lo que sale, intenta tener lista alguna melodía o canción compuesta por ti para poder ponerla en común con algún músico con el que quedes para probar.

Ten en cuenta que para poner anuncios en cualquier lado y captar la atención de personas concretas, necesitas especificar el estilo de música que quieres tocar, y a veces puede no bastar decir «rock». Los músicos que se pongan en contacto contigo, si ven un anuncio tuyo, tienen que saber muy bien qué pueden esperar y qué buscas en concreto. Cuanto más concretes en tu anuncio, menos tiempo perderéis los dos. Porque ya sabes que no es lo mismo crear una banda de metal-rock desde cero (en la que a lo mejor le podrías dar prioridad a las guitarras e incorporar tres y con un carácter más fuerte) o pop-rock, en el que es posible que te interese buscar otro tipo de perfil de guitarrista. Una vez hecho esto, iremos al grano: ¿dónde puedo encontrar personas con el mismo interés, las mismas ganas (y lo más importante) lo más cerca de mí para formar mi grupo de rock? Pues tienes tres opciones: buscar en Internet, en la vida real (en la calle) a la vieja usanza o tirar de contactos: amigos, familiares y conocidos. ¿Mi recomendación? Empieza por lo tercero.

Buscar músicos a través de contactos

Los integrantes de tu grupo de música se van a convertir en tu familia. Vas a pasar mucho tiempo con ellos dentro de una sala cerrada repitiendo las mismas canciones una y otra vez, perfeccionando melodías, el sonido, la puesta en escena y muchas otras cosas. Vais a mantener juntos un local de ensayo, vais a compartir muchas horas juntos, vais a tener que escuchar opiniones de unos y de otros que no siempre van a ser positivas y, en definitiva, vais a tener que convivir. Esto significa que tenéis que construir una confianza mutua, y si esa confianza ya está ahí, ¿por qué no la aprovechamos? Si alguien de tu grupo de amigos toca un instrumento, no te lo pienses, intentad empezar vosotros dos juntos. Todo fluirá de manera más natural.

Si algún amigo tuyo y tú ya habéis tomado la decisión de empezar un proyecto juntos, ¡enhorabuena! Ya tenéis mucho camino recorrido. Ahora es hora de buscar al resto de integrantes. Si los dos tocáis un instrumento, seguro que conocéis a alguien más que también lo hace: algún amigo, familiar o conocido. También puede ser que conozcáis a alguien que va mucho a ver conciertos y que seguro os podrá echar una mano. Tirar de contactos es esto: sentarse un momento a pensar a quién conocemos que pueda echarnos una mano. Ya lo dice la teoría de «los seis grados de separación»: cada persona conoce de media cien personas, y todas ellas conocen a otras cien y así sucesivamente. Esto hace que, al final, a través de una cadena de personas, en seis pasos podríamos establecer contacto con cualquier persona del planeta. Imagínate: cualquiera de nosotros podría hablar, mediante una conexión de seis personas, con Marvin Gaye, por supuesto, con las tecnologías, la suerte y la voluntad necesarias. (Bueno, en este caso se haría un poco difícil porque está muerto.)

Lo que vengo a decir es que los músicos que buscáis están a vuestro alcance. Solo tenéis que saber dónde buscar. Preguntad a padres, madres, hermanos, primos, familiares que no veáis tan a menudo, amigos, amigos de la infancia, al profesorado, al dependiente de la tienda que más os gusta, al conductor de autobús con el que tenéis algo de confianza, al compañero del gimnasio, el de la tienda de discos. A todo el mundo. A ver si conocen algún guitarrista o bajista o conocen algún lugar donde podáis buscar músicos. Si directamente os dan el contacto de un músico, muchísimo mejor, porque lo más seguro es que sea de fiar. Esto es precisamente lo que buscamos: una persona con la que nos sea fácil establecer un vínculo.

Buscar músicos a la vieja usanza

El método de toda la vida: haces un cartel y lo cuelgas en las inmediaciones de tu casa, tu trabajo, tu centro de estudios, o cerca de las salas de ensayo donde sabes que es probable que acabes ensayando. Este sistema seguro que ya se te había ocurrido, y es que es una muy buena idea, pues es un método directo y que llega a muchas personas cercanas, que es lo que nos interesa. Para que este método surta el efecto deseado tenemos que tener en cuenta un par de cosas:

 La localización física: eficaz y estratégica. El anuncio lo deberías colgar allí donde se muevan los músicos y cerca de donde viváis los que ya estáis en el grupo. Si vivís lejos, también en algún punto intermedio. Algunos lugares clave son las cercanías y los tablones de anuncios de las salas de ensayo, los casales de jóvenes o supermercados (por donde pasa mucha gente), comercios populares, tiendas de música, salas de conciertos, centros donde se den clases de música e inmediaciones de institutos o universidades. También puedes colgarlo en el edificio donde vivas y en las puertas de los negocios. Colócalo siempre donde esté permitido y pide permiso si es necesario.

