Читать книгу Guerrero De Los Sueños - Brenda Trim - Страница 5
PROLOGO
Оглавление¿Vampiros? Dalton se preguntó mientras yacía en un charco carmesí cada vez más amplio, cuestionando la realidad y haciendo un inventario mental. Garganta destrozada. Pecho plagado de agujeros. Y demasiadas heridas por mordedura para contarlas. En qué demonios se había convertido Jag, Dalton nunca antes había encontrado más fuerza en un hombre. Cuando vio los afilados colmillos puntiagudos que sobresalían de su boca, supo que estaba en problemas. Una mirada a esos ojos inquietantes y misteriosos lo dijo todo. Jag era un vampiro.
Las extremidades de Dalton eran ladrillos de plomo a sus costados. Joder, no podía levantarlos para detener la sangre que se filtraba de las heridas en su cuello, estómago y pecho. ¡Lucha contra eso, Elsie te necesita! El traqueteo con cada respiración convirtió la poca sangre que quedaba en sus venas en hielo. No iba a salir de esta. El tamborileo en su pecho disminuyó y el dolor disminuyó. Una imagen de su esposa, Elsie, y su hermoso rostro en forma de corazón se le vinieron a la mente. La amaba más que a nada y no quería dejarla. Se las arregló para pasar los dedos por el suelo y acercó el teléfono.
Marcó y cerró los ojos cuando escuchó el sensual saludo del correo de voz de su esposa. Se dio cuenta de que no le quedaban suficientes palabras para advertirle adecuadamente de los peligros que existían. "No tengo mucho tiempo... te amo Elsie. Yo siempre. Adiós bebé."
Estaba preocupado por su esposa. ¿Quién la protegería de los males que ahora conocía vagaban en la noche? Quería protegerla y no pudo. Su alma misma gritó ante la injusticia de todo.
Qué... una sensación de paz que lo abarcaba todo envolvió a Dalton y la luz más brillante y blanca llenó la habitación. Esta sensación de calma fue impactante y completamente en desacuerdo con su brutal ataque. Se estaba muriendo y eso lo molestó.
Sus ojos se cerraron y sus últimos pensamientos fueron sobre su bella esposa el día que se casaron. Él vio su largo cabello castaño ondulado, rizado con pequeñas flores blancas que fluían alrededor de su rostro. Sus claros ojos azules mostraban la profundidad de su amor por él. Ella sostenía un pequeño ramo de jazmín y llevaba un sencillo vestido blanco sin tirantes. Ella era la vista más hermosa que había visto en su vida. Cuando la miró a los ojos e intercambiaron sus votos, supo que la amaría hasta el día de su muerte.
Simplemente no sabía que ese día llegaría tan pronto.