Читать книгу Varón como te veo - Ana Graciela García - Страница 7
CUIDAR LAS BENDICIONES
ОглавлениеGENESIS 41 (41, 42, 44, 46 al 49, 53 al 57)
Los sueños del Faraón – José, gobernador de Egipto
*
41. Así que el Faraón le informó a José:
Mira, yo te pongo a cargo de todo el territorio de Egipto.
42. De inmediato, el faraón se quitó el anillo oficial y se lo puso a José. Hizo que lo vistieran con ropas de lino fino, y que le pusieran un collar de oro en el cuello.
44. entonces el faraón le dijo:
-Yo soy el faraón, pero nadie en todo Egipto podrá hacer nada sin tu permiso.
46. Tenía treinta años cuando comenzó a trabajar al servicio del faraón, rey de Egipto. Tan pronto como terminó se retiró José de la presencia del faraón, se dedicó a recorrer todo el territorio de Egipto.
47. Durante los siete años de abundancia la tierra produjo grandes cosechas,
48. así que José fue recogiendo todo el alimento como quien junta arena en el mar, y fue tanto lo que recogió que dejó de contabilizarlo. ¡Ya no había forma de mantener el control!.
53. Los siete años de abundancia en Egipto llegaron a su fin.
54. y, tal como José lo había anunciado, comenzaron los siete años de hambre, el cual se extendió por todos los países. Pero a lo largo y ancho del territorio de Egipto había alimento.
55. Cuando también en Egipto comenzó a sentirse el hambre, el pueblo clamó al faraón pidiéndole comida. Entonces el faraón le dijo a todo el pueblo de Egipto: Vayan a ver a José, y hagan lo que él les diga.
56. Cuando ya el hambre se había extendido por todo el territorio, y había arreciado, José abrió los graneros para vender alimento a los egipcios.
57- Además, de todos los países llegaban a Egipto para comprarle alimento a José, porque el hambre cundía ya por todo el mundo.
Aquí les voy a hablar de cuidar las bendiciones que recibimos y para eso quise buscar la acepción de la palabra CUIDAR y su significado en el diccionario. Dícese de CUIDAR: PONER ATENCIÓN, ASISTIR, GUARDAR, PREOCUPARSE, SER SOLICITO, DILIGENTE, OCUPARSE DE ALGO ANTICIPADAMENTE, FIDELIDAD Y COMPROMISO. El más claro ejemplo del cuidado de las bendiciones lo tenemos con José, a quien Dios le reveló el significado de los sueños del faraón, quien lo nombro administrador del reino y de sus sueños. José totalmente consiente de sus obligaciones y de sus responsabilidades, en forma inmediata puso manos a la obra. Recorrió todo el territorio, se informó de todo y se organizó. Así en los tiempos de bonanza, apartó, guardó, cuidó con esmero del producto de las abundantes cosechas e hizo construir graneros para contener y proteger los excedentes porque sabían que llegarían tiempos de escases. Nosotros constantemente buscamos bendiciones y a veces pensamos porque no las conseguimos?, pero cuando esa bendición llega, nosotros que hacemos?, la cuidamos, guardamos para el futuro, almacenamos en nuestros graneros?. Aunque convengamos, que el único área de nuestra vida que percibimos con más facilidad es en la economía, en las demás áreas, nos cuesta más ver las obras de sus manos, no es cierto?, al menos en mi experiencia, lo he vivido así. Sigamos entonces con la prosperidad económica recibida, de qué forma tomamos la precaución de cuidarla? Separamos una parte?, la guardamos para el futuro, haciendo un pequeño ahorro? La invertimos para multiplicarla? La usamos?, la gastamos?, nos damos todos los gustos? Total así como vino esto, ya vendrá más. Tal vez la usas para ayudar a todos y cada uno de los que te rodean, les pagas sus deudas, le das el dinero para se manejen solos? Les repartís un poco a cada uno?, así como estos les puedo dar cientos de ejemplos, en los cuales la bendición se diluye, por no saber administrarla, por no saber cuidarla, por no saber guardar.