 El contenido: sencillo pero llamativo. Un buen anuncio destaca por su sencillez y originalidad. Algunas ideas que puedes tener en cuenta es recortar tu anuncio en forma de guitarra o en forma de nota, de manera que sea más visible. Puedes usar también colores llamativos pero que casen bien. No uses mucha letra ni lo llenes de especificaciones: escribe lo justo y necesario. Utiliza un título que describa lo que buscas y usa una fuente de mayor tamaño que todo lo demás. Lo importante de tu anuncio tiene que poder leerse en un instante. Aquí tienes algunos ejemplos:

Algunas herramientas online que puedes usar para crear cualquier tipo de cartel son: canva.com, befunky.com, crello.com, fabricadecarteles.com y fotojet.com. Todas son gratuitas y muy intuitivas y con plantillas personalizables de varios tamaños.

 Materiales: cuidado con el tiempo. Algo que deberías tener en cuenta también es la altura a la que colocas el cartel y los materiales que uses para imprimirlo y pegarlo. En un tablón está claro que usarás chinchetas, pero para otros sitios a lo mejor sería buena idea plastificar el cartel. Si lo cuelgas al aire libre y vives en una zona donde llueve a menudo, es fácil que se deteriore con la lluvia o que se lo lleve el viento. Usa cinta adhesiva de calidad o cinta de embalar, y si lo cuelgas en un poste, farola o semáforo le puedes dar un par de vueltas con la cinta para que quede bien fijo. Puede parecer una tontería, pero tener en cuenta estas cosas hará que tus carteles duren más.

Los carteles tienen una efectividad que depende mucho de la suerte. Si todo sale bien, podrías encontrar a todos los miembros de tu grupo. Solo se trata de colocar los carteles en zonas estratégicas y donde haya cierta actividad musical. Si vives en un sitio donde no haya ambiente o movimiento de músicos, tal vez las redes sociales te ayuden más, o el boca a boca, en su defecto. De todas formas, ten paciencia. Es posible que las llamadas empiecen a llegar en una semana o dos, cuando la persona adecuada pase por el sitio adecuado. Sobre todo, ¡no te olvides de proporcionar un teléfono o un e-mail en tu cartel!

Otros lugares a los que puedes acercarte o a los que puedes llamar por teléfono para consultar información sobre músicos que busquen un grupo son las asociaciones y federaciones de músicos de tu pueblo o ciudad. Se trata de un conjunto de músicos organizados que defienden sus intereses de manera colectiva. Es un núcleo de información bastante importante que puedes usar a tu favor. Puedes investigar qué tipo de asociaciones o federaciones existen en tu zona y preguntar por el tablón de anuncios o algún servicio de contactos. Es muy probable que la mayoría cuente al menos con un tablón físico en su sede donde los músicos se anuncian. Tal vez también sea un buen sitio en el que buscar, todo dependerá de cómo se organicen los músicos en tu área.

Buscar músicos en Internet

En Internet existen muchas páginas a las que podemos recurrir para buscar a los integrantes de nuestro grupo. No debemos olvidarnos tampoco de las redes sociales, que hoy por hoy, pueden ayudarte mucho más que las páginas especializadas de búsqueda de músicos. La mayoría de las páginas de anuncios y búsqueda de músicos no se encuentra actualizada, así que no desesperes si a través de estas páginas no consigues llegar a un gran número de personas. Con el paso de los años y la aparición de las redes, en especial Facebook, estas páginas han ido desapareciendo y solo quedan algunas que funcionan. Una de ellas es solomusicos.com.

Solomusicos.com es una página web que funciona en muchos países, ya que la búsqueda no está limitada a ningún país en concreto. Puedes buscar personas en España, Colombia, México, Chile, Perú y en muchísimos países más. Cuenta con un buscador por provincia y ciudad muy sencillo donde puedes seleccionar el estilo musical, el perfil del músico (profesional o no profesional, esto va bien cuando estamos empezando o ya tenemos un proyecto más serio), el género y el instrumento. Puedes subir canciones y vídeos y visualizar el buscador en forma de mapa. Por si fuera poco, cuenta además con un buscador que te recomienda músicos según sus influencias. Está actualizada y hay más de 78.000 personas registradas. ¡Échale un vistazo y envía un par de mensajes, a ver si hay suerte!


