Читать книгу Enmascarando Al Rey Fae - Brenda Trim - Страница 6

—"Esto es simplemente asqueroso", refunfuñó Sol mientras sostenía una bolsa de plástico que goteaba baba marrón.

Ryker se estremeció y la bilis se elevó en su garganta poniéndole más enfermo de lo que ya estaba. El aire a su alrededor se volvió violento y en vez de quitarle el hedor, lo mantuvo arremolinándose bajo su nariz.

Accediendo a sus poderes elementales, intentó alejar el viento de su cuerpo, pero lo único que consiguió fue aumentarlo un poco. Ahora los vientos rompieron la bolsa en sus manos y las olas aumentaron de volumen, amenazando con ahogarlas a todas. Si no tenía cuidado, causaría un terremoto y un incendio también.

Sacudiendo la cabeza, respiró profundamente varias veces y casi vomita por sus esfuerzos. En lugar de intentar usar sus elementos, los apagó todos. A pesar de lo poderoso que supuestamente era, aún no tenía control sobre sus habilidades.

Centrándose en la tarea que tenía entre manos, preguntó: "¿Quién coño tiraría eso al océano? Ni siquiera quiero adivinar qué es".

—"A los humanos no les importa lo que tiran por descuido. No tienen una conexión con los elementos como nosotros", añadió Brokk con un gruñido.

No estaba equivocado. Cualquier tipo de contaminación enferma a los Fae y debilita sus poderes elementales. Era la razón por la que él y sus amigos estaban recorriendo el pequeño tramo de la playa que los Fae podían visitar. Varias veces al año, todos los residentes de Edge podían ir a la costa armados con bolsas y guantes.

No era exactamente como Ryker imaginaba pasar su descanso de la academia, pero aquí estaba, sin embargo. Le resultaba difícil permanecer callado y no tomar medidas por su gente. Solo habían pasado unas pocas semanas desde que descubrió su verdadera identidad.

Y, apenas podía comprender el verdadero significado del hecho de que era el Rey de los Fae. Era el único heredero vivo al trono de Mag Mell porque sus padres convencieron a un sirviente para que escapara y lo escondiera.

La mujer que él creía toda su vida que era su madre era la verdadera sirvienta de su madre. Eso no la hacía menos su madre a sus ojos. No podía amarla más por el sacrificio que hizo por su familia y todo su reino. Si no fuera por ella, Mag Mell estaría realmente perdido.

Había pasado las últimas semanas intentando demostrarle cuánto la amaba ayudándola en su trabajo. Estaba prácticamente pegado a su lado desde que empezó el descanso de fin de año. Resultó ser lo mejor en más de una ocasión. Casi le habían robado, pero Ryker estaba allí para salvarla a ella y a su dinero duramente ganado.

Negándose a pensar en el peligro que su madre corría a diario, se concentró de nuevo en la tarea y la conversación que tenía a mano. Si seguía obsesionado con Galina, no podría volver a la Academia Bramble's Edge en un par de días como se suponía que debía hacer.

No iba a terminar con un montón de alas rotas en su segundo año. Pudo haber matado a su malvada directora a finales del año pasado, pero no fue tan estúpido como para creer que era el fin de la manipulación y los problemas.

El intento de la escuela de ayudar a los Fae a afinar su control sobre los elementos fue pervertido de su propósito original para poder crear esclavos sin sentido para los humanos. El instinto de Ryker le dijo que había más que eso, pero no tenía ni idea de cuánto más. Sin embargo, la corrupción se le quedó grabada como una espada de doble filo. Después de todo, su bisabuelo creó la academia para evitar el caos y la catástrofe cuando los Fae no entrenados desataron accidentalmente sus elementos.

—"Y, el consejo lo permite", intervino Ryker. "Tenemos que hacer algo al respecto antes de que perdamos más de nuestro reino".

Daine, Brokk y Sol se le acercaron con el ceño fruncido. La forma en que escudriñaron sus alrededores le dijo a Ryker que les preocupaba que alguien hubiera oído lo que dijo. Los guardias se alineaban en el área donde la arena se encontraba con el camino de piedra que llevaba al Edge. Otro grupo hizo guardia junto al muro de ladrillos que separaba las playas de Furness. La antiestética fachada bloqueaba completamente Dornwich. Parecía que los humanos no querían que se les recordara a quién habían robado su tierra.