Yo te puedo dar testimonio con mi experiencia. Nuestro Padre Celestial, mucho antes de conocerlo a él y a nuestro amado Jesús, de la forma que hoy los conozco, ya me estaba bendiciendo aún sin saberlo. Gracias a su misericordia, él me mostró que era capaz de formar y organizar una pequeña empresa. La formé integrándola con algunos familiares y muchas personas amigas de años y otras no tanto. La empresa comenzó a funcionar y a crecer de a poco, comenzamos a abrir sucursales en el interior del país, solo algunas provincias (San Juan, Córdoba, Tucumán y Salta). Todo funcionaba muy bien y crecíamos de a poco, pero en forma constante. A las personas que luego trabajaron en las provincias que les mencioné, en un principio me pidieron trabajo, porque tenían familia y les estaba yendo mal. Como tenía la oportunidad de ayudarlos y la necesidad de contar con personas de la zona, abrí sucursales y los puse al frente, les ofrecí toda mi confianza y los preparé para el trabajo. Era el ensamble perfecto, nos ayudaríamos mutuamente y creceríamos juntos. El crecimiento se dio, las ganancias llegaron, pero igual que al inicio, los gastos seguian siendo mi responsabilidad. Con el tiempo los gastos aumentaban y las ganancias disminuían, por lo que resolví hacer una visita sin dar aviso y para mi sorpresa, estaban trabajando en las oficinas que yo solventaba, para otras empresas. Eso me generó no solo una gran decepción, sino también la sensación de sentirme “LA TONTA DEL BARRIO ” por confiar y una gran culpa, porque cerré las delegaciones y ellos se quedaban nuevamente sin un lugar para trabajar. Resumiendo despilfarré mi bendición, la repartí a los cuatro vientos, cedí la administración de las sucursales, seguí solventando gastos que debieron haber sido compartidos y todo se perdió. Máxime cuando debí pasar por una cirugía cardíaca, que en un principio me demandaría 15 días para mi recuperación y terminaron siendo nueve largos meses, al cabo de los cuales, todos aquellos que poblaban mi oficina como palomas cuando les arrojan maíz, comenzaron a desaparecer, hasta que solo quedamos, mi sobrino Gastón y yo. Él fue mi gran compañero, mi consuelo, mi sostén, siempre alentándome aún en las peores circunstancias, no dudo que mi Padre Celestial lo puso a mi lado para hacerme más llevadero este trance, sin cuya presencia y compañía, todo hubiera sido mucho más difícil y doloroso de lo que fue. Quien con su presencia y su palabra me hacía sentir, como dice esa canción, caminado codo a codo, somos mucho más que dos, en realidad siempre fuimos más que dos, porque Dios siempre nos acompañó aunque antes no lo supe ver, a pesar de ello NADA SE PUDO SOSTENER. Hoy visto a lo lejos y con los ojos abiertos por mi Padre Celestial, sé que todo fue de este modo, porque mi Señor quiso que fueran lecciones que debía aprender. Una de ellas, ES QUE DEBO PRIORIZARME, DEBO CONFIAR PRIMERO EN MÍ Y CRECER PRIMERO YO Y SABEN QUE TAMBIÉN DIRÍA SER UN POCO EGOISTA Y GUARDAR LO MÍO Y ENTENDER QUE SI YO CREZCO, LUEGO PUEDO AYUDAR A CRECER A LOS DEMÁS. Que es muy difícil crecer juntos y a la par de otros, siempre hay alguien, alguna de las partes a la que le resulta imposible compartir, en la primera de cambio se olvida de las reglas y comienza a desbarrancar. Por eso hoy les digo y les afirmo con total contundencia, que Dios tiene un propósito con cada uno de nosotros y nos va a bendecir a cielos abiertos, cuando llegue el momento, pero también tenemos que abrirle nuestro corazón para que nos muestre su propósito y para que nosotros podamos estar preparados para cuando lleguen las bendiciones. Porque si no lo estamos, será una bendición perdida, una semilla sembrada en mala tierra o a la orilla del camino, por más que florezca, sus florecer será efímero y nunca llegará a dar frutos. Por eso recuerden “CUIDAR SU BENDICIÓN”. Guarda, aparta, preocúpate, ocúpate, presta atención, agradece, agradece y agradece a nuestro Señor a diario y no te desanimes si todavía no te llegó tu bendición, él está buscando la mejor y la más grande para vos. “puedo dar testimonio de ello”.