Como ya hemos dicho, la mayoría de páginas que proporcionan una búsqueda sencilla de músicos no funciona, por distintos motivos. Nos podríamos aventurar a decir que las redes sociales han tenido mucho que ver, ya que facilitan las búsquedas y además son una herramienta fácil, intuitiva y rápida de usar. No obstante, van surgiendo otras, y una que parece tener buen recorrido es musicgrama.com, que funciona desde noviembre de 2018. Esta página web permite buscar integrantes, vender merchandising o material del grupo y permite a los grupos promocionarse para ser visibles para las productoras y otras empresas. Más adelante hablaremos de estas páginas, porque las necesitaremos cuando nuestro grupo ya tenga un recorrido y necesite cierta proyección. Musicgrama actualmente funciona solo para España y de momento cuenta con más de 1600 usuarios.


Una técnica ancestral, muy complicada y ultrasecreta que existe para buscar un músico en concreto en Internet es escribir en Google o en tu buscador: «busco guitarra» y la ciudad donde resides. Por ejemplo: «busco guitarra Medellín». Vale, sin bromas: puede parecer algo muy obvio, pero hay un gran número de páginas de búsqueda de músicos que está delimitada geográficamente. Es decir, hay buscadores que están centrados únicamente en una área en concreto. Si escribes el nombre de una ciudad cerca de un instrumento musical (guitarra + Medellín, por ejemplo), te saldrán sugerencias de páginas creadas para tu ciudad, zona o pueblo. También puedes buscar «músicos» + tu ciudad. Lo hemos intentado con distintos lugares de distintos países y este ha sido el resultado:

 rockombia.com (Colombia)

 gruposmadrid.com (Madrid, España)

 zonamusica.com.ar (Argentina)

 asuncion.locanto.com.py (Asunción, Paraguay). Esta página es un buscador de músicos que funciona en multitud de ciudades. Algunas cuentan con anuncios más actualizados que otras.

 chilemusicos.net (Chile)

 musicosdemallorca.com (Mallorca, España)

Todas estas páginas resultan útiles si se usan en el territorio para el que han sido creadas. De todas formas, verás que si buscas en Google o en tu buscador predeterminado un tipo de músico en un territorio, muchos de los resultados van a ser en Facebook, y es que esta red social es una herramienta muy potente que podemos usar a nuestro favor. Las redes sociales nos van a ser de mucha utilidad a la hora de buscar músicos a nuestro alrededor, y todo gracias a los grupos ya creados que ponen en contacto a gente con intereses en común.

Las redes sociales

Las conocemos todas: Facebook, Twitter, Instagram, etc. Y sabemos cómo usarlas. Lo beneficioso de ellas es que, si encontramos los espacios adecuados, podemos dirigirnos a un número muy elevado de personas con la mitad del esfuerzo que nos cuesta empapelar nuestra ciudad entera o pueblo. Para buscar a los integrantes de tu grupo en las redes sociales es preciso que escribas un mensaje tipo, predeterminado, para poder copiar y pegar en los diferentes grupos y espacios que encuentres. Así, todo será más rápido y fácil. En Facebook, por ejemplo, lo primero que deberías hacer es lo mismo que hemos hecho antes en tu buscador de Internet: escribir la palabra «músicos» y tu ciudad o zona en el buscador. Facebook cuenta con un buscador avanzado que te permite encontrar grupos con publicaciones recientes, y dejar atrás así los grupos muertos que ya no se usen. Además, puedes acotar la búsqueda por ubicación. Con una búsqueda simple de distintas ciudades con la palabra músicos hemos encontrado estos grupos:









Fíjate que podemos saber en cada uno de ellos cuántos miembros hay y cuántas publicaciones se hacen al día. Teniendo en cuenta esta media y las personas que hay, sabremos si ese grupo es activo o hace tiempo que no funciona. De todas formas, aunque un grupo parezca que no funciona o tenga muy pocas publicaciones al día, no dejes de publicar tu anuncio. Quién sabe quién podría verlo. No escatimes en esfuerzos. Si solo tienes que copiar y pegar tu texto, lo mismo te da publicarlo en un grupo que en dos o tres más. No pases de largo de las páginas tampoco, las asociaciones de las que hablábamos antes tienen también página en Facebook, por regla general, y eso te puede ayudar a ponerte en contacto con un par de personas.

Cuando escribas tu anuncio en las redes sociales intenta hacerlo de manera sencilla, sin rodeos. Sobre todo, que sea un anuncio breve y claro. En las publicaciones en Facebook, evita escribir una publicación tan larga que los usuarios tengan que hacer clic en «ver más» para poder leerlo todo. En Internet prima la sencillez: cuanto más fácil lo pongas, más leída será tu publicación. Si quieres, también puedes añadir alguna imagen para atraer la atención, así como hemos comentado antes con los carteles. Las páginas web que te hemos recomendado para hacer tu cartel tienen opciones para trabajar con carteles en cuadrado, que son los que suelen funcionar en redes sociales, así que de igual manera puedes subir tu cartel en vez de hacer una publicación solo con letras y emoticonos o emojis. De los emoticonos no te olvides, decoran el texto y lo hacen más visible, porque llaman la atención. Con uno o dos bastará, tampoco es necesario llenar la publicación de caritas de colores. Aquí tienes un ejemplo de lo que suele funcionar:


