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Hoy es el momento de despertar

¿Qué está pasando?

Vivir este proceso cósmico evolutivo sin entender lo que está pasando es como ver una partida de ajedrez sin entender nada.

Este momento trascendental para la humanidad está señalado:

1 Desde lo astrológico por: «La era de Acuario».

2 Desde lo espiritual por: «El Agni yoga».

3 Desde lo científico por: «La neurocardiología».

Desarrollemos estos conceptos para poder entender de qué estamos hablando:

1. Desde lo astrológico:

Estamos saliendo de la era de Piscis donde evolucionamos como raza aria, este proceso comenzó aproximadamente en el año 7 a. C, evento que fue señalado por lo que conocemos como la estrella de Belén: una conjunción astrológica de los planetas Júpiter-Saturno.

Hoy, el cosmos vuelve a señalar la entrada a una nueva era, con otro evento similar, podríamos decir otra estrella de Belén donde Júpiter y Saturno se encuentran; pero en este tiempo dan inicio a la era de Acuario marcando el nacimiento de la raza solar donde evolucionaremos hacia una conciencia completamente nueva basada en los valores del elemento aire relacionado con la hermandad y la universalidad.

En el año 2020 entramos en un momento histórico y clave del proceso evolutivo humano en el que surgirán profundas modificaciones a nivel ideológico, de comunicación, y de percepción de la realidad, podríamos decir el nacimiento de nuevos paradigmas que darán como resultado una nueva humanidad.

2. Desde lo espiritual

Es el inicio del sendero del Agni yoga, un compendio de enseñanzas desarrolladas por los esposos Roerich —Helena y Nicolás— quienes en el año 1923 empezaron con su expedición en la India, una travesía por el Asia que duró veinte años y que los conectó con el Agni, término que escucharon de los habitantes de las montañas y que luego Helena por su entrega y dedicación se convirtió en un canal del maestro Morya, del cual recibió toda la información sobre el Agni yoga, la cual depositó en trece libros que quedaron como legado para la humanidad. Ellos llevaron la sabiduría del nuevo yoga a Rusia y a otros países de Europa y América, por eso, en la actualidad el término Agni yoga está asociado a este matrimonio.

3. Desde lo científico:

Se trata de una nueva disciplina llamada «Neurocardiología», cuya investigación demuestra que el corazón es un órgano sensorial, capaz de recibir y procesar información y redirigir datos al cerebro.

Según los científicos, el corazón sabe, siente, responde, y puede tomar decisiones funcionales de manera independiente de la corteza cerebral, aprender a interpretar sus señales nos lleva a dar un paso más hacia la evolución de la especie.

El mágico vuelo del águila y el cóndor

Este cambio trascendental fue anunciado por las distintas culturas como los mayas, los hopis, los incas y actualmente los queros, último pueblo sobreviviente de los incas, también por las tradiciones espirituales como la Qabalah, el cristianismo, la teosofía, la ética viviente, etc.

Todos señalan este momento como un tiempo donde las cosas se pondrán en su sitio, donde se producirá una transformación tan grande que el individuo cambiará radicalmente su forma de pensar y de ver el mundo.

Pasaremos a un nuevo nivel de conciencia como humanidad, se cumplirá la profecía que dice: «Cuando el águila del norte vuele con el cóndor del sur, el espíritu de la tierra volverá a despertar».

El águila representa el enfoque de la mente, la polaridad masculina y el norte; el cóndor simboliza la suavidad del corazón, la polaridad femenina y el sur.

Cuando estos dos aspectos de la conciencia funcionen juntos la entera humanidad dejará de sobrevivir para experimentar la maravillosa aventura de vivir.

El camino transitado como humanidad

Vivimos una época gloriosa en nuestro proceso evolutivo, una época donde el corazón dejará de ser un subordinado de la mente para cumplir su verdadera función que es guiar nuestra vida a través de la voz de la intuición con absoluta precisión. Curiosamente, la ciencia se suma a la espiritualidad y nos dice cómo lograr esta coherencia entre el cerebro y el corazón, y nos abre la puerta a un nuevo espiral evolutivo, a una transformación radical de la conciencia para dejar de ser títeres del destino y comenzar a crear la realidad que queremos experimentar. Esta dimensión donde todo es posible existe y para acceder solo tenemos que cambiar de paradigma.

Estamos inaugurando la edad de oro, la era de fuego, que nos conduce a la tierra prometida, el reino de los cielos, ese estado de conciencia donde solo es posible vivir bien, no existe otra manera de vivir en esa dimensión que hoy está pulsando en nuestros corazones, haciendo fuerza para manifestarse en cada pensamiento, sentimiento, palabra y acción.

