Bocetos californianos
Реклама. ООО «ЛитРес», ИНН: 7719571260.
Оглавление
Bret Harte. Bocetos californianos
MELISA
I
II
III
IV
EL HIJO PRÓDIGO DEL SEÑOR TOMÁS
MAGDALENA
EL IDILIO DE RED-GULCH
DE CÓMO SAN NICOLÁS LLEGÓ A BAR SANSÓN
LA SUERTE DE CAMPO RODRIGO
EL SOCIO DE TENNESSEE
UN POBRE HOMBRE
LOS DESTERRADOS DE POKER FLAT
UNA NOCHE EN WINGDAM
MORENO DE CALAVERAS
CAROLINA
I
II
III
IV
V
DE-HINCHÚ, EL IDÓLATRA
Отрывок из книги
En el lugar en que empieza a ser menor el declive de Sierra Nevada y donde la corriente de los ríos va siendo menos impetuosa y violenta, se levanta al pie de una gran montaña roja, Smith's-Pocket1. Contemplado desde el camino rojizo, a través de la luz roja del crepúsculo y del rojo polvo, sus casas blancas se parecen a cantos de cuarzo desprendidos de aquellos altos peñascos. Seis veces cada día pasa la diligencia roja, coronada de pasajeros, vestidos con camisas rojas, saliendo de improviso por los sitios más extraños, y desapareciendo por completo a unas cien yardas del pueblo. A este brusco recodo del camino débese tal vez que el advenimiento de un extranjero a Smith's-Pocket, vaya generalmente acompañado de una circunstancia bastante especial. Al apearse del vehículo, ante el despacho de la diligencia, el viajero, por demás confiado, acostumbra salirse del pueblo con la idea de que éste se halla en una dirección totalmente opuesta a la verdadera. Cuentan que los mineros de a dos millas de la ciudad, encontraron a uno de estos confiados pasajeros con un saco de noche, un paraguas, un periódico, y otras pruebas de civilización y refinamiento, internándose por el camino que acababa de pasar en coche, buscando el campamento de Smith's-Pocket, y apurándose en vano para hallarlo.
Tal vez encontraría alguna compensación a su engaño en el fantástico aspecto de aquella Naturaleza singular. Las enormes grietas de la montaña y desmontes de rojiza tierra, más parecidos al caos de un levantamiento primario geológico que a la obra del hombre; a media bajada, un largo puente rústico parece extender su estrecho cuerpo y piernas desproporcionadas por encima de un abismo, como el enorme fósil de algún olvidado antediluviano. De tanto en tanto, fosos más pequeños cruzan el camino, ocultando en sus sucias profundidades feos arroyos que se deslizan hacia una confluencia clandestina con el gran torrente amarillento que corre más abajo, y acá y acullá vense las ruinas de una cabaña con la piedra del hogar mirando a los cielos y conservando sólo intacta la chimenea.
.....
–¿Ni pensando en ella?
–¿En quién, Melisita?
.....