En Facebook puedes aprovechar y escribir más texto que en un anuncio convencional porque no es necesario que especifiques ninguna información de contacto. Te pueden escribir un mensaje directamente o comentar en tu publicación. Lo bueno de las redes sociales es que no tienes que perder el tiempo con llamadas inciertas, porque puedes comprobar tú mismo en Internet qué tal se desenvuelve un músico antes de quedar con él. Si temes que los músicos que encuentres no tengan la misma experiencia que tú, siempre puedes pedir un vídeo o un audio para comprobar cómo tocan o cantan. Es totalmente normal y entendible, que no te dé vergüenza. Aprovecha también Twitter e Instagram. En estas dos redes sociales las imágenes también son importantes, sobre todo en Instagram, ya lo sabes. Publicar lo que buscas en tus historias y pedirle a tus contactos que lo compartan puede ser una buena estrategia para conseguir visibilidad. En Twitter dependerá de tu zona. Es fácil llegar a otras partes del mundo, pero llegar a personas que viven cerca de ti dependerá de la proyección que tenga tu cuenta en la zona.

Si combinas todas las metodologías comentadas hasta ahora, es muy posible que varios músicos se pongan en contacto contigo. Cubre todos los frentes que puedas: cuelga carteles por la calle, háblale a tus amigos y familiares de lo que buscas, pídeles que compartan tus publicaciones en redes y que te ayuden a colgar carteles en salas de ensayo, tiendas de música, centros y en todos los lugares donde puedas y esté permitido. Cuanta más visibilidad, más posibilidades. Si buscas gente de tu misma edad, con tus mismas aspiraciones, misma experiencia y con similitudes que te permitan tener una amistad más allá del grupo (algo de lo que hablaremos más adelante), piensa en tus movimientos, en cómo te mueves por tu ciudad o pueblo, a qué sitios vas, cómo te desplazas, en qué lugares pasas más tiempo. Piensa que el anuncio lo pones para alguien como tú, así sabrás de qué manera puedes llegar mejor a músicos afines. ¡Mucha suerte y manos a la obra!


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EL PRIMER ENSAYO: LA TOMA DE CONTACTO

¡PERO QUÉ MAL SUENA ESTO!

Cómo ir bien preparado al primer ensayo y no morir en el intento

El primer ensayo es algo que siempre se recuerda. Para que sea fluido, lo mejor es prepararse entre todos una lista de canciones, practicar mucho en casa y encontrar un lugar adecuado para poder tocar a volumen normal sin molestar a nadie.

Ha llegado el momento de verse las caras. Después de recibir mensajes contestando a tu solicitud, ya te habrás podido poner en contacto con un par de músicos interesados en tu proyecto. Ya te hemos advertido de que este proceso puede durar meses, así que no te desilusiones ni te vengas abajo, es una de las partes más complicadas del camino. Una vez te vayan llegando mensajes o llamadas, intenta obtener información que te ayude a decidir si ese músico se adapta a lo que tú buscas: edad (si es que te importa mucho), nivel de experiencia similar, disponibilidad para desplazarse, compromiso, conocimiento de algunas canciones, mismos intereses e influencias, etc. Esto son solo algunas ideas, el que tiene que saber lo que busca eres tú. Una vez obtenida esa información, si no consideras que haya ninguna diferencia sustancial o importante, no le digas a nadie que no. El que ahora te parece una superestrella para tu grupo puede resultar ser mañana el más vago de todos. Y viceversa.

El primer ensayo nunca es fácil

El primer ensayo no suele ser fácil, nadie se conoce, todos estamos nerviosos y tenemos miedo de tocar mal, de equivocarnos y quedar mal delante de nuestros compañeros.

Eso puede ser relativamente fácil de superar si nos damos cuenta de que, probablemente, estamos todos igual. Ya lo dice el dicho: mal de muchos, consuelo de... músicos. Y es que mostrar tus habilidades delante de gente que no habías visto antes da un poco de canguelo, como es normal. Otra cosa que te puede pasar es que tengas a varias personas interesadas que tocan, justamente, el mismo instrumento. Es decir, cinco guitarristas interesados en tocar contigo y empezar un proyecto. Si eso te pasa, no entres en pánico, trátales como esperarías tú ser tratado. Intenta quedar con todos ellos en días diferentes. Verse las caras el mismo día con cinco guitarristas en una sala de ensayo o en el sótano de tu casa puede resultar violento para ellos: vienen a pasarlo bien y a hacer música, no al matadero.