—"Cuidado, hermano", advirtió Brokk. Durante el año pasado, Ryker se había hecho tan amigo de sus compañeros de residencia que los consideraba de los pocos en los que confiaba. Planeaba nombrarlos su guardia del Rey cuando finalmente tomara la corona. No tenía ninguna duda de que sus amigos se tomarían el trabajo en serio. "No tienes ni idea de quién puede oírte aquí."

—"¿Cómo puedes soportar esta mierda? Estoy tan cansado de quedarme parado cuando puedo hacer algo", respondió Ryker en voz baja.

—"Lo sé, pero tenemos que hacerlo. ¿Recuerdas lo que tu madre y Shiloh dijeron? Vayamos a limpiar cerca de los acantilados", sugirió Daine. "Será más seguro allí".

Asintiendo con la cabeza, el cuarteto volvió a recoger la basura. Aguantando la respiración, Ryker recogió restos de lo que parecía ser un par de pantalones. Estaban destrozados y manchados. Era imposible determinar el origen de las manchas, pero no había duda de que las garras o las cuchillas habían ido a la ciudad en la prenda.

Metiéndola en la bolsa, continuó recogiendo basura mientras se preguntaba cómo podían crear tanta basura en un par de meses. Los Fae nunca pasaron mucho tiempo sin limpiar la zona. No podian. Envenenaba todo su ser.

Levantando la cabeza, escudriñó la orilla y vio a los niños ayudando a sus padres. Incluso los ancianos hicieron su parte. La ira consumió a Ryker, haciendo que sus miembros temblaran. La energía burbujeaba en su pecho, diciéndole que había activado el manto del rey de alguna manera.

Cuando sondeó la zona, todavía había una burbuja rodeando la energía, pero estaba presionando la barrera en busca de una forma de liberarse. Sin duda quería hacer algo para ayudar al sufrimiento de su pueblo.

Puede que sea una locura, pero Ryker vio el manto como una entidad separada. Estaba en el proceso de integrarse con él, y con él llegó la certeza de que su prioridad y propósito era el bienestar de todas las criaturas Fae.

—"¿Qué carajo?" Brokk se puso brusco, haciendo que Ryker cambiara su mirada. Todos los que estaban recogiendo basura se dirigían a su grupo.

Probando una teoría, Ryker se alejó varios pasos de sus amigos. Su mandíbula cayó en su pecho cuando el grupo cambió de dirección y se dirigió hacia él. Su mente estalló con un millón de pensamientos a la vez.

Centrándose en lo más importante, Ryker miró a los policías y notó que sus ojos estaban sobre él. No es la atención que necesitaba en este momento. Sin molestarse en quitarse el guante de látex sucio, metió la mano en el bolsillo y apretó el talismán mientras se obligaba a pensar en Maurelle.

En segundos, los que se dirigían a él se detuvieron y después de mirar alrededor reanudaron su tarea. Un suspiro de alivio salió de sus labios y retiró su mano, dejando el amuleto en su bolsillo.

Mientras se dirigía hacia los acantilados, Ryker permitió que su mente viajara de vuelta a la hembra sexy que consumía sus sueños y casi todos sus pensamientos despiertos. Los tormentosos ojos grises de Maurelle siempre se oscurecían con su excitación. Pensar en ella normalmente le levantaba el ánimo y más.

Dispuesto a que su polla se comportara, Ryker se permitió pensar más en el culo atrevido y los pechos perfectos de Maurelle. Hacía mucho tiempo que no la besaba, y mucho menos que no hacía nada más. La echaba de menos como un loco y ella era lo único que esperaba cuando pensó en volver a la academia.

El fuerte hilo que le unía a él y a Maurelle palpitaba casi tanto como el manto. Lo mantenía cuerdo y conectado a la tierra. Y le daba una razón para seguir escondiéndose. No pondría ni un solo pelo rosa en su cabeza en peligro de ser dañado. Haría cualquier cosa para asegurar que ella estuviera a salvo.

