Читать книгу La Palabra Revelada - Aldivan Teixeira Torres, Daniele Giuffre' - Страница 11
La pequeñez del hombre y la grandeza de Dios
ОглавлениеTodo lo que existe y todo lo que ha de existir pertenece sólo a Yahvé y a sus hijos. Él en su grandeza, que incluye omnipotencia, omnipresencia y omnisciencia, quiso por su gran amor compartir su gloria con mortales e inmortales. En la esfera Terrestre, se crearon múltiples dimensiones y múltiples seres con el objetivo de realizar trabajos necesarios para el buen ordenamiento del planeta y romper la conquista de su propia felicidad.
En el plano carnal, el hombre ocupa ahora el papel principal en la coordinación del planeta. Desafortunadamente, con el avance de la civilización y la conquista, terminó siendo autosuficiente, es decir, un falso Dios independiente. Este hecho es como una venda en los ojos que le impide ver lo que realmente es. Les digo hermanos, no hay nadie en este planeta que pueda llamarse a sí mismo grande. Todos ellos comparten la debilidad de la carne y están expuestos a la criminalidad, enfermedades oportunistas, calamidades, reveses, fracasos, sufrimientos, desilusiones, temores, imprevistos, azar y la muerte corporal misma. Entonces, ¿cómo vives con estas posibilidades y eres feliz en la Tierra?
Respondiendo a la pregunta anterior, se le deben hacer preguntas a mi padre. Basta que el hombre cumpla con su deber y cultive los buenos valores ya mencionados de que la respectiva bendición viene de los cielos. El hombre debe reconocer su pequeñez y creer firmemente en un solo Dios capaz de realizar lo imposible. Al contrario, el orgullo destruye al hombre y lo hunde en un pozo sin salida. Cuando el hombre quiere ir más allá de sus facultades e investigar misterios discutibles, Dios cambiará las condiciones y nunca encontrará una respuesta. El ser humano es débil, tiene límites y sólo se hace grande en la fe con el padre que provee las victorias. Por tanto, hermanos, seamos humildes y busquemos primero el reino del padre. Desea de todo corazón su éxito.