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Prólogo

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Scarlett Oliver levantó la cara al cielo. Cerró los ojos y tomó el sol. Susurros en el viento llenaron sus oídos, formando una suave melodía en su mente. Tarareó la melodía por hábito, hasta que se le quedó grabada en la memoria. Más tarde, la anotaría en papel para poder volver a ella cada vez que el estado de ánimo la afectara. La música era como el mundo le hablaba, y ella a su vez respondía.

"¿No tienes qué estar en algún lugar?".

Sus párpados se abrieron y se encontró con la mirada de su media hermana, Faith Pen. Su cabello negro, como la tinta, lo llevaba cortado en un estilo de duendecillo que enmarcaba su rostro, y sus ojos verde oliva casi brillaban con picardía. Faith tenía la apariencia de una oscura Tinkerbell [Nota de la traductora: haciendo alusión al personaje de Campanita de Peter Pan]. Era de baja estatura y pequeña en todos los sentidos. Casi todos se alzaban sobre ella. Incluso la hermana gemela fraterna de Faith, Ashlyn, era más alta que ella. Donde Faith tenía el pelo oscuro, el de Ashlyn era castaño claro, pero tenían el mismo tono de ojos.

Scarlett sonrió suavemente. "¿Es esta tu forma de decirme que estoy haciendo que todos esperen?".

"Se supone que debes prepararte. Vas a arruinar tu maquillaje y tu cabello si sigues aquí sentada". Faith pasó su mano ligeramente sobre el elaborado peinado con el que Scarlett se había recogido el cabello rubio afresado. "Estos alfileres de oro y diamantes se ven tan bonitos en tu cabello. Entra antes de que te arrepientas de haber venido. ¿De verdad quieres ser ese tipo de novia? Ya sabes, de las que llegan tarde a su propia boda".

Era el día de su boda. Se iba a casar con el hombre que había amado siempre. Probablemente deberían esperar, pero no parecía lo correcto. Cuando JD le propuso matrimonio, ella había aceptado sin tomarse un momento para pensarlo. Ser su esposa era uno de sus mayores sueños, y en poco tiempo, finalmente sucedería. La emoción mezclada con nerviosismo la llenaba. Las mariposas bailaban en su estómago y su corazón latía más rápido mientras pensaba en el momento en que dirían sus votos.

"Si insistes", dijo Scarlett a la ligera. "Supongo que me meteré en ese vestido grande y esponjoso que mamá insistió que sería perfecto".

“Nunca debiste dejar que ella te intimidara con eso. Es tu día, y debiste haber elegido un vestido que fuera perfecto para ti". Faith ya le había dicho esto varias veces. Scarlett quería que todos fueran felices, y eso era solo un vestido. Lo importante era que, al final del día, sería la Sra. Jensen Drake y JD siempre la amaría.

"Podría ser peor", dijo y se encogió de hombros. "Cuando encuentras al hombre de tus sueños y planeas tu boda, puedes mantenerte firme. No es tan importante para mí". Scarlett nunca se había centrado en cosas materiales. Las personas en su vida eran mucho más esenciales para ella que cualquier objeto superficial. Si su madre estaba feliz de elegir su vestido, entonces Scarlett también estaba feliz.

"Vamos", dijo Faith y señaló hacia la iglesia. "No quieres que JD te vea antes de la boda. Es de mala suerte".

Faith envolvió su brazo alrededor de los hombros de Scarlett y regresaron a la iglesia. Fueron directamente a la habitación que había sido asignada a Scarlett para prepararse para la boda. El novio y los otros hombres iban a llegar más tarde, cuando se aproximara la hora de la ceremonia. Miró un reloj cercano y frunció el ceño. Su intestino se tensó cuando el miedo comenzó a invadirla. En realidad... deberían estar a punto de llegar. ¿Había algo mal? ¿Debería estar preocupada? "Realmente estuve más tiempo de lo que debería haber estado".

"Traté de decírtelo", la reprendió Faith. "Vamos a ponerte este vestido para que tu boda empiece a tiempo".