Vayamos a lo práctico. Cuando te empiecen a llamar por teléfono diferentes personas, mi consejo es que hagas una primera criba y averigües todo lo que puedas. Si ya para empezar no cumplen con requisitos que tú consideras importantes, puedes decirles que no te interesa lo que te ofrecen, no pasa nada. Si, por el contrario, crees que podrían ser buenos candidatos (están dispuestos a tomárselo en serio, tienen más o menos las mismas influencias que tú, son de tu ciudad y tienen ilusión por empezar un proyecto nuevo), guarda su contacto. Como hemos dicho antes, siempre puede ser bueno pedir una muestra en formato vídeo o audio de lo que sabe hacer. Así, te haces una idea del nivel que tienen y ya sabrás qué esperar de ellos en los ensayos. Si hasta aquí todo avanza bien y tú también les gustas (claro, esto tiene que ser recíproco) ya podéis pasar a la siguiente fase.

Dónde ensayar por primera vez

Cuando tengas a un par de músicos interesados en tu proyecto y ya hayas hablado con ellos será el momento de ensayar conjuntamente por primera vez. Necesitáis, para empezar, un ensayo de prueba. Para encontrar el sitio adecuado hay un truco que se suele usar: preguntarle al batería. Seguramente es uno de los instrumentos que te habrás planteado tener en tu grupo de rock, ya que es casi inherente a ese estilo de música. Vuestro batería tiene que tener un sitio para practicar, y seguro que es un sitio donde no molesta, porque si no, no podría practicar ahí. Allí donde practique el batería puede ser un buen sitio para conocer a vuestros músicos. Si resulta ser el batería el nuevo, no pasa nada, queda con los demás músicos primero y finalmente con el batería.

¿Pero dónde quedo con los otros músicos si de momento no se nos ha presentado ningún batería? Lo que podéis hacer es quedar en casa de alguno de vosotros, donde haya un mínimo de espacio (una habitación, un sótano, el salón) o en la sala de ensayo de algún amigo. También podéis preguntar en las salas de ensayo cercanas si os pueden alquilar alguna durante una hora, o si os pueden dejar una sala en un centro cultural o casal para jóvenes. Seguro que tienes alguno cerca. En caso de no querer o no poder pagar, siempre podéis quedar en casa de alguno de vosotros y tocar en acústico o a muy bajo volumen con vuestros amplificadores. Las dificultades para encontrar una sala de ensayo de verdad ya las pasaréis cuando tengas claros a tus integrantes. Si aún no estás seguro, no pagues ninguna señal en ningún sitio, así te evitarás sorpresas y decepciones. Cuando hay dinero de por medio todo es mucho más delicado. En el momento en el que quedéis para ensayar, si la situación os lo permite, deberíais poder quedar las cuatro o cinco personas de la banda. Esto tiene una razón de ser, y es que las canciones sin un instrumento quedan bastante cojas. Algunas pueden llegar a sonar realmente mal si falta un instrumento que resulta ser la pieza clave. Si la situación te lo permite, tienes suficientes personas interesadas y no ha pasado demasiado tiempo (no vaya a ser que una de ellas se interese por otro proyecto), lo mejor será que quedéis el grupo entero.

Cómo prepararse el primer ensayo

La lista de canciones

Antes de veros por primera vez de manera conjunta estaría bien que determinarais qué canciones vais a tocar para poder prepararlas cada uno en su casa y después ponerlas en común en el primer ensayo. No te recomiendo que, si tienes canciones propias, las enseñes de buenas a primeras, ni siquiera delante de ellos de manera libre cuando os veáis por primera vez. Es mucho mejor curarse en salud: cuida tus composiciones y no se las enseñes a la primera persona que pase. Este es un consejo que te puede salvar de algún que otro plagio. Con esto no quiero decir que el mundo esté plagado de malas personas y de músicos al acecho esperando a que reveles tus invenciones, pero si puedes esperar a tener más confianza con tus músicos, mucho mejor.

Partiendo de la base de que todos los miembros del grupo tenéis más o menos la misma experiencia, voy a recomendarte una serie de canciones que puedes proponer. Es importante que sean canciones sencillas que cualquiera pueda aprenderse en poco tiempo. No buscamos conocer las carencias de cada uno (todos podemos evolucionar), buscamos una canción que podamos tocar de manera conjunta y con la que nos podamos hacer una idea sobre cómo suenan todos los instrumentos juntos. Aquí tienes una lista de canciones fáciles que podéis tocar en cualquier grupo que tenga, como mínimo, una persona que toque la guitarra, un batería, un bajista y una persona que cante:

 «American Idiot», Green Day. Esta canción tiene un ritmo de guitarra rápido pero la batería y el bajo prácticamente no cambian durante toda la canción. La voz es perfectamente asumible para cualquier tipo de cantante de rock. En general, la mayoría de canciones de Green Day no presentan muchas dificultades.

