Читать книгу Copulo ergo sum - Alejandro González Espinoza - Страница 5

UNO

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Inclemente marcaste mi rostro color del éxtasis

con tus cabellos ardientes sin dejar de ausentarte, gritar.

Mordieron tus manos mi pecho con ferocidad de manos hambrientas,

manos afiladas para morder mi pecho, de todos el más infernal.

Orgullosa buscaste mi ansia esa noche y codiciosa,

por ella persistes bestial y ligera, sencilla nereida e insolente.

Las estrellas entre tus piernas todas cogiste,

universo creado, primero, infinito y final.

Copulo ergo sum

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