Una rápida mirada a sus amigos le recordó la advertencia que la Peridun le había dado hace semanas. ¿Cómo podía pedirle que incorporara a estos machos en su relación con Maurelle? Le había tomado dos días para que su rabia disminuyera lo suficiente como para pensar bien después de escuchar a Shineah proclamar que necesitaba abrir su relación a sus amigos.

Odiaba la idea de compartir a Maurelle, pero empezaba a ver la sabiduría detrás de ello. Y si estaba siendo honesto, estaba intrigado.

Shineah no le dio la razón por la que necesitaba expandir su círculo íntimo, pero tenía la sensación de que tenía que ver con mantenerla a salvo. No estaba claro si sería capaz de seguir ocultando quién y qué era. Para ahorrarle a Maurelle y a sus amigos todos los problemas posibles en caso de que se filtrara su verdadera identidad, Ryker pensó en compartirla con los machos que lo rodeaban actualmente.

Los Fae eran seres apasionados que necesitaban intimidad. Nadie en el Edge juzgaba o degradaba a los demás por permitirse el sexo. Eso se dejaba a los humanos. Vieron a los de su clase como seres repugnantes sin moral. Eso no podía estar más lejos de la verdad. La intimidad era una indulgencia natural de sus necesidades físicas.

No había nada malo en dar y recibir placer con participantes dispuestos. No habia tal cosa como la violacion o el coito forzado con los Fae. De nuevo, forzar a otro solo ocurría con los humanos. Cuando no negabas y reprimías tus necesidades, no se apoderaban de ti y corrompían tu comportamiento. Tampoco, podian ser retorcidos en algo antinatural y cruel.

A Ryker no le gustaba necesariamente la idea de compartir a Maurelle, pero cuando la idea se le ocurrió, se sintió bien de alguna manera. Nadie sospecharía que el rey compartiría voluntariamente su hembra con otros. Hacerlo no solo desviaría la atención de su realeza, sino que protegería a los que le importaban.

La sangre de Ryker se calentó y su eje se endureció al pensar que la boca de Maurelle se movía sobre el eje de Brokk o los labios de Sol. No, no odiaba para nada la idea de los seis juntos. Lo conmovió hasta el alma. Había sido tan posesivo con ella desde el momento en que la vio. ¿Qué había cambiado ahora?

Era el vínculo que compartía con ella, se dio cuenta de repente. Ni siquiera podía considerarlo antes cuando había luchado contra cualquier atracción hacia ella. Había una silenciosa batalla entre querer acercarse a ella y mantenerla a distancia que consumía toda su atención. Cuando finalmente cedió, pasó mucho tiempo tratando de compensar por haberla tratado mal.

—"No puedes hacer una mierda así, Ryk", dijo Sol con los dientes apretados.

Sacudiendo la cabeza para aclarar los pensamientos y calmar su cuerpo, Ryker metió un tronco de carne medio comido en su bolsa. "No fue intencionado. Ni siquiera sé lo que pasó".

—"¿La cosa que Shineah te dio para ocultar tu falta de realeza?", preguntó Brokk. Ryker inclinó la cabeza hacia un lado. Brokk no era el más elocuente de los hombres, pero era tan leal como ellos. Ryker le confió su vida, y posteriormente la de todos los Fae.

La verdad era que ninguno de ellos entendía mucho de lo que estaba pasando. No se molestaron en intentarlo la mayoría de los días. Les costó toda su energía proteger y ocultar la verdadera identidad de Ryker mientras actuaban como si nada estuviera mal.

—"No. Puedo sentirlo rodeando mi poder como una burbuja, pero cuando me cabreo empuja esos límites", admitió Ryker.

La risa de Daine era tensa. "Shineah necesita darte algunas hierbas para mantener tu mierda en calma."

—"Vete a la mierda", respondió Ryker con una sonrisa antes de agacharse y recoger más basura.

El ruido asustó a su grupo y sus cabezas se agitaron. Todos exploraron los acantilados mientras Ryker susurraba: "¿Ves algo?"

—"No", murmuró Sol en voz baja.

—"¿Hay alguna cueva por aquí?" Preguntó Brokk, con una voz más fuerte que la de los demás.

Ryker nunca pasaba mucho tiempo en la playa y cuando estaba allí, pasaba su tiempo en el agua. Conectándose con su elemento terrestre, envió un chorro de energía mientras trataba de detectar cualquier abertura.