"¿Dónde está Shayla?". Echó un vistazo a la habitación. Shayla era la mejor amiga de Scarlett y su dama de honor. "¿Por qué no salió a buscarme?".

"Ella no estaba aquí cuando llegué", dijo su hermana. "Pero conoces a Shayla. Probablemente encontró algo más interesante en qué ocupar su tiempo".

Esa era la forma en que su hermana decía que Shayla era inconstante. Su mejor amiga aparecería cuando se necesitara. No estaba preocupada. Su amiga estaría allí para ayudarla, mientras Scarlett se casaba con JD. "Ella estará aquí. ¿Puedes sustituirla y terminar de ayudarme? Ella se volvió para encontrarse con la mirada de Faith. "¿Mucho, por favor?".

"Por supuesto, te ayudaré. ¿No es eso lo que he estado haciendo todo el tiempo?". Faith se acercó al otro extremo de la habitación y recogió una bolsa negra de ropa. La llevó hacia Scarlett y la colgó en un gancho cercano, luego la abrió, revelando un magnífico vestido de organza blanco texturizado con un corpiño drapeado y una falda asimétrica con una capa frontal dividida. Scarlett esperaba que su madre estuviera feliz de haber aceptado usarlo. El vestido era demasiado ostentoso en su opinión. "Supongo que es un poco bonito", dijo Faith, pero su tono sugería que en realidad no creía en sus palabras.

"A algunas personas probablemente les guste". Scarlett se levantó y rápidamente abrazó a su hermana. "¿Ashlyn va a venir hoy?". Siempre había estado más cerca de Faith que de Ashlyn. Tenían intereses similares, y el cerebro de Ashlyn la dirigía a estudiar y a poner toda su energía en la escuela. Al ritmo que iba, pronto se graduaría de la escuela secundaria y luego estaría en la universidad, antes de que Scarlett decidiera qué quería hacer con su vida. Había murmurado algo sobre un examen importante y que la boda realmente no se celebraría, así que ¿por qué perder el tiempo yendo? Había herido los sentimientos de Scarlett, pero se encogió de hombros. Esa era Ashlyn...

Tampoco quería creer realmente sus palabras. La habilidad de Ashlyn le permitía ver cosas que otros no veían. Donde Scarlett tenía habilidades clariaudientes que la ayudaban con su música, Ashlyn tenía premoniciones menores y una memoria fotográfica. Faith tenía una habilidad psicométrica y podía leer auras. Eso la hacía no querer acercarse a muchas personas. Sus habilidades psíquicas se habían transmitido por el lado materno.

Faith sacó el vestido y lo mantuvo de espaldas a Scarlett. "Ashlyn no va a asistir. Ella no cree que la boda se realice".

Scarlett se congeló. "¿Sigue diciendo eso?". Su miedo anterior se convirtió en temor. No había querido escuchar las premoniciones de su hermana. Scarlett quería creer que nada interrumpiría su día especial. Todavía lo creía...

"Ella tuvo una de sus visiones", dijo Faith. "No siempre se hacen realidad". Las palabras salieron rápidamente de su boca. "No puedes dejar que te haga dudar de nada. JD te ama".

Lo hacía, y ella no permitiría que Ashlyn arruinara su gran día. Ella dejó escapar el aliento que había estado conteniendo. Podía parecer que ella y JD se habían apresurado con lo de la boda, pero ella creía que estaban tomando la decisión correcta. Se irían juntos a la universidad, y un día regresarían a Sparkle City. Construirían una vida increíble juntos. "Creo que es hora de ponerme mi vestido". Se desnudó y se quedó en la habitación con sujetador y bragas, luego se volvió hacia su hermana. Scarlett tampoco se detendría por la ausencia de Ashlyn. Su hermana era terca. En realidad, todas lo eran, pero Scarlett nunca se hubiera saltado la boda de su hermana. Le dolía más de lo que admitiría que Ashlyn hubiera decidido quedarse en casa. Incluso si su visión se hiciera realidad, lo que no sería así, Ashlyn debería haber venido a apoyarla. Ella necesitaba a sus hermanas de cualquier manera, en las buenas o en las malas. Este era un día especial para ella.

