Читать книгу Jesús, el primer indignado - Carlos Abad - Страница 8
ОглавлениеIntroducción
Cuando la Iglesia no sale de sí misma para evangelizar, deviene autorreferencial y entonces se enferma. Los males que, a lo largo del tiempo, se dan en las instituciones eclesiales tienen raíz de autorreferencialidad, una suerte de narcisismo teológico.
Jorge Bergoglio
Estas páginas…
El modelo se agotó, la sociedad sufre de un narcisismo patológico y la indignación crece. En medio de tanto desaliento, la voz del papa Francisco nos da amparo a la intemperie, remedio a los dolores del alma.
Este libro tiene un profundo espíritu bergogliano, y me regocija que así sea. Me guía su sencillez, espero estar a la altura de este propósito.
Me asiste su humildad: desde mi pequeña perspectiva, intento ser claro y amplio en mis conceptos.
Me ilumina su amistad, cultivada por años antes de su llegada al Vaticano, en tiempos de sus caminatas por las calles de Buenos Aires, las charlas compartidas, sus frases, que en mi recuerdo funcionan como un faro.
Jorge Mario Bergoglio, con sus más de siete décadas vividas, se propone cambiar el mundo desde la entrega y el amor, con valentía pero sin renunciar a su corazón de pastor, con su mano abierta ofreciendo su testimonio como alimento y reconfirmando cada día el llamado de Padre: servir a los más olvidados.
“Dejen las puertas abiertas de las iglesias, así la gente entra, y dejen una luz encendida en el confesionario para señalar su presencia, y verán que la fila se formará.”
Así les hablaba Francisco a los cardenales pocos días después de la elección de este hombre del barrio de Flores, de este jesuita amoroso, para ocupar el trono de Pedro.
En estas páginas estructuro mi pensamiento sobre cuatro pilares:
1. Jesús. El Maestro. Exégesis. Mercaderes en el templo. Jesús no tolera ese acto de profanación.
Quién es Jesús. El buen Maestro de Galilea, un rabí judío llega al templo y ve la profanación. El sublime reconocimiento a la bondad de Dios se adulteró y tornó lo sublime en mercancía. Jesús reacciona para proteger lo sagrado enfrentándose al capitalismo salvaje.
2. El mercado. “Han hecho de la casa de mi Padre, cueva de ladrones, casa de mercado.”
Desarrollaré la noción de “capitalismo funeral” esgrimida inteligentemente por Vicente Verdú. Analizaré qué es el mercado: ayer, transacción en la plaza; hoy cambió de rostro. ¿Dónde se domicilia? ¿Hay comercio justo? Palabras con sentido olvidado: recuperemos vocablos como transparencia, equidad, ética, satisfacción bilateral.
3. Los ladrones. La sociedad delictiva. Qué es un ladrón, quién es un ladrón.
Los ladrones bíblicos que rodearon a Jesús en la cruz. Los ladrones del presente: nueva fisonomía. Los ladrones de la confianza, del tiempo ajeno, de la energía; los apropiadores, caranchos y vampiros emocionales.
4. La cruz. Cristo muere en la cruz entre dos ladrones. Maldito todo aquel que muere en un madero. Reinaugurar la fe: resurrección.
Recuperar lo sagrado, limitar la voracidad y reencontrar la convivencia y el ejemplo de Jesús. Cristo resucitado es una sociedad nueva, de equidad, solidaria, con respeto por el prójimo.
Me inspira la vocación en la fe, el análisis de la realidad y la fuerza de la predicación. Persigo un afán: que la conciencia se expanda y nos conceda más humanidad, que nos oriente cada vez mejor hacia el repudio de todas las formas de violencia: las más evidentes y las maquilladas como son los “hurtos legales” en nombre del negocio perfecto, el abuso de poder, el sacrificio de la esperanza, el reino de la impunidad, la crucifixión de la verdad.
Que así sea.