 «Another Brick In The Wall Pt.2», Pink Floyd. La parte dos, no la parte uno, del «Another Brick In The Wall» es una bestialidad de canción, y sorprendentemente fácil para grupos que empiezan. Las voces femeninas pueden quedar especialmente bien con esta canción y si el guitarra aún no puede hacer un solo, os lo podéis saltar. Si no, esta canción también te da el espacio para explayarte e improvisar una parte del solo. Es un muy buen comienzo.

 «Agradecido», Rosendo. No hay que pretender sonar como Rosendo, que tiene una voz peculiar, recordemos que estas canciones son para ver cómo sonamos en conjunto. «Agradecido» es una canción rockera cañera, propia de los años dorados del rock español, muy fácil de aprender para todos los instrumentos.

 «Smoke On The Water», Deep Purple. El bajo tiene unas variaciones muy chulas y no demasiado rápidas, la batería es muy cuadrada y seguro que el guitarrista ya se la sabe. Si no, ¡despídelo! Es la primera canción que se aprenden todos los guitarristas, ¡que no te mienta!

 «Out For Blood», Lita Ford. Canción pesada donde las haya, de la década de los ochenta y de la mano de una de las voces femeninas que más repercusión tuvo entre el elevado nombre de grupos con voces masculinas rockeras. Echadle un vistazo, la batería es casi siempre igual, pero la guitarra tal vez tiene que esforzarse un poco, aunque siempre os podéis saltar el solo.

 «Una foto en blanco y negro», El Canto Del Loco. Una de las canciones más fáciles y emotivas del pop-rock español. No es difícil para ningún instrumento, ni siquiera para la voz. Las variaciones son mínimas y con todos los instrumentos, la canción tiende a sonar compacta.

 «(I Can’t Get No) Satisfaction», The Rolling Stones. Salvando el hecho de que a lo mejor el cantante no tiene una pandereta, y quitando esa pequeña parte de la canción (que por cierto, le da mucha vida), esta canción es buena para empezar. La batería es casi aburrida. La guitarra es repetitiva y el bajo aquí sí que puede destacar de manera notable. Además, puedes comprobar qué tal le va la voz a tu cantante en cuanto a potencia. Cuando esta canción se canta sin energía, se nota.

 «Starman», David Bowie. Con una guitarra acústica y una buena voz, esta canción puede sonar brutal. David Bowie, nuestro camaleón, permite al cantante modificar la voz como más le guste. Es una canción sencilla, de batería simple y con un protagonismo medio para el bajo.

Estas canciones pueden serviros como referencia si no tenéis la menor idea de por dónde empezar, aunque seguramente no sea así. Si buscas a tus músicos en base a las influencias, es posible que tengáis más de un grupo en común que os guste y por donde podéis empezar. Intentad, eso sí, que las canciones sean relativamente fáciles. Imagina estar practicando una semana una canción que a lo mejor no te termina de entusiasmar para un grupo que al final no tiene recorrido. Está bien, sí, el saber no ocupa lugar, pero tal vez podríamos haber dedicado el tiempo a practicar canciones que nos interesan y nos gustan de verdad. Cada integrante del grupo se encargará por su cuenta de buscar las partituras que necesite para aprenderse la canción, eso se da por sentado. Como también se da por sentado que todos deberíais estar cómodos con lo que toquéis, porque si no, la habilidad que algunos integrantes muestren puede no ser la real. Tocar algo que no te gusta le quita mucha actitud a la hora de tocar, y eso lo sabemos todos los músicos.

Tu amigo el metrónomo

El dibujo de la siguiente página es un metrónomo. Haz el favor de usarlo, ¡que existe para eso! No hace falta que te compres uno si no lo tienes ya, porque existe una infinidad de aplicaciones para el móvil y online que te puedes poner en los auriculares y que realizan la misma función. Por si no sabes aún lo que es, un metrónomo te marca el tempo de una canción, el pulso de la misma. Es una herramienta que se usa poco y que muchos músicos deberían incorporar a su rutina diaria de práctica. Tocar fuera de ritmo puede tener consecuencias catastróficas para vosotros como grupo musical. Si tocas solo no es tan importante. Si tocas con los demás... es casi esencial.


Cuando practiques canciones por tu cuenta, tanto si son canciones que tú has escogido como si son para poner en común con el grupo, te recomiendo que sigas estos pasos:

 Busca la canción que quieras practicar y escúchala con calma. Presta atención a todos los instrumentos que suenan, por separado, y a la pieza musical en su conjunto. Interiorízala y escúchala durante unos días: de camino a tu centro de estudios o a tu trabajo, en el transporte público, mientras realizas tareas. Absorbe e interioriza la canción hasta que no te suene ajena y te sepas todas las filigranas y pequeños guiños que tiene, sean del instrumento que sean.