Faith sonrió y se lo ofreció. Scarlett lo tomó y se lo puso. Una vez que lo levantó completamente, Faith lo subió hasta el tope. El vestido le quedaba perfecto, e incluso se sintió un poco bonita al usarlo. Se giró para mirarse en el espejo. Realmente estaba sucediendo. En menos de una hora, ella estaría parada frente al pastor y se casaría con el hombre que amaba.

"El vestido te queda bien", dijo Faith. "Quizás mamá sabe más de lo que le dimos crédito".

"Quizás", dijo Scarlett. "No es lo que hubiera elegido para mí". Era un vestido encantador y costoso. "Sin embargo, no le digamos a mamá que tiene buen gusto. Podría darle ideas". Su madre, Enid Oliver-Penn, podría ser... terca. Una vez que tenía una idea, se negaba a dejarla ir sin luchar.

"Será nuestro secreto", dijo Faith suavemente. "¿Estás lista para esto?".

"Nunca he estado más preparada para nada".

Un golpe resonó en la habitación. "Debe ser hora de comenzar". Faith caminó hacia la puerta y la abrió. Un hombre con cabello castaño y ojos dorados con traje oscuro estaba al otro lado. Harrison Thoreau, el mejor amigo de JD. "Necesito hablar con Scarlett", dijo en voz baja. ¿Qué estaba haciendo allí? ¿No debería estar con JD, preparándose para la boda?

Faith frunció el ceño y luego abrió más la puerta para permitir que Harrison entrara. Scarlett estaba vestida, así que no había razón para que se quedara afuera. Metió sus manos en los bolsillos y no encontró su mirada.

"Viniste a hablar conmigo", dijo Scarlett. "¿Qué necesitas decirme?".

Tenía un mal presentimiento que no le iba a gustar, pero al mismo tiempo, también necesitaba escucharlo. Scarlett respiró hondo y se preparó para sus palabras. Sacó las manos de los bolsillos y luego metió la mano dentro de la chaqueta. Sacó un sobre y se lo presentó. "Esto es para ti".

Ella levantó una ceja. "¿Qué es?".

"Ábrelo", dijo. Harrison desviaba la mirada. "No me corresponde a mí decirlo...".

Scarlett se acercó para tomar el sobre, pero Faith se paró frente a ella. Le arrebató el sobre a Harrison e inhaló bruscamente. "No lo abras", le dijo a Scarlett. "No quieres leer lo que hay allí".

Maldita Faith y su habilidad psicométrica. Tenía que ser horrible si le decía que no lo abriera. Faith no sabía lo que decía, pero sí conocía los sentimientos de la persona que lo enviaba. "¿De quién es?", preguntó ella. No haría caso a Faith. Leerlo en este momento, era todo lo único que podía hacer. Scarlett tenía que saber lo qué contenía el sobre. Bueno o malo, tenía que enfrentarlo.

Scarlett se acercó a su hermana y le arrebató el sobre. Tenía la sensación de que sabía lo que había dentro. Todas las advertencias habían estado allí. Incluso había escuchado algunos susurros en la música que la rodeaba, pero los había ignorado. No había querido creer la pena que había predicho. Lo abrió y leyó la carta.

Scarlett:

Por favor, perdóname... pero no puedo hacer esto. Somos demasiado jóvenes y quiero hacer mucho con mi vida. Me han reclutado para jugar en la liga Triple A para los Starlington Sparklers. No puedo dejar pasar esta oportunidad, y no quiero arrastrarte conmigo. Tal vez algún día podamos encontrar nuestro camino de regreso juntos. Entenderé si nunca más quieres volver a verme. No te merezco a ti ni a tu amable corazón.

