Читать книгу Entre rosas y espinas - Carlos Alberto Guarro - Страница 11
Оглавление¡Sí!, nadie la comprendió, porque nadie le dio
lo único que ella pretendía
un poco de amor, un poco de ternura.
Un poco de esas cosas buenas que tiene la vida.
Ahora me pregunto... ¿Por qué... por qué?
¿por qué no supimos rescatarla de esa muerte absurda?
¿por qué esa indiferencia? ¿por qué ese desamor?
¡cuánto egoísmo!... ¡ cuánta... cuánta basura!
Beso tus pálidos labios
tomo tus manos vacías
todo es desolación, todo es amargura.
Yo ya me siento muerto, a pesar estar con vida.