Estamos aquí en este tiempo porque elegimos ser parte de este glorioso despertar y hacer nuestro trabajo que consiste en reproducir el diseño divino en este mundo material para crear una nueva realidad sobre la base del paradigma del amor, la belleza, la armonía y la paz.

Esta nueva realidad que está naciendo pondrá fin a la herejía de la separatividad.

El proceso evolutivo

Hace miles de años entramos en una dimensión de limitaciones conocida como el «Valle de Lágrimas», donde vivir requiere de esfuerzo y sufrimiento, pero en las últimas décadas del siglo XX, empezamos a vislumbrar tendencias espirituales que nos conducen a un nuevo espiral evolutivo para comenzar a un nuevo día galáctico, señalado como la edad de oro donde el único paradigma regente será el amor.

Este proceso evolutivo está registrado en el árbol de la vida un mapa de la conciencia donde podemos ver claramente el desarrollo de las distintas razas hasta llegar a este momento trascendental para toda la humanidad.


Vemos en este diagrama que las dos primeras razas: la hiperbórea y la polar están fuera del mapa, por debajo de la esfera que simboliza el mundo material, y esto es así porque nuestros cuerpos eran sutiles y carecían de densidad. El nivel físico que hoy tenemos lo logramos en la tercera raza conocida como lemuriana ubicada en la esfera de malkut que simboliza la materia, durante este período tuvimos que desarrollar nuestro cuerpo físico y ensamblarlo con los sentidos, para lograrlo trabajamos con las instrucciones y herramientas del hatha yoga, este proceso que nos llevó miles de años nos permite a hora percibir el mundo que nos rodea a través de nuestros sentidos.

La siguiente etapa de la puesta a punto de nuestro equipo humano fue el desarrollo y reconocimiento del cuerpo emocional, este proceso lo hicimos durante la raza atlante, en esta etapa evolutiva aprendimos a reconocer que había algo más que lo que podíamos percibir con los cinco sentidos, y aprendimos a conectarnos con ese «algo» superior a través de rituales, oraciones, mantras y devociones. Este período está señalado en el mapa en la esfera de yesod que representa el psiquismo.

Luego, vino la etapa de desenvolvimiento del cuerpo mental, que actualmente estamos viviendo como raza aria y que ya está terminando. Durante este proceso utilizando las instrucciones del raja yoga desarrollamos al máximo nuestra capacidad intelectual, y descubrimos el poder que tienen nuestros pensamientos. Este período está señalado en el nivel mental del mapa de la conciencia que son las esferas de netzaj y hod.

La personalidad ensamblada

Así, nuestro equipo físico representado por el cuaternario inferior fue ensamblándose y llegó a completarse en todas sus funciones físicas, emocional y mental que podemos ver representado en el «Árbol de la Vida» por las cuatro sefirot inferiores: Malkuth que representa el cuerpo físico, yesod que representa el cuerpo psíquico-emocional y Hod —hemisferio derecho— y Netzaj —hemisferio izquierdo— representan nuestro cuerpo mental, todos ellos fueron perfeccionándose a través de las distintas razas, hoy tenemos este nivel humano completo y activo.

Por eso, estamos preparados para ingresar a un nuevo nivel de conciencia, siguiendo las instrucciones del Agni yoga, un nuevo sendero evolutivo que nos conducirá al inicio de una nueva raza, la raza solar.

El cuarto yoga o sendero de síntesis, nos guía en el trabajo de la apertura del cuarto chakra o centro cardíaco. Este cuarto yoga de síntesis, es el centro de equilibrio de todos los yogas. Los tres más conocidos son:

Hatha yoga, Bakti yoga, Raja yoga. Los tres yogas superiores aparecerán en el futuro a medida que la humanidad en conjunto avance en su desarrollo espiritual, pero todo esto inicia con la apertura del cuarto chakra.

Si tenemos en cuenta que vivimos en un universo de orden septenario regidos por el número siete, veremos que el número cuatro en esta secuencia ocupa el centro; si pensamos en los siete rayos cósmicos y los siete centros o chakras relacionados con los mismos, veremos que el cuatro se relaciona con el cuarto chakra que en el cuerpo físico es el corazón y que separa los tres centros inferiores de los tres centros superiores, y el cuarto yoga es el centro de equilibrio de todos los yogas, los tres ya transitados.

El Agni yoga también es llamado la ciencia del corazón, señalando Claramente donde tenemos que centrar nuestro trabajo en esta nueva etapa evolutiva.

La activación del centro cardíaco nos permitirá transitar una dimensión donde cada humano se va a reconocer como hijo de Dios, será el fin del hombre sufriente y esclavo de sus miedos y limitaciones.

Al atravesar este umbral daremos por finalizada una etapa de carencias y sufrimientos.

El árbol de la Vida y los senderos del Yoga

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