Nunca había intentado hacer esto antes y ni siquiera estaba seguro de que fuera posible. Este era el tipo de tarea que los Fae de su edad necesitaban que la academia les enseñara. Este año le enseñaría más sobre las habilidades y limitaciones de sus elementos. Era otra razón por la que iba a volver. Necesitaba desesperadamente este conocimiento para convertirse en un Rey efectivo, pero no era su principal razonamiento. Estar cerca de Maurelle sí lo era.

Cuando la sensación de roca sólida regresó después de lanzar el poder a la cara de la roca, Ryker se sintió aliviado. Continuando con el lanzamiento de su poder elemental, se detuvo cuando golpeó un área que estaba hueca.

—"Ahí", dijo Ryker mientras señalaba un área a pocos metros de distancia.

El grupo se dirigió a investigar. Al principio Ryker pensó que se equivocaba al pensar que era una cueva, hasta que llegaron a la sección. Había una abertura entre dos capas de roca que estaban en ángulo, por lo que estaba escondida.

El frío se deslizó por la columna vertebral de Ryker al acercarse a la cueva. "Tal vez no deberíamos entrar ahí", advirtió Daine cuando Ryker se dirigió al interior.

Mirando por encima de su hombro, se encogió de hombros. "Si hay algo dentro, no son los humanos o los policías. ¿Qué tan peligrosos pueden ser? Tal vez sean parte de la resistencia que se esconde".

Uno de sus amigos respiró hondo cuando Ryker entró en la oscura y húmeda cueva. Un olor a moho se le metió en la nariz, pero no era tan malo como los desechos que habían estado recogiendo toda la mañana.

Una rápida mirada alrededor le dijo que el espacio no era muy profundo y que estaba vacío. "Fuera cual fuera el ruido, no venía de aquí. ¿Detectaste algo más?" preguntaba Sol.

Ryker se volvió hacia él y tropezó cuando algo duro le golpeó por detrás. Se sentía como una especie de tabla. Un grito salió de su garganta y antes de que se agarrara a la pared, escuchó gritos y carne golpeando carne.

El aire detrás de él sopló a través de su cuello, haciendo que Ryker se agachara antes de que hiciera otro movimiento. Algo se estrelló contra la roca que estaba encima de él. Por los sonidos de la colisión, parecía como si quien le atacara golpeara la tabla contra la pared. Le llovieron fragmentos de esquisto a su alrededor mientras levantaba los brazos para cubrirse la nuca y la cabeza.

Poniéndose de pie, Ryker se encontró cara a cara con un centauro enfadado. El medio caballo medio hombre le gruñó y levantó un maltrecho trozo de madera sobre su cabeza. Bajando a una posición de lucha, Ryker cargó contra la bestia. Su hombro golpeó al centauro en la parte baja del pecho. Se levantó sobre sus patas traseras y le pateó las delanteras.

Una pezuña se conectó con el pecho de Ryker y algo se rompió. Respirar instantáneamente se hizo casi imposible. Sibilante, bailó para evitar otro golpe y recogió la tabla que el centauro dejó caer.

Al tirar de ella hacia atrás, la agonía se desató en su pecho. Ignorando la incomodidad, Ryker balanceó el arma improvisada y golpeó la pata delantera del centauro. Un fuerte chasquido resonó en la cueva antes de que el hueso se rompiera a través de la gruesa piel.

La sangre brotó y la bestia cayó en un montón. Antes de que Ryker pudiera terminar el trabajo, grandes manos gris verdosas aterrizaron en sus hombros y en el siguiente segundo estaba volando por los aires. Golpeó sus alas para intentar detener su impulso, pero no había esperanza. Se movía demasiado rápido.

En la confusión del movimiento, vio al troll acercándose a él. Cuando Ryker cayó al suelo, pensó que se había preparado para el dolor en el pecho, pero no había forma de que se preparara para la agonía.

Poniéndose de pie, Ryker se envolvió el pecho con un brazo. Y levantó la madera con el otro. Acorazándose hacia el troll, usó sus alas para mantener el equilibrio. La madera se unió con un muslo del tamaño del tronco de un árbol y sacudió todo su cuerpo.