 Busca la partitura específica para tu instrumento (a menos que quieras aprenderte la voz), o, en su defecto, la tablatura. Observa en qué partes puedes tener más problemas e intenta practicar las partes que te parezcan más fáciles, las que puedas asumir de manera más rápida. Con la canción en la cabeza te será muy fácil identificar si te equivocas porque ya te la habrás estudiado. En caso de que quieras practicar la voz, algo que funciona muy bien es ir cantando encima de la canción en cuestión para cogerle el truco.

 Cuando tengas las partes más fáciles asumidas, puedes empezar con las más difíciles. Si te estás aprendiendo la voz, no te olvides de calentar antes de cantar. Tu voz es un instrumento delicado, más que una guitarra, un bajo, un teclado o una batería, así que cuídala lo mejor que puedas.

 Mientras estés practicando, al principio encima de la canción o con la canción de fondo y, más tarde, a solas, recuerda hacerlo a la velocidad que habéis acordado en el grupo. Las canciones que no os gusten cómo son, o que queráis modificar de alguna manera (el cantante la prefiere más lenta, las filigranas tan rápido al bajo no le salen), podéis modificar su tempo. Lo único que tenéis que hacer es determinar la velocidad de la canción. Es decir, los Beats Per Minute, en inglés, o golpes por minuto. Los BPM sirven para determinar, en una canción, cuántas figuras de un tiempo (negras) podemos encontrar en un minuto de la canción. Por consiguiente, las canciones con más BPM serán más rápidas (se utilizan en los gimnasios para acelerarte), y las que menos BPM tengan serán más lentas (comúnmente usado en las baladas).

Inciso: existen muchas herramientas en Internet que te permiten cambiarle los BPM a una canción. Lo que suele pasar es que estos programas, que no son de pago, te ralentizan la canción natural, lo que hace que, inevitablemente, suenen un poco chistosas, porque se tiene que incluir información musical en un tiempo que antes no existía, porque la canción era más larga y no tan corta. El vibrato del cantante que antes duraba tan solo dos segundos ahora dura tres segundos, así que al alargarlo suena gracioso. Esto se puede corregir con programas de música como el GuitarPro, que te puedes descargar gratis (versión de prueba), y cambiar los BPM de las tablaturas sin ningún problema. De todas formas, el hecho de que la canción suene rara no tiene mucha importancia, ya que es solo para practicar. Audiotrimmer.com es una herramienta online que te permite cambiar la velocidad de las canciones de manera gratuita. Para practicar puede estar muy bien tanto el modo lento (para empezar) como el modo rápido (para perfeccionar la técnica).

 Y el último consejo o paso: practica tú solo con el metrónomo de fondo cuando tengas la canción completamente asimilada. Si practicas siempre con la canción de fondo te acostumbrarás a oír algo más mientras estás tocando, y en el momento en el que toques solo delante de tus compañeros vas a sentir un vacío que antes no estaba ahí. Aunque toques con ellos, que significaría escuchar los mismos instrumentos que oías en la canción, no lo vas a escuchar igual, porque ni la técnica ni los instrumentos ni los músicos son los mismos, así que acostúmbrate cuando practiques a hacerlo a capella, tú solo, sin ningún estímulo externo. Para cuando llegue el ensayo, deberías poder tocar la canción en cuestión simplemente con un metrónomo al lado, e incluso sin él. Así, cuando quedes con tus compañeros lo harás bien y seguirás el tempo, y podrás corregirlos cuando se adelanten o se atrasen. No me cansaré de repetirlo: el tempo, en un grupo, es muy importante y debe ser cuidado por todos. Por eso, es necesario practicar con un metrónomo o con una herramienta parecida.

Para que puedas practicar a gusto en casa tú solo con tu instrumento las canciones que habéis acordado, aquí tienes un par de herramientas gratuitas que puedes encontrar en Internet, además de una serie de apps que te ayudarán a afinar tu instrumento y a seguir el tempo con tu móvil:

Apps

 Instrument Tuner

Instrument Tuner es una app gratuita muy versátil para todo tipo de instrumentos de cuerda con un afinador cromático, que son los que nos indican en qué afinación se encuentra la cuerda. Esto nos permite afinarla en la nota que queramos. También nos permite cambiar el tono patrón de afinación, que por lo general está establecido en 440Hz.


 Soundcorset Afinador y Metrónomo

Esta aplicación, de apariencia sencilla, es una de las más versátiles que podrás encontrar. Además, ofrece opciones varias con las que te quedarás con la boca abierta. Se puede usar como metrónomo y como afinador, con afinador cromático. Te permite alterar el sonido del metrónomo, el tempo, las pulsaciones fuertes y hasta te marca el tiempo del metrónomo con la linterna de tu móvil o a base de vibraciones. También cuenta con una opción para saber cuánto tiempo has estado practicando con el metrónomo, además de permitirte llevar un registro de ello. Pruébala, es gratuita y no te defraudará.


