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Unos escritos de mi amiga y maestra alentándome a escribir…

SEPTIEMBRE DE 1984

En tu corazón hay un manantial de amor

que recibe los rayos del sol

y le da vida y vigor para que pueda manar

y de al hermano débil amor y seguridad.

¡Que fuerza te dio el Señor! Qué fuerza grande la tuya

que sabes penetrar en todos los corazones

dándoles siempre consuelo.

Despertando está esa fuente a la llamada del Manantial…

Llevas claridad hermana, llevas agua de mucho saber;

agua que de ti fluirá y por donde curse

muchas semillas de enseñanza sembrará.

* * *

ABRIL DE 1985

Controla tus sentimientos si quieres vivir en paz,

dales tú rienda suelta solo cuando estés

con hermanos de tu misma condición...

No te pueden comprender cómo tú sientes el amor

ni tampoco tus acciones las pueden apreciar y valorar.

Así que con tu mente programa sosiego y paz.

Nunca impongas a nadie tu manera de sentir y de pensar...

deja que libremente el agua corra

pues ya sabe donde su caudal debe llevar.

Piensa que con el silencio y el pensamiento elevado,

también las semillas de amor y de enseñanza se pueden sembrar

y germinando con nuestro sentimiento,

pueden dar el fruto que tal vez con palabras,

por no entenderlas podrían hacernos mal.

No te fanatices en nada,

porque también nos podemos equivocar…

desmenuza todo bien y comprueba

si el amor fraterno brilla en toda palabra y acción,

pues son momentos de cambio donde hay perturbación.

Piensa que no todo es oro lo que parece relucir

para deslumbrar nuestra mirada

y hacernos caer en gran confusión.

Tu Espíritu a gritos pide que pregones el amor,

pero , has de hacerlo con mucho cuidado,

porque debes intentar discernir

cómo y cuándo y a quién lo debes entregar.

Sí, es arduo el trabajo para entregarnos a amar…

Pero ya sabemos que lo que es fácil

no está en nuestro caminar…

* * *

DICIEMBRE DE 1985

Tu escritura me alimenta, me da fuerza y valentía para seguir sin tristeza todas las horas del día.

Dices cosas tan veraces que me haces despertar y sentir en mi interior que no debo pararme en mi largo caminar… Pero me siento pequeña ante un Espíritu de sabiduría como tú y veo que mis escritos tal vez no puedan traspasar esas mentes ofuscadas a las que quiero llegar.

En ti amiga mía hay enseñanza, en ti hay evolución, en ti hay amor fraterno que sabe penetrar en alma y corazón.

Son tus palabras la siembra, tus frases ya la cosecha y al terminar de leer dan el alimento al alma, al alma que está sedienta y anhela ese manantial de agua clara de esperanza y de verdad.

¡Bendita seas hermana por todo lo que tú das! Y no lo tengas oculto pues lo debes entregar… Son bellas luces divinas que sirven para alumbrar, y con su luz y la fortaleza y a la vez sutileza con que la sabes expresar, podrán ayudar a muchos a recorrer el camino hacia la Gran Verdad.

No guardes ese tesoro porque algún día podrías arrepentirte… Debes esparcirlo, debes expresar lo que tu interno siente y la inspiración divina lo regará y será una fuente donde muchos sedientos se inclinarán para beber.

Gracias amiga querida, gracias por darme enseñanza, pues para mí son tus palabras rayos de mucha esperanza.

* * *

MAYO 1986

Tus frases son belles flores que fragancia saben dar, porque en ella hay amores de la esencia espiritual. No guardes esos escritos, repártelos a quien los quiera aceptar, que aún sin decirte nada, mucho lo agradecerán.

¡Cuánta sabiduría encierran esas palabras benditas! ¡Cuánto amor hay en ellas que viene del infinito! No está programado que se pudieran perder… Son muchos los que por medio de tus escritos han de adquirir esos conocimientos que suavemente irán penetrando en lo profundo de su Ser.

Es esencia verdadera que siempre dejará huella, aunque tú puedas creer que no hacen caso de ella. El amor sublime y puro es la mayor vibración y aquellos que lo reciban, también a su vez transmitirán ese amor. Así que sigue esparciendo tanta fraternidad y sentirás en tu alma la plenitud espiritual.

Gracias amiga querida por tus palabras acertadas de consuelo y enseñanza. Gracias por haberme escrito con sentimiento y verdad que balsamizó mi alma.