Aquí les sigo contando y enumerando algunas bendiciones con las que tal vez puedan sentirse identificados y cuales serían las formas, a mi humilde entender, de hacerlas perfectas para agradarle a Dios y que continúen en forma permanente en nuestra vida.
1 Cuantas veces el Señor te prosperó económicamente y vos pensaste que esto sería igual eternamente y no fuiste previsor /ra, como José y guardaste algo para mañana, para después, gastaste a mano suelta y a veces te excediste comprando de más (ropa, chucherías y otras cosas innecesarias). En vez de cocinar en tu casa, salís a comer afuera todos los días o pedís delivery. Te compras un auto que ni entra en tu cochera, gastas, ostentas. Si el Señor te prosperó con una casa, no la mantenés, no la cuidas, vivís de vacaciones y a los lugares más exóticos y caros, y cuando tus recursos comenzaron a menguar, recién te diste cuenta que no había reservas.
2 Cuantas veces, o al menos una vez en tu vida has sido bendecido/ da con el amor de una persona realmente valiosa, que te cuidaba, te respetaba, se desvivía por vos, eras lo más importante en su vida y te sentiste tan seguro /ra de esos sentimientos y de esa persona, que no te preocupaste por cuidar y guardar ese amor en tu granero, en tu corazón y lo descuidaste, dilapidaste sus atenciones o te dedicaste a recibirlas y te olvidaste de expresar tus sentimientos hacia esa persona y de a poco tu cosecha abundante, tu tiempos de bonanza se fueron diluyendo, porque quien te profesaba tanto amor, se cansó de dar y de esperar que en algún momento vos lo /la vieras con el mismo amor y lo / la descubrieras, dejando de lado tu egocentrismo, tu mezquindad y por una sola vez no fueras y no te creyeras en centro del universo, para poder fijarte en alguien más.
3 Cuantas veces nuestro Padre Celestial nos bendijo con buenos amigos, esos que te acompañan por años, en tu vida y nunca te reclaman nada, pero nosotros nunca tenemos tiempo para hacer esa llamada o para juntarnos a charlar, a conversar o a tomar un café o unos mates. A veces porque tu trabajo se convierte en piraña de tu tiempo y se va devorando poco a poco tus amistades, tu familia, tu vida y otras veces por desidia. Y sabes lo que dice el diccionario de la palabra desidia: “DESCUIDO – PEREZA – FLOJEDAD”.
4 Si recibiste la bendición de contar con buena salud, como la estas cuidando, te exigís al máximo en tu trabajo, en tu casa, vivís de stress en stress, con ataques de pánico?, no descansas lo suficiente?, comes sin moderación, bebes sin moderación, trasnochas de continuo, te dedicas a las drogas, fumas?, de qué forma estas agradeciendo, cuidando, guardando y reproduciendo tu bendición?
5 Todos alguna vez en la vida hemos sentido lo que es “FELICIDAD”, Dios nos bendijo con la enorme gracia de sentirnos felices, sentirnos plenos y no hablo solo de felicidad por amor a otra persona, sino felicidad completa. Pero paradójicamente casi el 90% de las personas, se da cuenta que era feliz cuando perdió esa felicidad, recién nos damos cuenta de lo que teníamos cuando lo hemos perdido. Porque llegamos hasta ese punto, a no apreciar y valorar las bendiciones que Dios nos concede con su misericordia, en el momento en que la recibimos y cuidarla, guardarla y hacerla crecer día a día. Tomate el tiempo suficiente para tener una visión retrospectiva –ver para atrás, para ver desde cuándo y cuánto nos viene bendiciendo nuestro Señor y también una visión introspectiva – viendo para adentro – para tener la capacidad necesaria para concederle a cada cosa, a cada sentimiento, el valor que realmente tiene y analizar desde lo intelectual, pero sobre todas las cosas, desde tu corazón, que es lo que sinceramente queres que continúe en tu vida?, que bendición o bendiciones queres seguir conservando y disfrutando y cuando realmente lo tengas bien claro, cuidalas y por sobre todas las cosas, mantenete fiel a ellas, no cometas el error de no tener el valor de ser fiel a vos mismo/a y sostener con la misma fidelidad las bendiciones que te fueron concedidas- esta sería la consecuencia virtuosa del cuidado de las bendiciones- “FIDELIDAD Y COMPROMISO” Diría. Acepción de compromiso: obligar – acción de comprometer. Si queres que tu vida cambie, toma el compromiso de modificar tu conducta, tus acciones, no se pueden esperar cambios y continuar con la misma rutina, la misma conducta, manteniéndote en tu “lugar de confort”, es más cómodo y menos comprometido, exige menor esfuerzo porque estoy en un lugar o en una situación conocida, está el temor de enfrentar lo nuevo, animarse a enfrentar lo desconocido, que es la nueva situación que debés afrontar para cambiar las cosas.