 Metronome Beats

Metronome Beats es ligera, visual y encantadora. Muy fácil de usar e intuitiva, sin complicaciones, y completamente gratuita. El metrónomo es visual, en puntos de color que podemos modificar a nuestro gusto. Cuenta con una app hermana que afina tu instrumento sin problemas. Puedes modificar los pulsos sin compás y programar un temporizador que se parará cuando tú se lo pidas. Si te descargas la versión de pago puedes guardar tus ajustes preferidos del metrónomo y organizar listas con tus canciones favoritas. Una app muy recomendable.


Algunas apps también te pueden ayudar a detectar los BPM de las canciones que habéis escogido. De esta manera, después puedes practicar en tu casa con tu metrónomo sin tener que buscar a ciegas en qué BPM se mueve la pieza musical.

Herramientas online

 Metrónomo Full Partituras

Herramienta más fácil e intuitiva imposible. Un metrónomo simplísimo con el que marcarte el tempo y practicar. Te permite bajarle el volumen de manera independiente por si estás usando otra pestaña de tu navegador con una canción o con otro sonido. (https://metronomo.fullpartituras.com/es/)


 Tuner Online

Herramienta también muy simple y rápida con la que puedes aprender algunos acordes, tanto para guitarra como para ukelele. Cuenta con una herramienta que te permite afinar guitarras de siete cuerdas y de doce, aunque eso también lo puedes hacer con un afinador normal. (https://tuner-online.com/es/)


La hora de la verdad: el primer ensayo

Con la lista de canciones aprendida y los instrumentos bien afinados, ahora solo queda presentarse al ensayo con la mejor de las actitudes. Intenta presentarte con antelación, no llegues tarde porque así podrás usar el tiempo que necesites para prepararte y colocar tu amplificador e instrumento como más te guste. No te olvides tampoco de calentar. Si te da vergüenza hacerlo delante de los demás, lo puedes hacer en casa, así ya irás medio preparado. En cuanto a las canciones, siempre es de recibo que preguntes por cuál quieren empezar, que te muestres flexible, con una actitud positiva y sin prestar demasiada atención a los fallos que cometan los demás. Recuerda que es un primer ensayo para ver si sonáis bien juntos, y que de esta decisión puede salir un grupo al que considerarás tu familia, un grupo de personas con el que pasarás muchas horas, compartirás historias, buenos y malos ratos. Son personas con las que te vas a enfadar, con las que probablemente llores o te rías hasta llorar. En definitiva, estarás escogiendo tu familia musical. Deberías hacerlo con cautela y paciencia, en el primer ensayo pocas veces se sabe algo, permítete darte o darles una segunda oportunidad si no lo ves del todo claro. Lo que ahora decidáis que será vuestro grupo puede cambiar con el tiempo, todo vendrá y todo saldrá como tenga que salir. La paciencia y la constancia serán tus mayores virtudes, no olvides practicarlas cada día.

El feeling y la sensación de haber trabajado (y sonado) bien en equipo será lo que te indicará si sois aptos para formar un grupo o no. Date paciencia y constancia, tal vez tendrás que probar con muchos músicos hasta que des con los adecuados. Sobre todo, no dejes nunca de practicar con tu instrumento.

Algo que puedes hacer para romper un poco el hielo y hacer que todo el mundo se sienta más seguro y deje ir un poco de nerviosismo es entablar conversación antes de empezar a tocar. Si tú tomas la iniciativa, los otros probablemente te lo agradezcan para sus adentros. El colegueo de antes es importante para relajaros y conoceros un poco más, dado que es la primera vez que os veis. Pregúntales cómo han venido, si les ha sido difícil encontrar el sitio. Fíjate en sus instrumentos, en los pedales del guitarra, en el amplificador que traiga el bajista, en la batería y sus platos. Demostrar interés por lo que hace otra persona o cómo lo hace ayuda a que la otra persona sienta que lo que hace tiene importancia, y qué mejor ocasión para hacerles coger un poco de confianza que la primera vez que os veis. El resto, saldrá solo. Vosotros deberéis ser los jueces y decidir si sonáis bien como equipo. El primer ensayo es siempre uno de los más difíciles. Si os sale bien y sonáis bien a la primera, tal vez sea una señal muy clara. Si no, tened en cuenta que la mayoría de los primeros ensayos suele sonar mal. Cada integrante practica en su casa a su manera, con sus tiempos, en un espacio que considera seguro y libre de amenazas, sin que nadie le juzgue. Si os dais espacio y respeto, todo saldrá bien. ¡A por ello!


Cómo formar una banda de rock

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