Читать книгу Repensar el cerebro - Antonio Rial García - Страница 8
ОглавлениеPRÓLOGO
En la Grecia antigua, Aristóteles explicaba que la función del cerebro era actuar como una especie de radiador del cuerpo humano que servía para disipar el exceso de calor. Desde entonces hasta ahora la Neurociencia trabaja para desmontar falsos mitos como el postulado por el del sabio griego, descubriendo día a día el extraordinario funcionamiento del órgano más complejo del universo conocido. Usted y yo entendemos el mundo tal y como lo deciden las cien mil millones de células nerviosas que alberga cada uno de nuestros nuestro cerebros, que envían y reciben continuamente señales a través de aproximadamente 180.000 kilómetros de redes neurales. No sólo el cuerpo puede ser entrenado, el cerebro tiene una inagotable capacidad plástica. La prueba es que –por poner solo unos ejemplos– los deportistas de alto rendimiento y los músicos profesionales tienen más desarrolladas las áreas del cerebro que controlan el movimiento, mientras en los taxistas es más vigorosa la actividad en la zona que controla la orientación espacial. Pero para obtener el máximo rendimiento necesitamos repensar permanentemente el cerebro, conocerlo lo mejor posible para aprovechar al máximo todas sus capacidades.