6 También sucede que en otras oportunidades tu bendición no llega porque no la pedís, porque pensás que ya es tarde para pedir la concreción de tu bendición, decís “ya soy grande, tengo demasiada edad, no es apropiado a esta altura de la vida”. Pero fíjense ustedes en JOSUE, el Señor, nuestro Dios le dice “se fuerte y se valiente” y fue a una avanzada edad, cuando ello ocurrió, les paso a contar: cuando salieron de Egipto Josué tenía 20 años y pasaron 40 años en el desierto y cuando salieron de allí nuestro Padre Celestial le confiere la tarea de conquistar las tierra prometida, contaba con 60 años. Mantuvo 7 años de batallas y lucho con 32 Reyes, luego de lo cual se repartió el territorio conquistado, quedando todavía tierras para recuperar, o sea que lo mejor de su vida comienza a partir de los 67 años (vivió hasta los 110 años). Por eso recordá que nunca es tarde si sos fuerte y valiente como le dijo el Señor a Josué y no te equivoques, el tiempo de tu bendición es el que Dios ha dispuesto para nosotros.
7 Ahora con todo lo que les he comentado, les aclaro que aquí no se trata de no disfrutar de nuestra bendición, sino de no dilapidarla, se trata de actuar con inteligencia y de tener en orden nuestras finanzas por ejemplo, porque nosotros tenemos un Dios de orden y a él no le agrada ver que no podes manejar lo que está poniendo a tu cargo, serás como aquel siervo infiel que no supo hacer crecer el dinero que su amo dejó en sus manos y la palabra dice que al que tiene se le dará y al que no tiene hasta eso se le quitará. Valorá tu bendición y multiplicala, no vaya a ser que cuando lleguen los 7 años de carencias, vos tengas que pedir para tu sustento por no haber sabido administrar y cuidar tu bendición, demostrale a nuestro Padre Celestial que tiene un hijo/a que valora las bendiciones que recibe. En ocasiones cuando te preguntas porque no tenes la bendición que estas esperando, pensaste si estás preparado /a para saber administrarla? Yo pienso que él te está enseñando, para ver si en lo poco sos fiel y eficaz, también lo serás en lo mucho, así que no desmayes, ni te rindas, es su promesa “Se prolijo en lo poco, que es el camino para llegar a la abundancia “. También puede ocurrir, que tal vez Dios, está preparándonos, dándonos forma, vieron que cuando se quiere hacer un objeto de metal, por ejemplo en la antigüedad para hacer una espada se ponía el metal en una fragua que lo calentaba y una vez caliente se le daba forma; se templaba el hierro para fabricar y dar forma, lograda la misma el metal se enfriaba y quedaba listo para pulir y brillar, o se fundía el metal y se volcaba en un molde determinado para darle el formato deseado, se dejaba enfriar, se desmoldaba y se pulía para darle brillo; así que esto me llevó a pensar que tal vez estas tareas son las que Dios está realizando con cada uno de nosotros, se un hijo dócil y déjate moldear a su voluntad, porque si lo haces, no tengas dudas que vas a ser la mejor herramienta o la mejor arma que él tenga a su servicio y cuando ello ocurra, las bendiciones te llegara a cielos abiertos.
COMO CUIDAR TU BENDICIÓN
PONER ATENCIÓN
ASISTIR
GUARDAR
OCUPARSE
PREOCUPARSE
TOMAR POSESIÓN
SER SOLÍCITO
SER DILIGENTE
ACTUAR CON FIDELIDAD
ASUMIR EL COMPROMISO
SER FIEL Y ASUMIR EL COMPROMISO CON DIOS