Читать книгу La Noche Oscura Del Alma - Aldivan Teixeira Torres, Daniele Giuffre' - Страница 9
El primer día en la montaña
ОглавлениеApenas he llegado y esto me hace estar más relajado. Miro el reloj de bolsillo y me doy cuenta que la hora del almuerzo está cerca e inmediatamente abro el maletín para conseguir algo para comer. Entre los varios caminos disponibles, elegí el mismo de la última aventura que ya conozco y así no tomar el riesgo de perderme en la cumbre extensa y enigmática. Unos minutos más tarde, logre alcanzar a ver un árbol de plátano y una palma de coco. Estoy a salvo, al menos por el momento.
Me acerque y cuando llego exactamente al lugar, subo a los arboles de plátano y de coco con la misma fe y garras que subí la montaña; Coseché los frutos, baje, comí y descanse un poco. Mientras tanto, no perderé demasiado tiempo, porque todavía tengo que encontrar la madera para construir mi cabaña. Esto era estrictamente necesario para protegerme de los animales salvajes. Después de haber conseguido lo que necesitaba, vuelvo.
A mi regreso, empiezo a construir mi morada, pero el tiempo pasa y no hay ninguna señal de la dama guardián. ¿Qué podría haberle sucedido a ella? ¿Será que ella ya no existe? Bien, si este fuera el caso estaría realmente perdido, porque todavía creo que ella es la clave o la flecha que por lo menos me dirija al deseado camino de la noche oscura del alma. Trato de no pensar en lo peor y sigo construyendo mi techo temporal y como ya tengo experiencia será muy fuerte para mi seguridad durante la noche. Con mucha dedicación de mi parte, finalmente mi techo está listo. Decido descansar un poco, porque era casi de noche.
Un rato más tarde, un viento frío sopla y tengo un mal presentimiento. ¿Que está a punto de suceder? Analice los alrededores y me dieron más señales de que la montaña está a punto de reaccionar ante mi presencia. Se suponía, al fin y al cabo, estaba caminando en el suelo sagrado, sin siquiera pedir permiso. Con todos los peros y suposiciones, decido encerrarme en la cabaña y esperar al día siguiente, ya estaba cayendo la noche. Buenas noches, lectores. Hasta el próximo capítulo.