Читать книгу Gotas y charcos de sal y de sol - Bernardo Olivera - Страница 5
ОглавлениеIntroducción
Un médico rural recetó a un agricultor tres gotas al día de aceite de ricino. El motivo de la prescripción es evidente para cualquiera que haya saboreado tan eficaz medicina. El agricultor, en su simplicidad y para obtener mejores resultados, se tomó todo el frasco de un solo golpe. La consecuencia es fácil de adivinar: el producto mostró muy pronto su reconocida nobleza.
Algo parecido puede suceder con la lectura de este libro. Se trata de leerlo de a gotas y evitando “encharcarse”. Caso contrario, puede resultar convulsivo, y el culpable no será el autor sino el indiscreto lector.
La razón por lo que afirmo esto es muy sencilla: estas “gotas y charcos” se han ido destilando y formando (por acumulación) durante un largo período de tiempo. Por lo demás, podrían haber sido escritas por cualquiera, por mí, por ti, por ellos… Es decir, por alguien que observe su entorno, escuche lo que otros dicen, lea críticamente lo que se escribe y publica; pero, sobre todo, por cualquiera que esté vivo y reflexione sobre lo que vive; a este tal lo llamaremos con más propiedad “Don Cualquiera”.
Y Don Cualquiera decidió expresarse de cierta forma, esa forma es su estilo. En los momentos de inspiración, escribió. Cuando la inspiración fue escasa, re-escribió. La espontaneidad tiene su valor, y cuando se impone conducirla, quizás, le suma un valor más.
Si encuentras algún atisbo de sabiduría, comprenderás por qué se las ha llamado “de sal”, es que dan sabor. Si en algo iluminan y calientan tu vida, experimentarás que son también “de sol”. En lenguaje clásico quizás hablaríamos de “sentencias” y “aforismos”; pero estas palabras son demasiado grandes para estos simples fragmentos. El gustillo magisterial se debe a que Don Cualquiera enseñó ciencias exactas en una reconocida universidad y por eso algunos encuentran poco sabor y calor en unos charcos, aunque conservan su luz. Espero que esto último no sea causa de regusto o disgusto.
Para facilitar tu lectura, las gotas y los charcos han sido vertidos y recogidos en diecisiete vasijas. Cada una lleva un título en gerundio, ese “tiempo verbal” que indica acción continuada:
Personalizando y divinizando
Aconsejando y opinando
Distinguiendo y uniendo
Convirtiéndo(me) y creciendo
Purificando e integrando
Comunicando y comulgando
Discurseando y escribiendo
Enfermando y muriendo
Pandemizando y cuarenteneando
Sonriendo y riendo
Orientando y conduciendo
Educando y formando
Feminizando y masculinizando
Cultivando e ideologizando
Deseando y amando
Moralizando y bioetizando
Creyendo y contemplando
En cada una de estas vasijas no hay un orden lógico, quizás lo hay intuitivo. Además, estas gotas y charcos, en sí mismos, son para ingerirlas intuyendo más que para rumiarlas razonando. Pero hay suficiente variedad para satisfacer gustos y necesidades diferentes.
Entenderás que el libro no ha sido aún concluido. La razón es sencilla: todavía resta vida. Y mientras haya vida hay posibilidad de continuarlo. Así lo demuestra lo vivido, a la presente edición la preceden otras cuatro, es decir, esta es la quinta, aunque la primera de Talita Kum Ediciones. Y, si Dios quiere, habrá una sexta.
Además, un buen libro como este, jamás está acabado, deja pensando al lector y con nuevas ideas al escritor.
Azul, 17 de mayo de 2020