Siempre,

JD

Una lágrima se deslizó por su mejilla. No se suponía que esto sucediera. ¿Por qué había esperado tanto para decirle? Habían planeado la boda durante semanas. La semana siguiente, comenzaría la universidad... Dejó caer la carta al suelo. Tenía que quitarse el vestido. "¿Dónde está Shayla?". Necesitaba a su mejor amiga. "¿Ya regresó?". Shayla sabría qué hacer a continuación.

Harrison quedó congelado y luego lentamente comenzó a retroceder fuera de la habitación. Algo silbaba en su oído. Ella dio la vuelta y se encontró con su mirada. "¿Qué es lo que no me estás diciendo?".

"Creo que has tenido suficientes impactos por un día", dijo Harrison. "Te dejaré que resuelvas todo esto. A menos que desees que haga un anuncio o algo así".

"Oh Dios", dijo Scarlett. Entendió de inmediato lo que Harrison no le había dicho. No había carta que explicara adónde había ido Shayla. Hubiera sido de muy mal gusto hacerlo el día de su boda. Su mejor amiga se había escapado con su prometido. "Por favor, dime que no es cierto".

"Ojalá pudiera", dijo Harrison. Su voz estaba llena de remordimiento. “JD está cometiendo un error. Se arrepentirá de esto algún día".

Scarlett permaneció inmóvil durante varios latidos. Nada había salido según lo planeado. Nada volvería a ser lo mismo. ¿Por qué había dedicado tanto a este día? ¿Por qué había confiado tanto en JD para su felicidad? Su corazón latía fuertemente en su pecho, y la habitación comenzó a girar. Extendió la mano para apoyarse en la superficie sólida más cercana y cayó contra Harrison. Él la abrazó y la sostuvo en posición vertical. Scarlett no lloraría. Ella no se desmoronaría. Este dolor de corazón no la destruiría, y ella seguiría con su vida. JD no sería el final de ella. Este era un comienzo. No el nuevo que esperaba, sino un camino diferente de todos modos.

"No importa", dijo Scarlett y se alejó de Harrison. Ella no se sentiría más cómoda con él ni con nadie. Tenía que hacer todo por sí misma. La independencia era la clave para sobrevivir... “Nada de eso importa. Nada volverá a ser lo mismo, y no quiero que sea así". Es hora de que crezca y viva mi vida por mí misma. Había dedicado mucho a JD, y era una tontería de su parte. Era bueno que ella lo supiera ahora, y no después de que se casaran. Entonces, se arrepentiría. Se volvió hacia Faith e hizo todo lo posible para endurecer su corazón. "Ayúdame a quitarme este vestido. Tenemos que hacer un anuncio".

"Puedo hacer eso por ti", Harrison repitió su oferta. "Es lo menos que puedo hacer…".

"Gracias", dijo Scarlett con una voz monótona. Había perdido toda capacidad de sentir algo. "Pero ya has hecho lo suficiente. Por favor, vete ahora".

Harrison giró sobre sus talones y salió de la habitación. Faith deslizó abajo la cremallera del vestido de novia. Scarlett se lo quitó y arrojó el vestido a un lado. Quizás más tarde lo quemaría. Nunca iba a querer volver a ver el vestido ofensivo. Ashlyn había estado en lo cierto. Hoy no habría boda, y era hora de enfrentar a todos. Le irritaba cada uno de sus nervios que su hermana hubiera previsto esto mismo y que ella hubiera elegido ignorarlo. ¿Por qué debía haberle creído a Ashlyn? JD nunca antes le había fallado...

Sin embargo, había una primera vez para todo. La próxima vez, ella no descartaría una de las visiones de Ashlyn, pero nunca perdonaría a su hermana. Ashlyn debía estar aquí. Debía haber sabido que la necesitaría y en cambio, había elegido mantenerse alejada. Scarlett levantó la cabeza y salió de la habitación. Este sería un día que nunca olvidaría. Serviría como un recordatorio de que los ‘felices para siempre’, no eran para todos. Había perdido su oportunidad, y tendría que crear una vida completamente diferente para ella.

Los Diamantes No Lloran

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