—"¿Qué coño queréis?" le gritó a los Fae que los atacaban. Brokk luchó contra un vampiro mientras Daine luchó contra un barghest, y Sol se enfrentó a otro centauro.

¿Eran estos seres de los túneles bajo el Edge? El año pasado los estudiantes fueron enviados a los túneles para una de sus pruebas. Maurelle casi muere en las alcantarillas. Ryker estaba seguro de que el consejo usaba a los estudiantes para controlar a la población de allí abajo, así que no se le fue de las manos.

—"Nos has convocado, Rey Fae", dijo el troll con una voz que sonaba a grava.

Ryker se echó hacia atrás y su brazo con el arma bajó. "¿De qué, en nombre de los Dioses, estás hablando? No soy el Rey. Él y su heredero fueron asesinados hace décadas".

La lucha había parado con sus preguntas. El troll miró a los otros con la cara arrugada en una clara confusión. El vampiro hundió sus colmillos en el cuello de Brokk y se echó hacia atrás.

Brokk gritó en el instante en que fue mordido y se las arregló para agarrar la cabeza del vampiro antes de que le arrancara la garganta. Con un giro brusco, le rompió el cuello al vampiro. Eso no mataría a la criatura, pero lo incapacitó por el momento.

La acción hizo que Ryker se moviera y saltó sobre el troll. Levantó su mano en el aire y la apuntó a la cara del troll. El impacto detuvo su movimiento. Tanto él como el troll cayeron en un montón al suelo. Su pecho estaba en llamas cuando uno de los grandes brazos del troll cayó sobre su cuerpo.

Las pisadas sonaron fuertemente en la tierra, diciéndole a Ryker que alguien se dirigía hacia él. Empujando con todas sus fuerzas, se las arregló para mover el miembro muerto lo suficiente para salir de debajo del troll. El arma salió de la cuenca de un ojo.

Necesitándola para defenderse del centauro herido que se dirigía cojeando hacia Ryker, se subió al pecho del troll y agarró el arma. La urgencia le hizo verter más fuerza en la acción y la madera se liberó tan repentinamente que los brazos de Ryker volaron sobre su cabeza.

En lugar de volver a bajar, el arma golpeó a otro objetivo con un sonido húmedo. No tenía por qué saber que le había dado al centauro. Era la única criatura que quedaba en la cueva que no estaba comprometida con sus amigos. El medio caballo medio hombre cayó al suelo y Ryker tropezó con el pecho del troll muerto.

Brokk tenía una mano sujeta a su garganta para detener la hemorragia. Sol y Daine lucharon contra el barghest y el centauro. Ryker se unió a Daine cuando su amigo hizo un movimiento que lo hizo voltear por el aire y aterrizar sobre la espalda de la criatura. Sin dudarlo, Daine se agarró a los lados de su cabeza y se retorció.

Daine montó la espalda del centauro cuando se derrumbó en el suelo y arrebató una roca de la tierra al mismo tiempo que se alejaba de la bestia inconsciente. Daine levantó la roca y atravesó el cuello del centauro, separando su cabeza de su cuerpo.

La adrenalina hizo que Ryker rebotara en las puntas de sus pies. Sol acabó con el barghest destrozando su cráneo con una roca. Estos amigos no dudaron en defenderlo. Había elegido bien su guardia.

Sabían, sin necesidad de que se les dijera, que nadie fuera de su pequeño círculo podía quedar vivo si conocían su verdadera identidad. Había pocos a los que pudiera confiar ese conocimiento, pero los tres machos que estaban en la cueva con él estaban entre ellos.

—"Tenemos que deshacernos de los cuerpos", dijo Brokk en el silencio.

—"¿Cómo diablos hacemos eso sin levantar sospechas?" Exigía Sol.

—"Volvemos esta noche. A nadie le importarán unos cuantos Fae muertos", declaró Ryker con una mueca en su cara. Fueron momentos como estos los que le hicieron querer despotricar y despotricar contra el destino.

No estaba bien que su gente sufriera en la pobreza mientras sus opresores eran libres de vivir una vida de lujos. Los siguientes dos años en la academia no pudieron pasar lo suficientemente rápido.